tag:blogger.com,1999:blog-371457212024-03-12T20:40:21.933-07:00Patagounia HiBella, salvaje, seductora como pocas, por siglos insinuó sus formas tras un velo de misterio. Volvió loco a más de uno. Un brutal miembro de acero la hizo suya y sangró entonces su sangre india.
Ahora, la cortejan poderosos empresarios. No se detienen hasta poseer sus más íntimos rincones, cueste lo que cueste, a cualquier precio. Patagounia, temo, se volverá presumida, inaccesible. Como una cara y custodiada mujer privada.Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comBlogger30125tag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-65983825907783760872006-12-31T07:25:00.000-08:002009-04-27T08:31:19.007-07:00<div align="center"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLBj8pjL4nsi2pt7TdWd1fiEKRdcPJPSpbQuLd_qGivXKzzsdbLzxkU_7UBkpcEhCwHXRkk5funH1KFFwfhO0C4-8qTLlL1mY1TyaK6Y0v3rklIepV8E3HnrNOUYb2LWWVg8TZ0w/s1600-h/ana_tapa.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5329377748627286290" style="WIDTH: 286px; CURSOR: hand; HEIGHT: 400px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLBj8pjL4nsi2pt7TdWd1fiEKRdcPJPSpbQuLd_qGivXKzzsdbLzxkU_7UBkpcEhCwHXRkk5funH1KFFwfhO0C4-8qTLlL1mY1TyaK6Y0v3rklIepV8E3HnrNOUYb2LWWVg8TZ0w/s400/ana_tapa.jpg" border="0" /></a><br /></div><div align="center"></div><div align="left"><br /><br /><br />Portada edición en papel</div><div align="left">Libro de colección. Sólo edito 10 ejemplares.</div><div align="left"></div><div align="center"></div><div align="left"><br /></div><div align="left">Para vos el libro digital:</div><div align="left"></div><div align="center"></div>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1162739932378814292006-12-30T07:00:00.000-08:002012-07-14T07:16:14.918-07:00<div align="center">
</div>
<span style="color: #666600; font-family: 'courier new'; font-size: 130%;"><strong>TREN PATAGÓNICO</strong></span><br />
<span style="color: #666600; font-family: 'courier new'; font-size: 130%;"><strong><br /></strong></span><br />
<span style="color: #666600; font-family: 'courier new'; font-size: 130%;"><strong><br /></strong></span><br />
<div align="justify">
<span style="font-family: arial;">Un viaje es la posibilidad de encontrar una pieza más en el rompecabezas de mil piezas de mi vida.<br />Me entusiasma emprenderlo más por adivinar el dibujo del cual soy parte que, bien podría ser, para reponer las que destruí por pretender encajarlas a la fuerza.<br /><br />Entonces, porqué no una escapadita en tren, en el Tren Patagónico. De este a oeste, del mar a la montaña cruza la extensa estepa de la provincia de Río Negro. En su mayor parte las vías acompañan a la Ruta 23.<br />En teoría son 14 horas de viaje, en la práctica... una aventura. Aventura que he realizado en otras oportunidades y no dejo de recomendar. Nomás por el disfrute de las estaciones: Aguada Cecilio, Valcheta, Ramos Mejía, Sierra Colorada, Los Menucos, Aguada de Guerra, Maquinchao, Ingeniero Jacobacci, Clemente Onelli, Comallo, Pilcaniyeu, Bariloche.<br /><br />Cuando tomo una decisión y luego comienzan a sucederse hechos que están conectados entre sí, los pienso como indicios de una ruta correcta. (De ahí a que viva de la mejor manera aquello que me toca vivir... será un largo camino tras los atajos que propone la sabiduría)<br /><br />A modo de ejemplo, una mujer dominicana, de piel negra, excelente masajista estará en El Bolsón en la fecha de nuestro viaje. La Negra Mary. Vive en Estados Unidos y viene sólo dos veces por año a Argentina, a El Bolsón, precisamente. Una buena señal.<br />Todo un referente, asegura Cecilia, mi compañera de viaje, una bella mujer que tiene manos de ángel, y el irremediable destino de ser mi hija.<br /><br />Nada mejor entonces, mientras ella adiestra sus manos con la Negra Mary durante 3 intensos días, yo me dedicaré a recorrer la zona con mi Vairo XR 3800, Negro mate.<br />No con un negro y el mate, que pena, entiéndase bien. Aclarado, podría decir que me voy de luna de miel con mi flamante bicicleta.<br /><br /><em>No seremos unas máquinas infernales poniendo en peligro la vida de quien se nos cruce por las rutas, pero nuestro estilo, convengamos, todavía captura algunas miradas. Vaya como ilustración un viejo pañuelo anudado al cuello, justo debajo del manubrio.</em><br />¿Y cuánto cuesta el pasaje?... me pregunta chat mediante, a fin de volcar los datos en su prolija agenda. Si no está registrado allí, no se vive. Tipeo los distintos valores. Me pide un mail detallado así puede decidir con mayor tranquilidad.<br /><br />Uf... Qué hija tan organizada.<br /><br />Dicen que las hijas hacemos todo lo posible para no parecernos a nuestras madres. Adoptamos estilos diferentes, inventamos personajes diferentes, durante pilas de años haciendo lo contrario desde la vereda de enfrente y finalmente llega el día, posiblemente en el apogeo de nuestra estupidez, nos miramos al espejo y para nuestra sorpresa nos damos cuenta cuánto nos parecemos. Nos descubrimos repitiendo conductas, gestos, haciendo lo que habíamos jurado no hacer jamás. Patético.<br /><br />En algún momento entendí que, desde la vereda de enfrente, haciendo cosas diferentes por la satisfacción de lo opuesto nomás, jamás iba a parecerme a mi misma. Y me perdería de parecerme a ella. El cielo, entonces, se despejó.<br /><br />O sea, Tesoro. Haz la tuya y saca los ojos de tu madre. No digo sácale los ojos a tu madre, aunque te vengan las genuinas ganas. Rompe el círculo tramposo. Te lo dice alguien que te quiere.<br /><br />Vuelvo.<br />(Pero, si no aprovecho una oportunidad como esta para dejárselo escrito..., ¿cuándo?)<br /><br />Mientras seguimos en chat, a 180 Km de distancia, armo un mail con las distintas propuestas. Antes de despedirnos ya había enviado el correo con la información. Porque escribo rápido. Porque soy impulsiva. Porque me bebo la vida de a tragos.<br />Al día siguiente me pide que reserve los pasajes en Pullman, le parece lo más conveniente. Bien.<br />¿Por qué ésas sonrisas sospechosas cuando hablo de nuestro viaje? ¿Eh? Hummm... Algo huele feo. ¿Qué cosa es? Pues ella había reenviado aquel mail a uno y otro. Luego, ni sé como vino a parar al libro que escribe la vieja Ané.<br /><br />Agacho la cabeza y lo transcribo.</span><span style="font-size: 0px;"><span style="font-family: arial;"> </span></span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: arial;"><br /></span></div>
<span style="font-size: 0px;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 0px;"></span></span></span><br />
<span style="font-size: 0px;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 0px;"><br /><span style="font-size: 0px;"></span><span style="font-size: 0px;"><span style="font-family: arial;"></span></span><span style="font-size: 0px;"></span><span style="font-size: 0px;"><span style="font-family: arial;"></span></span><span style="font-size: 0px;"></span><span style="font-size: 0px;"><span style="font-family: arial;"></span></span><span style="font-size: 0px;"></span><span style="font-size: 0px;"><span style="font-family: arial;"></span></span></span></span></span><br />
<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/TREN%202%20NUEVO.jpg"><span style="font-family: arial;"><img alt="" border="0" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/TREN%202%20NUEVO.jpg" style="cursor: hand; display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center;" /></span></a><span style="font-family: arial;"> </span><br />
<div align="justify">
<br />
<span style="font-family: arial;">“<em>Tren Patagónico<br /><br />Horarios: De SAO a Bariloche:<br />Lunes y viernes a las 22 hs. Llega a Bariloche a las 11 de la mañana. Con los dioses y almas celestiales a nuestro favor.<br /><br />De Bariloche a SAO:<br />Jueves y Domingos a las 17 hs. Llega a SAO 6 de la mañana. También con la ayuda de las mismas fuerzas.<br /><br /><br />Clase Turista:<br /><br />Asientos de cuerina, no reclinables. Luz encendida toda la noche. Aromas a comida elaborada en las casas y empaquetada en caliente. Bullicio propio de la clase media baja. Alguna guitarreada si pinta. Niños y bebés jodiendo permanentemente hasta que el cansancio los agota.<br />Válida esta clase para escritores y estúpidos soñadores que deliran y las cuentan en rondas de vinos, como experiencias alucinantes, mágicas.<br />No válida para gente pragmática con problemas en los riñones, olfato delicado y sueño atrasado.<br /><br />$ 24,50<br /><br />Clase Pullman:<br /><br />Asientos reclinables, aunque las cuerinas han claudicado ante algunos resortes. Se apagan las luces. Calefacción al taco que se te mete por ahí, ya que está justo debajo de los asientos. También aroma a comida de las casas empaquetada en caliente. Clase de mayor poder adquisitivo. Niños y bebés jodiendo (sic) con la misma intensidad que en clase turista. Posibilidad de mandar un Chitsssss fuerte y prolongado porque las luces están apagadas.<br />Un Mozo pasa preguntando si vas a utilizar el salón comedor y te anota en qué turno vas a comer, y qué, para ir preparando el plato.<br /><br />$ 43.-<br /><br />Clase Camarote:<br /><br />Compartimientos con litera (una cama sobre la otra) Utilizados frecuentemente por clientes de la Ruta 23, y que están hartos de la misma travesía. El paisaje y la poesía patagónica ya no les dice nada. Les urge llegar lo más rápido y descansados posible.<br />Ideal para posibles aventuras si no te toca tu vieja o tu hija como acompañante.<br />Ideal también para mantener largas conversaciones cuando alguno de los dos tiene cosas para decir y sólo le interesa escucharse a sí mismo. Le da al otro la posibilidad de ronquetear a gusto. Vale un: ¿podrías hablar más bajito? Gracias. jeje<br />Tiene ventanillas también, para mirar la noche. Prohibidos los vientos del bajo vientre por la falta de ventilación.<br /><br />$ 90.-<br /><br />Salón Comedor:<br /><br />Funciona en dos turnos: 21 y 22 horas. Experiencia encantadora. Carro con fiambres. Carro con postres. Todo modesto.<br />Mozos simpáticos. Se les puede cebar mate a la mañana temprano.<br />Si no se consigue nada mejor se puede convencerlos de manoseo en camarote. Todo muy rápido porque tienen que levantarse temprano a preparar el desayuno, mas o menos enteros.<br /><br />El valor es de $ 15 por cabeza, aprox. A confirmar. No incluye vino.<br /><br />Ah, olvidé preguntar por el vagón cine. Suelen dar tres películas. Una para peques, dos para grandes. Buen lugar para meterse y sopapear a los niños malcriados, los mismos que te joden (sic) desde el asiento de atrás.<br />Ideal para apagar el calor de la calefacción del pullman que te cocina hasta los sesos. Tiene aire acondicionado. $ 5 la entrada.<br /><br />En fin. Ya tenés una idea. Vos decidís.<br />No dudes en contactarme para mayor información.<br />En caso de descarrilamiento, se aconseja mantener la calma. El personal está preparado para estos eventuales. Es más, un viaje sin inconvenientes es un viaje sospechoso. Aburrido. No conviene a los fines turísticos.<br /><br />Gracias por utilizar los servicios de SEFEPA.<br /><br />¡RIO NEGRO PORVENIR!<br /><br />Besos”</em><br />Levanto la cabeza y me hago cargo. Lo dejé tal cual.<br /><br />Sólo agregaría que, en caso de descarrilamiento -y si del vagón comedor se trata-, acostados los pasajeros sobre las mesas a fin de sujetar el repiqueteo de tazas, platos y cubiertos- un mozo, el de mayor rango, elegante de negro y moñito, con las manos detrás de la espalda, anuncia: Descarrilamosss...<br /><br />Doy fe.<br /><br />Espero que mi tan esperada fama nada tenga que ver con un rostro que se me parece pegado en los andenes a lo largo de la Línea Sur. Menos con un aclarado VIVA O MUERTA que tanto menosprecia.<br /><br /></span></div>
<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/TREN%20NUEVO.jpg"><span style="font-family: arial;"><img alt="" border="0" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/TREN%20NUEVO.jpg" style="cursor: hand; display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center;" /></span> </a><br />
<div align="justify">
<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/TREN%20NUEVO.jpg"></a><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 0px;"></span>Ya en viaje, de salida nomás, cuando el tren deja atrás la Estación, consumo el poco crédito de mi telefonito porque mi compañera comenta, por comentar algo en nuestro regocijo, que su padre, mi ex único marido, le pedía cuidara la bolsa de dormir porque LA OTRA, la había perdido YO.<br />Recalenté las teclas peleando por algo que había sucedido 15 años atrás.<br /><br /><br />En fin... dejarla olvidada luego de un encuentro de mujeres en un edificio de La Plata, que luego demolieron..., joder, ¡no es perderla, dicho así, en el tono que lo dijo!<br />¿Qué tono?<br />Bueno che... ya está.<br /><br />Obviamente contamos con niñitos en el asiento de atrás llorando, disfrutamos el comedor con los simpáticos mozos y del exquisito bife de chorizo, para recomendar. (Confieso, que es el único lugar donde lo como) Vinito, brindis. Entusiasmo.<br />Cine. Película que me hizo palpar con disimulo mis costillas en busca de agujeros sangrantes. ¡Hay que soportar la tremenda carambola de una tiroteada encerrada en un vagón sin ventanillas!<br />Qué extraño placer ir rodando hacia la noche de la Patagonia dentro del cine de un tren.<br /><br />Y qué decir del vagón comedor cuando se convierte en psicodélico boliche donde estudiantes incorporan el vaivén y traqueteo del tren a los giros del cuarteto. Ya cerca de las 4 de la mañana, el ritmo es otro. Y el vaivén se convierte en una buena excusa para explorarse en el abrazo.<br />Un resorte empecinado con mis riñones me llevó una madrugada blanca de nieve y luna llena a este increíble vagón. El resto corrió por mi cuenta. Y conste que me sobró disfrute para ahora recordarlo.<br /><br />Pero estábamos en el cine.<br />Nada de manoseo escondido en camarotes con nadie, por tratarse de un viaje en parentesco de primer grado. Hay códigos que uno respeta, caramba...<br />Dormimos toda la noche porque no íbamos en primera clase, donde célebres escritores, ya lo dije, vuelven exquisita literatura el acto mismo, por ejemplo, de mirar a una adolescente cuando mastica un gordo y espumoso chicle rosa.<br />No es mi caso. Su empecinado bizqueo por volverlo inmenso globo, me insufla un suspenso imposible de soportar, hasta el estallido mismo de mi paciencia sobre su cara. Acto que repite y repite de manera obsesiva mientras yo salivo mi odio. Con la complicidad de las luces encendidas, uno se mantiene despierto toda la noche.<br />Ah, pero en Pullman es otra cosa... Verdad. A oscuras, se potencia el estallido.<br /></span><span style="font-family: arial;">Por la mañana tomamos el soñado desayuno en el vagón comedor, donde el paisaje patagónico comparte un lugar de nuestra mesa. Y para deleite no te roba ni una sola tostada, ni se toma tu juguito de naranjas. </span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: arial;"></span><span style="font-family: arial;">Y luego, de llegada, el impresionante, majestuoso, bellísimo, Nahuel Huapi.</span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: arial;">Por cierto, un lago exagerado.<span style="font-size: 0px;"> </span></span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: arial;"><br /></span></div>
<div align="right">
<span style="font-size: 85%;"><em><span style="font-family: arial;">Ilustración tapa</span>:</em><span style="font-family: arial;"> </span></span><span style="font-family: arial;"><em><span style="font-size: 85%;"></span><strong><span style="font-size: 85%;">Lorena Bustos</span> </strong></em></span></div>
<div align="right">
<span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 85%;"><em>Dibujó Tren Patagónico: <strong>Lalo Quinteros</strong></em></span></span></div>
<div align="left">
<strong><em><span style="font-family: Arial; font-size: 85%;"></span></em></strong></div>
<div align="left">
</div>
<div align="left">
Próximo capítulo: <span style="color: #666600;"><strong>Bienvenida<em><span style="font-family: Arial; font-size: 85%;"></span></em></strong></span></div>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1162839524743970962006-12-29T10:40:00.000-08:002007-01-23T06:21:36.406-08:00<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/tn.jpg"></a><br /><br /><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/blanco%20trompito.12.jpg"></a></p><div align="center"><br /><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><br /></span></span><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><strong><span style="font-family:courier new;"><span style="color:#666600;"><span style="font-size:180%;"></span></span></span></span></strong></span><span style="font-size:0;"><strong><span style="font-family:courier new;"><span style="color:#666600;"><span style="font-size:180%;"><span style="font-family:courier new;font-size:130%;"><span style="font-size:0;"></span></span></span></strong></span></span></span><span style="font-family:courier new;"><span style="color:#666600;"><strong><span style="font-family:courier new;"><span style="font-size:130%;"><span style="font-family:courier new;">BIENVENIDA<span style="font-size:+0;"> </span></span></span></span></strong></span></span></div><div align="center"><span style="font-family:courier new;"><span style="color:#666600;"><strong><span style="font-family:courier new;"><span style="font-size:130%;"><span style="font-family:courier new;"><span style="font-size:+0;"></span></span></span></span></strong></span></span></div><div align="center"><span style="font-family:courier new;"><span style="color:#666600;"><strong><span style="font-family:courier new;"><span style="font-size:130%;"><span style="font-family:courier new;"><span style="font-size:+0;"></span></span></span></span></strong></span></span></div><div align="center"><span style="font-family:courier new;"><span style="color:#666600;"><strong><span style="font-family:courier new;"><span style="font-size:130%;"><span style="font-family:courier new;"><span style="font-size:+0;"></span></span></span></span></strong></span></span></div><div align="left"><span style="font-family:courier new;"><span style="color:#666600;"><strong><span style="font-family:courier new;"><span style="font-size:130%;"><span style="font-family:courier new;"><span style="font-size:+0;"><span style="font-size:+0;"><br /></span></span></span></strong></span></span></span></span></div><div align="left"><span style="font-size:+0;"><span style="font-size:+0;"></span></span></div><div align="left"><span style="font-size:+0;"><span style="font-size:+0;"><span style="font-size:+0;"><br /></span></span></span><span style="font-family:courier new;"><span style="color:#666600;"><strong><span style="font-family:courier new;"><span style="font-size:130%;"><span style="font-family:courier new;"><span style="font-size:+0;"></span></span></span></span></strong></span></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:+0;"><span style="font-size:+0;"><span style="font-size:+0;"></span></span></span><span style="font-size:+0;"><span style="font-size:+0;"></span></span><span style="font-size:+0;"></span>A</span><span style="font-family:arial;font-size:100%;"> las 11 de la mañana estamos en Bariloche. </span><span style="font-size:0;"><span style="font-family:arial;font-size:100%;"></span><span style="font-size:0;"><span style="font-family:arial;font-size:100%;"><br /><br /></span></span></span><span style="font-size:100%;"><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span>¡Y sin inconvenientes! ¡No hubo cuadrillas de obreros sosteniendo con largas varetas de hierro las vías rotas para que el tren pase despacito por la fea curva y no se tumbe hacia allá abajo, en el fondo de una pared de piedra de un cerro! Pero que bien.<span style="font-size:0;"><br /><br /><br /></div></span></span></span><span style="font-size:100%;"><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span></span></span><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/tren%20puente%201.2.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/tren%20puente%201.0.jpg" border="0" /></a></p><div align="left"></div><div align="center">Puente del Ñirihuau</div><div align="center"><br /><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/tren%20puente.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/tren%20puente.jpg" border="0" /></a></div><div align="center"><br /><span style="font-family:arial;">Fotos Maxi Blanchet</span> </div><div align="center"><br /><span style="font-size:0;"><br /></div></span><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Tren Patagónico... ¡¡¡TE QUIEROOOOOOO!!! Ni te imaginas cuánto.<span style="font-size:0;"><br /><br /></span></span><span style="font-family:arial;">Ojalá nunca te encuentren los japoneses. O reaparezcan los ingleses. Qué tendría yo para contar. A ver... Apoyé mi trasero en el asiento siIiconado y un cinturón de rayos láser se encendió en mi cintura. Respiré hondo y el cartel “No olvide sus objetos personales al descender” Indicaba que habíamos llegado. Exhalé. ¿Qué cosas interesantes suceden en una profunda inspiración dentro de un tren bala para que yo invente un libro? ¿Eh? </span></div><span style="font-family:arial;"><div align="justify"><br /></div></span><div align="center"><span style="font-family:arial;"></span></div><div align="center"><br /><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/estepa2[1].3.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/estepa2%5B1%5D.3.jpg" border="0" /></a></div><div align="center"><span style="font-family:arial;"></span></div><div align="center"><span style="font-family:arial;"></span></div><div align="center"><span style="font-family:arial;"></span></div><div align="center"><span style="font-family:arial;">Foto Rómulo Morishita</span></div><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/estepa[1].0.jpg"></a></p><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Bajamos del tren y me reencuentro XR, mi negrita que, salvo la tierra que la cubre -y ojo, no cualquier tierra, sino la polvorosa tierra de la Línea Sur, podría decirse que hizo un viaje sin sobresaltos.<br /><br />Para poder cargar una bicicleta en el tren se necesita una guía de despacho, obvio. Guía y trámite que hay que realizar una hora antes de la salida del tren, obvio. Pues yo desconocía todo esto, obvio. Llegamos a la estación de San Antonio cuando ya estaba el tren por salir, sin tiempo de guía ni de nada.<br />Que yo no viajaba sin ella. Y andá a desporfiarme. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Segundos antes que suene la campana dijeron agotados que harían, y por única vez, una excepción, bajo la exclusiva responsabilidad del encargado de la carga.<br />Así, XR fue cargada en el último vagón del convoy, bajo mi atenta vigilancia, a qué dudarlo, y acomodada entre dos pilas de bolsas de cebollas.<br />Se la recomendé al guarda. Te la encargo, le dije. Quédese tranquila. Como si fuera tu novia. Sonrisas. Eso sí, si le pones la mano encima, te reviento. Congeló sonrisa, corrió la ancha puerta del vagón y chau, loca.<br /><br />Snif. Solita ahí adentro, vaya a saber uno que cosas le tocaría vivir.<br />De todos modos cada vez que lo crucé al guarda en el trayecto (no olvidemos que en este tren uno se desplaza: puede ir al comedor, al cine, a los vagones de primera, camarotes, baños) me ocupé con un: ¿todo bien? –mirándolo fijo–, de que el buen hombre se asegure que esa hermosura entregada en manos esté de maravillas. Caso contrario, al mejor estilo Ágata Christie, moriría asesinado durante la noche del Patagonia Express.</span><br /><br /><span style="font-family:arial;">Bien, estamos en Bariloche. Sono arivatto.<br />Iremos a lo de nuestra amiga Aida, en esta ciudad. No es demasiado lejos, muy cerca del Bariloche Center, el archifamoso mamotreto de cemento y ventanas. Erigido en pleno centro, ofende. Como cualquier prepotente y absurda estupidez.<br />Salgo de la estación en mi bicicleta y a las pocas cuadras Cecilia me saluda sonriente desde el vidrio de atrás de un taxi.<br /><br />Tomo la costanera.<br />Si tenía alguna fantasía poética de pedalear por la orilla del lago Nahuel Huapi, entre mariposas blancas mientras la vida me sonreía alrededor... pues no. Nada de eso.<br />Los autos, muchas camionetas 4 x 4 me pasan finito, a mil y por sobre todo camiones y colectivos tosen el humo de los caños de escapes en mi cara.<br />Mariposas negras. (Y yo aposté a que la verificación de motores estaría del lado de los que andamos a pulmón)<br />Encima, como la ciudad está asentada en la base de la montaña, los autos bajan en picada y, en este caso, desembocan en la costanera. O sea, me disparan de todos los frentes, pedaleo entre tanques y las banquinas están minadas.<br /><br /><em>Puedo escribir que el lugar no es el ideal para andar en una XR 3800 Negro mate, ni en ninguna otra, por el tema de las pendientes, la velocidad del tránsito y las banquinas angostas, pero como estoy leyendo El Pintor de batallas, de Pérez Reverte, cómo me gusta, me tomo una licencia. Y lo digo como lo dije.<br /><br /></em></div></span><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Llego hasta la intersección que me lleva a la calle España y en maniobra rápida, doblo a mi izquierda rumbo a la punta, arriba. Así escrito parece poca cosa, pero hay que estar ahí y, en bicicleta, doblar a la izquierda.<br />Comienzo a trepar y de pronto una camioneta con un carro enganchado y unos tambores saltando encima del carro, se acerca a mi lado. Un degenerado me grita mal, fuerte: “¡Yo a ese culo lo conozco!” (sic)<br /><br />Oh, no...<br />No lo puedo creer.<br /><br />Recién llegada, bajando del tren, con no sé qué cantidad de miles de habitantes asentados en esta turística ciudad y vengo a dar justito con un cordobés loco. Cuando nos encontramos en Las Grutas, siempre me carga por el tamaño de mi trasero. (Porque yo se lo permito como a un jodido hermano, que no es)<br /><br />Abrazos, encuentro. Tan sacado como siempre. Dice que venía por la costanera y 300 metros adelante vio mi culo en bicicleta por la banquina (sic) O sea, me vio.<br />Se apura porque TENÍA que saber qué hacía yo en Bariloche y resulta que ya no estoy, me pierde de vista. Entonces ahí nomás, loco, con carro y tambores encima (no olvidemos que la costanera es una avenida de doble mano) dibujó una hermosa U, con lo que ello significa, y comenzó a subir la cuesta luego de haber dejado una horda furiosa atrás.<br />Fue entonces, dice, que lo vio. Justo enfrente, ahí delante de él, a mi culo, trepando la cuesta. (sic)<br />Clarísimo. Para qué agregar más.<br /><br />Digamos que este inesperado comité de bienvenida a cargo de un turco pirado como anfitrión y una banda de tachos, conmemorando la llegada de mi trasero a Bariloche, resulta más que emotivo.<br /><br />Si mi viaje comienza así, me dije, el resto será para alquilar balcones. Sin lugar a dudas.<span style="font-size:0;"> </span></span><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><br /><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span></span></span><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span></span></span></span></div><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span></span><br /><br /><p align="right"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><br /></span></span></span></span></span><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><em></em></span></span></span></span></span></p><p align="right"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span></span></span></span></p><p align="right"><span style="font-family:arial;"><span style="font-family:arial;"></span></span><span style="font-family:Arial;"><em>Imagen editada sobre Ilustración de <strong>Lorena Bustos</strong></em></span></p><div align="right"><span style="font-family:Arial;"><em></em></span></div><div align="justify"><span style="font-family:Arial;"></span></div><div align="justify"><span style="font-family:Arial;">Próximo capítulo: </span><span style="font-family:courier new;color:#666600;"><strong>DIOSAS</strong></span></div>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1163022077439265292006-12-28T13:35:00.000-08:002007-07-18T10:39:21.483-07:00<p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/7461/1678/1600/diosas.0.jpg"></a></p><br /><br /><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/7461/1678/1600/diosas.jpg"></a></p><div align="center"><span style="color: rgb(102, 102, 0);font-family:courier new;font-size:180%;" ><strong></strong></span></div><div align="center"><span style="color: rgb(102, 102, 0);font-family:courier new;font-size:180%;" ><strong></strong></span></div><br /><p align="center"></p><p align="center"><span style="color: rgb(102, 102, 0);font-family:courier new;font-size:130%;" ><strong>DIOSAS</strong></span></p><p align="justify"></p><p align="justify"><br /><span style="font-family:arial;">La casa de Aída, nuestra amiga, está dentro de un gran jardín en pleno centro de Bariloche, donde unas bellas diosas no necesitan la luz de la luna, mejor si la hay, para reunirse a conjurar el amor en cualquiera de sus formas. </span></p><p align="justify"><span style="font-family:arial;">Ubicada a unos metros del Centro Cívico es difícil creer que se escuche el canto de los pájaros por sobre el ruido de los automóviles de la calle. O no te importen los avatares del clima de la ciudad, por la sensación de resguardo que uno siente dentro de un microclima especial.</span><span style="font-family:arial;">Seguro tienen que ver un viejo Roble o un majestuoso Maitén, o la distribución estratégica de los arbustos que sostienen increíbles colores. </span></p><p align="justify"><span style="font-family:arial;">Rincones con tulipanes, ligustrinas, enredaderas, flores en las ventanas, en fin... todo conspira para dejar del otro lado de la pequeña verja de madera el molesto afuera. Y para que yo renueve mis votos al otoño. </span><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/7461/1678/1600/AIDA2.jpg"></a><span style="font-family:arial;">Dentro de la casa las cartas de su Tarot vuelan suspendidas por las habitaciones; las esencias florales de bosques y valles patagónicos juegan a las escondidas con el humo de los inciensos; profundas dolencias se rinden en brazos de antiquísimas técnicas orientales sobre una camilla, único mobiliario de un cuarto alfombrado. También unas musas protestan su aburrimiento sobre el teclado de su computadora apagada.</span></p><p align="justify"><span style="font-family:arial;"></span><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/7461/1678/1600/ls%20dos.jpg"></a><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/7461/1678/1600/aida.0.jpg"></a><span style="font-family:arial;">Una casa diferente, especial. </span></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/7461/1678/1600/AIDA2.0.jpg"><img style="" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/7461/1678/320/AIDA2.0.jpg" border="0" /></a></p><br /><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><br /></span></span><p align="right"></p><p align="right"></p><p align="justify"><span style="font-family:arial;">Nuestra amiga, de enorme sonrisa, vestida con los colores de un big bang (ni hablar de su calzado, en tonos y formas imposibles de imaginar) ahora, destapa un frasco de berenjenas en escabeche: pócima secreta para una cena informal que compartiremos las tres. </span></p><p align="justify"><span style="font-family:arial;">El encuentro de seres que vibran en una misma frecuencia no es asunto a resolver en bajas dimensiones, con estrategias humanas, ni apostando a conductas previsibles. Aída los convoca sin decir agua va. Las ondas entran y salen a cualquier hora por las puertas y ventanas de su casa. Mensajes y códigos que, a mi mente simple y densa le resulta imposible descifrar. A su lado termino creyendo que nada malo habrá de sucederme si permito que las hadas me rocen con sus largas colas. La clave es estar atento. Lo demás viene solo. La armonía está de tu lado cuando de estos menesteres se trata. </span></p><p align="right"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/7461/1678/1600/ls%20dos.0.jpg"><img style="" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/7461/1678/320/ls%20dos.jpg" border="0" /></a></p><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/7461/1678/1600/aida.2.jpg"><img style="" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/7461/1678/320/aida.0.jpg" border="0" /></a><br /><br /><br /><br /><br /><p align="justify"><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" >Visitarla, entonces, supone una experiencia rara que disfruto entre mariposas de cristal suspendidas de las ventanas y jirafas en escala venidas de no sé qué país exótico. Sus largos cuellos asoman por sobre una colección de diminutas tacitas de cerámica mejicana, o rusa, o que sé yo.<br />Es una experiencia imprevisible. Siempre enriquecedora, por lo que vivo, encuentro, recojo y dejo allí. Además de anillarme en su enorme y blanca cama llena de almohadas de plumas, aunque con una rojo furioso –no podría ser otro color– frazada Palette.<br />O sea, mi sueño llega entre suaves almohadas, mesas de luz atestadas de libros e íntimos secretos compartidos entre risitas.<br />¡Qué placer!<span style="font-size:0;"> </span></span></p><p align="justify"><em><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" >Hay que ganarse esa cama. ¿Eh?</span><br /></em></p><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;"></span><p align="justify"><span style="font-family:arial;">Bien. Luego del desquite de pedalear tranquila, por la orilla del Nahuel Huapi, (entiéndase que me levanté a las 8.00 cuando los automóviles aún no corrían por las venas del Nahuelito urbano), regreso a la casa cansada pero feliz.<br /><br /></span></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/Octubre_06_040%5B1%5D.2.jpg"><img style="" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/Octubre_06_040%5B1%5D.2.jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><span style="font-family:arial;">XR </span></p><p align="justify"><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span></span></span><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;"></span></p><p align="justify"><span style="font-family:arial;">Llega en el transcurso de la mañana otra diosa bruja amiga de Aída, encima, bonita</span>. <span style="font-family:arial;">Coordina un taller en esta misma casa. El grupo, dice, está trabajando la relación de cada uno con el dinero. Ya que estamos de visita, nos invita a participar esa misma tarde.<span style="font-size:0;"> </span></span><span style="font-family:arial;">Dinero, Já.</span><span style="font-size:0;"> </span></p><p align="justify"><span style="font-size:0;"></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;">Tengo una pésima relación con el dinero, le contesto.</span></p><p align="justify"><span style="font-size:0;"></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;">Y arranco.<span style="font-size:0;"> <span style="font-size:0;"></span></span></span></p><p align="justify"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:0;"></span><span style=";font-family:Arial;font-size:100%;" ><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;">Siempre me costó ganarlo. Eternamente, y pongo mis ojos en blanco, tengo que hacer trabajos que no me gustan para obtenerlo, Cuando lo consigo, lo pierdo. <em>Dicho así para que vea que sé de qué hablo, cuando hablo.</em></span></p><p align="justify"><span style="font-size:0;"></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;">¿Amplío? Cobro el sueldo y sin saberlo lo llevo en mi mochila cuando salgo a caminar hacia una playa alejada. No me preguntes cómo fue a parar a mi mochila. Porque no lo sé. Pierdo la billetera con el sueldo íntegro. </span></p><div align="justify"><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;">¿</span><span style="font-family:arial;">Te das cuenta que horror? Me quedo seca. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Pero no me hago mucho problema. No le doy importancia porque en verdad estoy acostumbrada a no tenerlo. Si lo tengo bien y sino... nada. En algún lugar estaría escrito que tenía que perderla. ¿No? Y bueno. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Ya te digo, mi relación con la guita es de terror, dejo monedas en platos dentro y afuera de mi casa porque dicen que la plata trae a la plata, pregono el trueque como estrategia para no tener que lidiar con el dinero, en fin..., suspiro. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Eso sí, como ñoquis los 29. Recursos que me ayudan a convivir con este fantasma. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Río.</span><span style="font-size:0;"><span style="font-family:arial;"> </span></span><span style="font-family:arial;">Ella no. </span></div><div align="justify"><span style="font-size:0;"><br /></span><span style="font-family:arial;">¿Qué pasa? </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">¿Por qué nadie ríe? </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">La bruja bonita, me mira con cara de póquer. No asiente, no dice nada, no aporta nada, no me anima a nada. Ni sonríe por mi graciosa ocurrencia de los ñoquis los 29. Nada de nada. Sólo me escucha con interés mientras yo, supongo, como bien me dijo Zkot Penn, repito un libreto. Un aprehendido libreto. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Ella, nada. Mi amiga, la Morocha, nada. Cecilia, nada. Sospechosamente serias las tres. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Ay, qué miedo. Qué dije. Qué cosa espantosa dije. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Entonces, la diosa rubia, muy calma, pregunta, confirmando mis sospechas: ¿Vos te escuchaste? Balbuceo no sé que cosa. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Sólo tenés que repetir palabra por palabra todo lo que dijiste y escucharte. Hacélo y te vas a dar cuenta. Palabra por palabra. Escucháte, dice bajando la cabeza. La levanta otra vez: Es peligroso y horrible, remata. Generás aquello que luego vivís. Vos lo pedís, dictamina, y vos lo recibís. Es tu energía que se te viene en contra. Te espero esta tarde en el taller. ¿Sí? Sonrisa. No faltes. Besos. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Y divina, se aleja.<span style="font-size:0;"> </span></span></div><div align="justify"><span style="font-size:0;"><br /></span><span style="font-family:arial;">Toing.</span></div><div align="justify"><span style="font-size:0;"><br /></span><span style="font-family:arial;">Me imagino como esas gallinas que le cortan la cabeza de una cuchillada y siguen dando dramáticos pasos hasta que la vida toda se les escurre por el pescuezo. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Toing, otra vez. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Encuentros, coordenadas en distintos momentos de una vida. Destino. La vida se me escapa por un agujero. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">El poder de las palabras. Lo que uno dice es la piedra fundamental, es la energía para que lo dicho comience a tomar forma. Después sólo hay que esperar. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Yo lo pedí, pues a hacerme cargo. </span><span style="font-family:arial;">Yo lo proclamo, pues a hacerme cargo. </span><span style="font-family:arial;">Yo lo digo, pues a hacerme cargo. </span><span style="font-family:arial;">Yo no lo digo, yo no lo pido, yo no lo tengo. A hacerme cargo. </span><span style="font-family:arial;">No importan los tiempos, de extraña manera siempre llega lo que uno pide. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">El poder de la oración. Ergo, ha tener cuidado y mucho respeto por el Verbo. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Para una atropellada, impulsiva como yo, confirmado por la seriedad en los rostros de las dos brujitas, puede ser fatal. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Debo sacudirme la tierra de esta revolcada y repensarme nuevamente. Si esto yo lo sabía.</span></div><div align="justify"><span style="font-size:0;"><br /></span><em><span style="font-family:arial;">Porque el Verbo se hizo carne, decía y levantaba un dedo largo, profético. Peligroso. Y el eco retumbaba entre las columnas del templo. Entonces, yo de puro miedo ahogaba mi verbo con la almohada.</span></em></div><div align="justify"><span style="font-size:0;"><br /></span><span style="font-family:arial;"><em>¿</em></span><span style="font-family:arial;">Qué me distrajo? Será que por rebuscados mecanismos internos ha de ser “beneficioso” no tener dinero. Uno no decide nada, no se ve en la obligación de hacer nada, no quiere nada. Se regodea dentro de su guarida lamiendo gozoso su propia herida. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Como un avance de movilización de un taller que no hice, es más que suficiente. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Bueno, pienso, probemos, a ver... ahí va: quiero tener mucho dinero, mucho. Precisá, me apura una de mis Anas. ¿Cuánto? Mucho. No decís cuanto. ¿Para qué? Que sé yo... Eso no vale. Para qué. Para tener tranquilidad. Sigue siendo muy amplio. Para no volverme loca cuando pienso que a veces tengo 75 pesos para vivir de aquí al resto de la eternidad. </span><span style="font-family:arial;">No escapes. T</span><span style="font-family:arial;">ampoco recurrás a tus archi conocidos guiños.</span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Bueno, está bien. Para dedicarme a escribir. Eso está mejor. Escribir sin tener que pensar que me quedan 75 pesos... ¡Basta! </span></div><div align="justify"><span style="font-size:0;"><br /></span><span style="font-family:arial;">Las botitas acordonadas fucsia helado frutos del bosque de Aída, me resetean el cerebro. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Otra vez se lo digo: las posibilidades de encontrarla en cualquier ciudad una tarde cualquiera, están 100 % a mi favor si camino mirando los zapatos de la gente. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Risas.</span></div><div align="justify"><span style="font-size:0;"><br /></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-family:arial;">Nos vamos a Villa La Angostura a pasar la tarde. Luego seguiré con mis deberes.<br /></span></span></div><span style="font-size:0;"></span><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/ceci.0.jpg"></a><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/CECI.jpg"><img style="" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/CECI.jpg" border="0" /></a></p><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><div align="justify"><br /></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;font-size:100%;"></span></div></span></span><span style="font-family: arial;">Me quedo colgada del gris oscuro de los ojos de Cecilia. </span><br /><span style="font-family: arial;">Tengo una certeza. Necesito el dinero, lo quiero. Para disfrutar, entre otras maravillas, de su mirada una mañana de mayo en el vagón comedor de un fantástico tren, mientras tomamos el desayuno, una frente a la otra, entre las altas paredes de piedras negras y rojas de los cerros de Pilcaniyeu, un lugar de la Línea Sur de la Patagonia. </span><br /><span style="font-family: arial;">No sé cuando lo pedí, pero celebro que llegó. Pido seguir teniendo la sensibilidad que hoy me lleva a escribirlo. <br /></span><br /><br /><br /><br /><span style="font-family: arial;">P<span style="font-size:85%;"><span style="font-style: italic;">róximo capítulo: </span><span style="color: rgb(102, 102, 0);">FOTOS PARADISO</span></span></span><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><div align="justify"><span style="color: rgb(102, 102, 0);font-family:courier new;font-size:100%;" ><strong></strong></span><span style="font-size:100%;"><br /></span></div><div align="justify"><span style="font-size:100%;"><br /></span><br /></div><div align="center"></div></span></span>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1163191116696820852006-12-27T11:58:00.000-08:002011-06-17T16:18:04.691-07:00<div align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/Fotos%20paradiso.6.jpg"></a></div><br />
<div align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/Fotos%20paradiso.4.jpg"></a></div><div align="center"><strong><span style="color: #666600; font-family: courier new;"><span style="font-size: 130%;"></span></span></strong></div><div align="center"><span style="font-family: courier new;"><span style="font-size: 130%;"></span></span></div><div align="center"><span style="color: #666600;"><strong>FOTOS PARADISO</strong></span><span style="font-size: 0px;"> </span><br />
<br />
</div><span style="font-size: 0px;"></span><br />
<br />
<br />
<br />
<span style="font-family: Arial;"></span><br />
<span style="font-family: Arial;"></span><span style="font-family: Arial;"></span><br />
<div align="center"></div><div align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/Dibujo.3.jpg"><img alt="" border="0" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/Dibujo.2.jpg" /></a></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"><em><span style="font-family: arial; font-size: x-small;">Desde el Cerro Bayo</span></em></div><div align="center"><br />
</div><div align="center"></div><div style="text-align: left;"><br />
</div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Qué decir de Villa La Angostura? Un paisaje perfecto. </span></div><div style="text-align: left;"><br />
</div><div style="text-align: left;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lo disfruto con la certeza que no quedaré con la extraña sensación de lejanía de unas postales, o la modorra en que me sumergen los inevitables álbunes de fotos de los recién conocidos.</span><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/muelle.1.jpg"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span></a><br />
<div style="text-align: left;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Estoy convencida que un álbum familiar cobra vida, interesa y deleita cuando lo miran los protagonistas. Para el resto significa un amoroso acto que bien pone el sentido de amistad a prueba.<br />
Ni que hablar cuando hay un dedo que recorre foto por foto y oficia de guía y si uno, audaz, comete el atrevimiento de adelantar unas hojas, el dedo porfiado del anfitrión vuelve a la que seguía en riguroso orden. Supongo ha de sentir algo así como si cercenáramos sin piedad una parte de su vida. <br />
<br />
Mucho peor cuando nos condenan a mirar las 380 digitalizadas en la pantalla de un monitor.</span></div><div style="text-align: left;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: 0px;"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/muelle.1.jpg"><img alt="" border="0" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/muelle.1.jpg" /></a></span></div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 85%;"><span style="font-size: small;"><em><span style="font-size: x-small;">Puerto Bahía Brava</span></em> <span style="font-size: x-small;"></span></span></span></span><div style="text-align: center;"><br />
<span style="font-size: 0px;"><br />
</span></div><div style="text-align: left;"><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En casa de mis viejos, en nuestros extraños encuentros familiares, las fotos salían de una enorme bolsa que desparramábamos sobre una cama o sobre el piso mismo. No había una secuencia, intentarla le hubiera significado a mamá un terrible dolor de cabeza. Nada menos que tener que armar el rompecabezas de su propia vida. Encima sin la posibilidad de revertir nada. </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Así, cualquiera de nuestros hijos con lomos de potro se volvía de repente gordito divino con chupete y luego aparecía flaco desgarbado con un flequillo que le cruzaba la cara para ocultar su adolescencia. <br />
O el Dandy, peinado a la gomina que tomaba sol en un grupete distinguido sobre una cubierta de un barco en San Isidro, era el abuelo con cara de abuelo de la foto de al lado, sentado junto al fuego y un nieto por rodilla. </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Ésta sos vos? Naaaaaaa... ¿¡Jugabas al tenis!? Claro, cómo la foto de esa mina veinteañera, raqueta en mano boquita corazón, va a ser tu abuela. La misma que te abraza en esta otra. El tiempo se ensaña con uno, mi dios... <br />
Y sí. Si jugás a mezclar el mazo de tu vida y a dar vueltas las cartas sobre un tapete de curiosos, seguro aparece el as filoso del tiempo y te liquida sin piedad. </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Reglas del juego.</span> <br />
<br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Soy partidaria de dejar el último álbum, el del último nieto, el del último cumpleaños, el de las últimas vacaciones, el del último amor, sobre una mesa, el tiempo que dure el entusiasmo, y que lo mire quien tenga ganas, como tenga ganas. (Mientras tanto nosotros podemos usar el dedo, por ejemplo, para dibujar corazones en la humedad de los vidrios o hacer girar el hielo en el vaso de whisky)</span></div><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cabe aclarar que encontré una diosa que ordenó hace años mis fotos y otra que las clasificó para ser entregada a cada pichón en su vuelo, porque fuertes vendavales hacían peligrar el nido. Y yo no andaba con las fuerzas para construir otro. <br />
Es mi tercera visita a esta Villa. Nunca deja de maravillarme, cualquiera sea la época del año.<br />
La conocí hace muchos otoños, en viaje sobre un fabuloso Citroen Ami 8. Prestado. Luego volví en una poderosa 4 x 4 japonesa, a Villa Manzano, por supuesto, con la nieve cayendo por un ventanal a ocho trancos de mi cama y a dos del lago y filmé todo y subí al Refugio del Centro de esquí del Cerro Bayo y tomé chocolate sentada al sol con anteojos espejados y todo eso. Porque era rica. </span><br />
<br />
<span style="font-family: Arial;"></span><span style="font-size: 0px;"> </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y sigo haciéndolo, esta vez con Cecilia, por el centro de la Villa.<br />
Nos sentamos en un banco de un paseo entre coquetones locales comerciales de montaña, a tomar sol. Y a escuchar a Rosana que suena a mil porque el pastelero de la Panadería de enfrente convida Lunas Rotas a todos los que estamos rendidos al sol sobre unos bancos. <br />
Vaya uno a saber que fibras le tocó esta enigmática mujer de ojos increíbles sentada a mi lado cuando le pidió un poquito más de volumen.<br />
<br />
No voy a mencionar pormenores de los primeros feítos 45 minutos que estuve jineteando una descompostura fenomenal que me bajó en reiteradas oportunidades del lomo del inodoro, cuando cojudos retorcijones me hacían subirlo otra vez. Para qué. A quién le importa. <br />
Salí blanca y desarticulada. <br />
En la puerta me esperaba Cecilia sin poder creerlo. Había llegado a conocer el mentado Paraíso de Villa La Angostura y no dejaba de preguntarse que hacía, desde que bajó del ómnibus, parada en la puerta del baño de una terminal sin entender por qué yo cada 10 minutos salía de un baño y me metía en otro.</span><span style="font-family: "Helvetica Neue", Arial, Helvetica, sans-serif;"> En fin... Insisto, a quién le importa.</span> <br />
<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: 0px;"><br />
<span style="font-size: 0px;"></span></span><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/ARG-VILLA-ANGOSTURA.7.jpg"><br />
</a></div><div style="text-align: center;"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/ARG-VILLA-ANGOSTURA.6.jpg"><img alt="" border="0" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/ARG-VILLA-ANGOSTURA.6.jpg" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br />
<span style="font-size: 0px;"><span style="font-size: 0px;"><br />
<span style="font-size: small;"></span></span></span></div><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"></span><br />
<div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: 100%;">Y</span><span style="font-size: 100%;"> ahora acabo de llegar dentro de un colectivito que me cobra $ 8 el pasaje desde Bariloche para estar sólo unas horas porque con una bici a cuestas y una pequeña mochila seguiremos hasta El Bolsón. No viene al caso ponerme a analizar, justo ahora, si he evolucionado o involucionado. En verdad, a este Paraíso los disfruté en todas mis instancias. </span></span></span></div><span style="font-family: arial; font-size: small;"></span><br />
<div style="text-align: center;"><span style="font-size: small;"></span></div><div style="text-align: center;"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/img.0.jpg"><span style="font-size: small;"></span></a></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: small;"></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-size: small;"></span></div><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: small;"></span></span><br />
<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: small;"><br />
</span> <span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Para aprovechar el tiempo restante, decidimos revelar un rollo de fotos. Dije que no me gustan las fotos, ¿no? A uno le roban el alma, aseguraban los antiguos. ¡Qué tortura! Tanto cuando me avisan que me quede quieta, cosa que me resulta ya harto difícil y entonces viene el: no pongás ésa cara, porque jamás doy con la cara apropiada. O no me avisan y es peor, porque, qué querés... cada uno sale como es. Como sea, la imagen que tengo de mi misma no se parece en nada a la mina desalmada y espantosa, que revela la foto. Traumático.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: small;"><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Haré contactos, decide Ceci. Pequeñas fotos, muestras que, si te gustan se hacen en tamaño normal o en tamaño exagerado si alguna foto te pega fuerte. Ella entiende la trastienda de este asunto. Total por $ 4, dice, tenemos un paneo del asunto. Perfecto. Mejor chiquitas. No creo que ninguna mía le pegue fuerte a nadie como para exagerarla.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Dejamos en una casa de fotografías el rollo y nos metemos en una confitería a tomar chocolate, comer chocolate, oler chocolate, y a convencernos que, por una vez que lo probemos en todos sus estados, no nos va a matar. Yo, después de lo pasado por tres inodoros diferentes, (porque había que salir como si nada y entrar en el de al lado como si nada) me animaba hasta digerirlo en pelo.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Bien, ansiosas por las fotos, a qué negarlo, las retiramos y nos vamos a la terminal.</span><br />
<span style="font-size: small;"><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Hay testigos, sí señor, calculo las tres cuartas partes del pasaje que regresa con nosotros. Nadie puede subir porque el colectivo aún está cerrado. Entonces... ¿qué hace la gente cuando espera parada junto a un colectivo? Nada. Mira. Nos mira. Nos reímos tanto que da calambre, literalmente. Escondiéndonos una detrás de la otra para ocultar el desborde. Tentadas por las benditas fotos. Y aún no lo sé si eran fallas que tenían que ver con los contactos o uno es así y ni sabe, porque nadie se atreve a decírselo.</span><br />
<br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Una en especial pasaba de mis manos a la de ella y como papa caliente volvía a las mías y así dale que va. Podría ser una foto cualquiera.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Nada en especial.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">En un andén junto al Tren Patagónico en la estación de San Antonio Oeste, cuando salíamos de viaje. Congelando el maravilloso momento de la partida. De rutina. ¿Tiene algo que ver quién la saca? ¿Qué energías se ponen al enfocar? No lo sé. Tal vez sea eso. Una al lado de la otra. Muy juntitas. Felices por el viaje a emprender.</span><br />
<br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">De arriba hacia abajo se podría decir que, de caras bien. Sonrisas de juguetería. Pero de ahí en más yo no sé que pasó porque una palma por debajo de los hombros las dos comenzamos a ensancharnos y no cesa el efecto hasta dos dedos por encima de las rodillas. Las piernas se nos han acortado con prendas y todo. Nos tira la entrepierna, entonces los tobillos de ambas y los pies muy juntitos, destacan en el caso de Cecilia, zapatillas plateadas, y en el mío viejos borcegos que completan por debajo el aspecto general de vasijas. Dos vasijas prontas a ser cargadas en el convoy.</span><br />
<br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Qué terrible. ¿La foto? No. No dejar de reírnos hasta la mitad del camino de regreso a Bariloche. Posiblemente algún bisnieto la encuentre entre las hojas de un aburrido libro (por esto de esconderlas muy bien porque romperlas trae horribles desgracias) o entre los escombros de la gráfica de mi vida salida de alguna bolsa. Tendrá exquisita diversión a muy bajo costo.</span><br />
<br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;"> Cuando logramos controlarnos y sin mirarla, corro el riesgo de comenzar otra vez, le digo: Gorda... somos re inteligentes las dos... qué re bueno. ¿Viste?</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">¿Por?... me pregunta con ojos llorosos.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Porque dicen que las personas re inteligentes, así como nosotras, tienen sentido del humor. Se ríen de sí mismas. Me pone re contenta que podamos lograrlo. Me re tranquiliza.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">Má... córtala querés...</span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No puedo. Esto es muy fuerte para mí. Ché... en serio, fuera de joda... los líquidos de revelados en La Angostura... ¿acortan los pantalones?</span> </span></div><br />
<br />
<br />
<span style="font-size: small;"><em><span style="font-family: arial; font-size: 85%;"></span></em></span><br />
<br />
<span style="font-size: small;"><em><span style="font-family: arial; font-size: 85%;">Próximo Capítulo:</span></em> <strong><span style="color: #666600; font-family: courier new;">For Export</span></strong></span><br />
<div style="text-align: center;"><em></em></div></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 0px;"></span></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 0px;"></span></span></div><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 0px;"><span style="font-size: 0px;"><span style="font-size: 0px;"></span></span></span></span><span style="font-family: arial;"></span></div>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1163360977615671762006-12-26T11:00:00.000-08:002007-07-19T07:54:47.680-07:00<p align="center"></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/Dibujo.7.jpg"></a></p><br /><p align="center"></p><p align="center"></p><p align="center"><span style="font-size:0;"></span><span style="color: rgb(102, 102, 0);font-family:courier new;font-size:130%;" ><strong>FOR EXPORT</strong></span></p><p align="center"></p><p align="left"><span style="font-size:0;"></span></p><p align="left"><span style="font-size:0;"><span style="color: rgb(255, 204, 153);">.</span></span></p><p align="left"><span style="font-size:0;"></span></p><p align="justify"><span style="font-family:arial;">La feria de artesanos del El Bolsón es una de las más importantes del Sur, por el turismo que convoca, por la originalidad y diversidad de los productos que ofrece y por la cantidad de puestos que congrega la extensa Plaza Pagano los días martes, jueves y sábados durante todo el año.</span></p><p align="justify"> </p><p align="left"></p><p align="left"></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/pla.jpg"><img style="" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/pla.jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><em><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" >Plaza Pagano - El Bolsón</span></em></div><br /><div align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/plaza.jpg"><img style="" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/plaza.jpg" border="0" /></a></div><div align="center"><em><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><br /></span></em></div><p align="center"></p><p align="justify"><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><br /></span><span style="font-size:100%;">–Pero que requetebueno, volver a recorrer la feria después de tantos años, a disfrutar la vista del Piltri –digo a mis dos compañeros de viaje poco antes de llegar.<br />–Decís Piltri porque no te sale Piltriquitrón –me pelea mi amigo. Un artesano, a su manera, de Bariloche que se ofreció a traernos.<br />–¿Por qué no? Sí. Me sale.<br />–A ver... decílo... –y sonríe el muy maldito.<br />–Piltiquicrón. Pilquiquitrón. Piltritritón. La lengua se me queda empantanada detrás de los dientes. Cómo goza el desgraciado.<br />–A ver, Mamita, yo te enseño.. . Sepáralo en dos: Piltri por un lado y Quitrón, Quitrón, Quitrón, por el otro. Ahora repetí Piltri Quitrón. Piltri Quitrón. Piltri Quitrón. Luego, unís. Piltriquitrón. Piltriquitrón. Así de fácil.<br />Ensayo en voz baja, mirando para otro lado. Luego lo digo: Piltriquitrón. Me sale re bonito. ¡Piltriquitrón! Gracias Papito.</span><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><span style="font-size:100%;"> </span></span></p><p align="center"></p><p align="center"></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/el%20bolson%20paisaje.jpg"><img style="" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/el%20bolson%20paisaje.jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><em><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" >Valle de El Bolsón desde Cabeza del Indio</span></em></div><div align="center"><em><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" >Foto: Patagonia.com.ar<br /></span></em><br /></div><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:arial;"><div align="justify"><br /><span style="font-size:100%;"></span></div></span></span><span style="font-family: arial;">–¿Hace mucho que no vienen a la Feria?<br /></span><span style="font-family: arial;">Le comento que Cecilia no la conoce y yo por lo menos 10 años. –Por qué che... –digo mirando el otoño en las montañas.<br /></span><span style="font-family: arial;">–Porque la Feria tiene ahora, algo que no me banco.<br /></span><span style="font-family: arial;">–¿Qué cosa?<br /></span><span style="font-family: arial;">–Como explicarte... no me banco el look de algunos que veo en los puestos.<br /></span><span style="font-family: arial;">–¿Qué look?<br /></span><span style="font-family: arial;">–A ver... cómo decirte... a dejadez, a roña. Eso. Look a roña.<br /></span><span style="font-family: arial;">–Si serás tarado... –lo miro feo. –¿Porqué decís eso?<br /></span><span style="font-family: arial;">–Porque utilizan su aspecto personal como un emblema para hacerles creer a otros que así están fuera del sistema.<br /></span><span style="font-family: arial;">–¿Y qué con eso?<br /></span><span style="font-family: arial;">–Si estás fuera del sistema, lo estás y punto. pero la caretean. Hace 25 años que vengo a la feria, trabajo con la gente de El Bolsón. Conozco sus casas, sus familias. Sus apellidos. Sus historias Sé de qué hablo. Créeme.<br /></span><span style="font-family: arial;"></span><span style="font-family: arial;"><br />Y sigue:<br /></span><span style="font-family: arial;">–Hippies eran los que llegaron con su rebeldía como equipaje y una filosofía privada como emblema. Venían buscando un estilo de vida diferente. Vestían y hacían diferente, porque pensaban diferente. Los locos eran coherentes y no indispensablemente sucios. Se ganaban el mango vendiendo lo que producían. Se fumaban, o no, lo que también producían. Y tómalo como quieras. Quedan hippies todavía. Yo los conozco y a esos los respeto. Pero no me pidas que se la crea a muchos que veo ahora. Te inventan el personaje. Los ves con los pibes tan roñosos como ellos. Y eso es lo que no entiendo.<br /></span><span style="font-family: arial;">–Bueno, che pero tienen derecho a rebelarse como quieran, tal vez vengan escapando, también, de un sistema que no les va –agrego.<br /></span><span style="font-family: arial;">–¿Por qué asocian la imagen de artesano, artesano de la feria, a la dejadez, al qué me importa for export? ¿Eh? Decíme... ¿Por qué?<br /></span><span style="font-family: arial;">–Y porqué no... –pero me interrumpe.<br /></span><span style="font-family: arial;">–¿Y sabés que es lo peor?<br /></span><span style="font-family: arial;">–¿Qué? –suspiré<br /></span><span style="font-family: arial;">–En verdad reciben guita de los viejos. Los bancan los viejos. Lo que ganan en los puestos no les alcanza porque, obviamente, no es su estilo de vida. La juegan de artesanos.<br /></span><span style="font-family: arial;">–A lo mejor los viejos ayudan para que encuentren su ruta ¿No?<br /></span><span style="font-family: arial;">–Puede ser. Como sea es un asunto que no me cierra –terminó.<br /><br /></span><span style="font-family: arial;">No comento nada. Debe saber de qué habla. Y porqué lo dice. Me quedo pensando en un comentario que escuché cuando nos despedían en la estación del tren. </span><span style="font-family: arial;"><span style="font-style: italic;">¿Tu madre?.</span>.. –o sea, yo-, <span style="font-style: italic;">ella lo va a pasar bomba, es el estilo de vida que le gusta</span>. Y lo dijo convencido.</span><br /><br /><span style="font-family: arial;">Me pregunto... ¿Qué diablos quiso decir? Me pensará como una vieja hippie. ¿O tendré un logrado aspecto a dejadez, a roña for export?</span><br /><div align="justify"><span><span><span style="font-family:arial;"><br /></span><br /><br /></span></span><span style="font-size:0;"><br /></span></div><span style="font-family:arial;"></span><span style="font-family:arial;"></span>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1163451252898694552006-12-25T12:08:00.000-08:002013-09-06T12:31:15.420-07:00<div align="center">
</div>
<div align="center">
</div>
<div align="center">
<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/MUJER%20ANA.jpg"></a></div>
<br />
<div align="center">
<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/121.jpg"></a></div>
<div align="center">
<strong><span style="color: #666600; font-family: Courier New;"><span style="font-size: 0;"><br /></span></span></strong></div>
<span style="font-family: arial; font-size: 85%;"><span style="color: #666600; font-family: courier new; font-size: 100%;"><strong><span style="font-size: 0;"></span></strong></span></span><span style="font-family: arial; font-size: 85%;"><span style="color: #666600; font-family: courier new; font-size: 130%;"><strong>HOSTEL DULCE HOSTEL</strong></span> </span><br />
<span style="font-family: arial; font-size: 85%;"><span style="color: #666600; font-family: courier new; font-size: 130%;"><strong><br /></strong></span></span>
<br />
Hace años comencé a oír hablar de los Hostels.<br />
Los implementaron en Europa especialmente para aquellos jóvenes que, por fin, se animaban a salir con mochilas más livianas en busca de sus propias historias. <br />
Un Hostel es un lugar que te ofrece una cama, con ropa de cama, baño con agua caliente, lockers para guardar tus pertenencias y espacios comunes para estar, desayunar, almorzar, cenar o lavar tu ropa.<br />
El dormitorio es compartido. O sea, lo tomás sin saber quien asomará su vida cuando vos te encuentres en brazos de Morfeo. O de quién sea. <br />
Personal del hostel se encarga de la limpieza del lugar. Corre por cuenta de quien se aloja el arreglo de su propia cama. Se comparte, generalmente la limpieza de la cocina. Para que te sientas como en casa. Si no trajiste a tu vieja, tenés que lavar vos lo que uses. Podría ser un buen cartel. <br />
El precio por noche sin lugar a dudas es conveniente.<br />
<br />
No se trata, acordemos, de aquella película donde éramos peludos y ampollados personajes aparecidos de la nada en lugares inhóspitos, con la espalda partida por el peso de las mochilas y carpas.Y ollas y jarros golpeteándonos el trasero. No, no. Esta es una nueva película. Diferente. Tiene una productora fuerte. Te evita en lo posible, los feítos calambres de la aventura. Es más, hasta te aconseja todo livianito. Y como si fuera poco, te lo vende. Maravilloso. <br />
<br />
<span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 100%;"><em><br /></em></span></span>
<span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 100%;"><em><br /></em></span></span>
<br />
<div align="justify">
<em><span style="font-family: Arial; font-size: 85%;"><span style="font-size: 0;"></span></span></em></div>
<em><span style="font-family: Arial; font-size: 85%;"></span></em><br />
<div align="justify">
<em><span style="font-family: Arial; font-size: 85%;"></span></em></div>
<div align="justify">
<em><span style="font-family: Arial; font-size: 85%;">.</span></em></div>
<div align="justify">
<em><span style="font-family: Arial; font-size: 85%;"></span></em></div>
<div align="justify">
<em><span style="font-family: Arial; font-size: 85%;"><span style="font-size: 0;"></span></span></em></div>
<em><span style="font-family: Arial; font-size: 85%;"><span style="font-size: 0;"></span></span></em><br />
<div align="center">
<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/arboles.jpg"><img alt="" border="0" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/320/arboles.jpg" style="cursor: hand;" /></a></div>
<div align="justify">
<br /></div>
<div align="center">
<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/parque.jpg"><img alt="" border="0" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/320/parque.jpg" style="cursor: hand;" /></a><br />
<br />
<br />
<i>Parque del Hostel Refugio Patagónico en diferentes horas.</i></div>
<div align="center">
<span style="font-family: arial; font-size: 85%;"><em><br /></em></span></div>
<div align="center">
<span style="font-family: arial; font-size: 85%;"><em><br /></em></span></div>
<div align="center">
<em><span style="font-family: Arial; font-size: 85%;"></span></em></div>
<div align="left">
<span style="font-family: arial; font-size: 85%;"></span></div>
<div align="left">
<span style="font-family: arial; font-size: 85%;"><span style="font-size: 0;"></span></span><span style="font-family: arial; font-size: 85%;"></span></div>
<div align="left">
<span style="font-family: arial; font-size: 85%;"><span style="font-size: 0;"></span></span><span style="font-family: arial; font-size: 85%;"></span></div>
<div align="left">
<span style="font-family: arial; font-size: 85%;"><span style="font-size: 0;"></span></span><span style="font-family: arial; font-size: 85%;"></span></div>
<div align="center">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hay cadenas de Hostels en los lugares más visitados del mundo. Uno puede asociarse y pagar una tarifa durante todo el año. Eso te permite confirmar reservas en temporadas altas, descuentos en excursiones, beneficios, etc. O alojarte a medida que decidís el itinerario, siempre que haya disponibilidad, como es mi caso, que llego a un Hostel de El Bolsón, porque un amigo, en una esquina de Bariloche me tira el dato. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeokuhIKlzF1udiBBr01YScai-w5AohfCHL-PWy4kxFnZXtV7XJAUT6ueRmyqI6uLTYYyypjKVBP2D98ToVBzlxIKsqpblxorfJuNMNQ-0Hwg96_CMpZFl_QW-31wDh9Q2MDvGxQ/s1600/Imagen+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="283" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeokuhIKlzF1udiBBr01YScai-w5AohfCHL-PWy4kxFnZXtV7XJAUT6ueRmyqI6uLTYYyypjKVBP2D98ToVBzlxIKsqpblxorfJuNMNQ-0Hwg96_CMpZFl_QW-31wDh9Q2MDvGxQ/s400/Imagen+1.jpg" width="400" /></a>Y me quedo porque está ubicado en un pedio de 5 hectáreas cubierto por las enormes hojas marrones de unos nogales. Y porque sobre ese piso húmedo, blando, esponjoso de otoño hay dos caballos alazanes pastando. Y porque, también, para ingresar hay que abrir una tranquera. (Vaya uno a saber a donde llegan las raíces de estas razones) Como sea, es mucho más de lo que esperaba. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Cruzo la tranquera y voy hacia un hombre con cara de insecto que está junto a la construcción bajo una lluvia de chispas: Carlitos, un simpático instructor de esquí de Bariloche. Soldador por oficio, me da la bienvenida. Está abocado al armado de los cerramientos de los lockers de los dormitorios y como los encargados se han ido una semana a la montaña de vacaciones, está a cargo. Total... todo está tranquilo. No anda nadie, le dijo el dueño, otro instructor de sky.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pasá y acomodáte. Todo bien. Elegí el cuarto que quieras. Estás casi sola, me dice. Vengo con la bici. No hay drama. Arriba tenés un lugar donde dejarla.De veras Carlitos tiene una sonrisa que uno se siente cómoda al toque. Se coloca los ojos de insecto y sigue en lo suyo. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Acompaño a Cecilia a la casa Isis, lugar de su alojamiento, y despedimos a nuestro amigo agradecidas por habernos traído. Bay Bay ¡Gracias, Ale!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/hostel.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img alt="" border="0" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/320/hostel.jpg" /></a></div>
<br />
<div align="center">
<em><span style="font-family: arial; font-size: 85%;">Hostel Refugio Patagónico</span></em><br />
<br /></div>
<div align="center">
<span style="font-family: courier new; font-size: 85%;"><span style="font-family: arial;"></span></span></div>
<div align="center">
<span style="font-family: courier new; font-size: 85%;"><span style="font-family: arial;"></span></span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: courier new; font-size: 85%;"><span style="font-family: arial;"></span></span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: courier new; font-size: 85%;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 0;"></span></span></span><span style="font-family: courier new; font-size: 85%;"><span style="font-family: arial;"></span></span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: courier new; font-size: 85%;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 0;"></span></span></span><span style="font-family: courier new; font-size: 85%;"><span style="font-family: arial;"></span></span></div>
<div align="center">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El Hostel funciona también como camping en verano (ubican a ¡500 personas!) Dice Carlitos que estaré sola. Buenísimo. Andar a contramano de las multitudes no es una casualidad en mi vida, podría leerse como un discreto empeño. </div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/chimenea.jpg"><img alt="" border="0" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/320/chimenea.jpg" style="cursor: hand;" /></a><br />
<div align="center">
<br /></div>
<div align="center">
<br /></div>
<div align="center">
</div>
<div align="center">
</div>
<div align="center">
</div>
<div align="center">
</div>
<div align="center">
<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/mesas.jpg"><img alt="" border="0" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/320/mesas.jpg" style="cursor: hand;" /></a><br />
<br />
<br /></div>
La vivienda tiene una amplia planta baja donde está la sala de estar, con una estufa hogar enmarcada en troncos, estilo que predomina en los muebles del lugar. Un sillón de madera con almohadones, en gran medialuna frente a la chimenea, invita a una charla, a la lectura, a beber una copa, a dormitar junto al fuego. A mimarse. Acepto, mientras espío una pequeña biblioteca con libros. Encuentro relatos de viajes en varios idiomas de aventureros camino al sur del Sur. Mapas, guías de viajes, hasta un ¡Lolita! Donaciones u olvidos. De todos modos ¿qué más puedo pedir? <br />
<br />
<div align="justify">
<span style="font-size: 100%;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></span></div>
<div align="justify">
<span style="font-size: 100%;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></span></div>
<div align="justify">
<em><span style="font-family: arial; font-size: 85%;"><span style="font-size: 0;"></span></span></em></div>
<br />
La fotografía es anterior a mi visita. No muestra el sillón en medialuna que disfruté.<em><span style="font-family: arial; font-size: 85%;"><br /></span></em>
<em><span style="font-family: arial; font-size: 85%;"><br /></span></em>
<em><span style="font-family: arial; font-size: 85%;"><br /></span></em>
<br />
<div align="justify">
<span style="color: white;"><span style="font-size: 0;"><span style="font-size: 0;">.</span></span><em><span style="font-family: Arial; font-size: 85%;"><span style="font-size: 0;"> </span></span></em></span></div>
<div align="justify">
<em><span style="font-family: Arial; font-size: 85%;"><span style="font-size: 0;"></span></span></em></div>
<div align="justify">
<em><span style="font-family: Arial; font-size: 85%;"><span style="font-size: 0;"><span style="font-size: 0;"></span></span></span></em></div>
<div align="justify">
<em><span style="font-family: Arial; font-size: 85%;"></span></em></div>
<div align="justify">
<em><span style="font-family: Arial; font-size: 85%;"><span style="font-size: 0;"></span></span></em><span style="font-size: 0;"></span></div>
<em><span style="font-family: Arial; font-size: 85%;"><span style="font-size: 0;"></span></span></em><br />
<div align="center">
<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/desayunador.jpg"><img alt="" border="0" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/320/desayunador.jpg" style="cursor: hand;" /></a></div>
<div align="center">
<br />
<br /></div>
<div align="center">
</div>
<div align="left">
<span style="font-family: arial; font-size: 85%;"></span></div>
<div align="left">
<span style="font-family: arial; font-size: 85%;"><span style="font-size: 0;"></span></span><span style="font-family: arial; font-size: 85%;"></span></div>
<br />
<br />
En un desnivel superior está la cocina equipada con la vajilla necesaria, separada del resto del ambiente por una barra- desayunador, con banquetas. Fantaseo con el tamaño de las dos cocinas: en esos hornos puedo hacer pancitos para toda la comunidad de El Bolsón. <br />
¿Qué cocinan ahí? Ni siquiera sé pensarlo. También, en el ambiente hay una mesa con una computadora para prenderte a la teta de Internet. Absolutamente todo rodeado de ventanales fijos, con vista al cerro Piltriquitrón, a las chacras linderas, a los sauces que crecen a la orilla de un arroyito.<br />
Rústicas mesas con asientos de troncos se encuentran bajo los nogales.Las bandurrias, teros y por supuesto los dos caballos que me sedujeron de entrada completan el paisaje. <br />
<br />
<br />
Un fantástico lugar.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<div align="justify">
</div>
<div align="justify">
</div>
<div align="justify">
<span style="color: white; font-family: Arial; font-size: 100%;">.</span></div>
<span style="font-family: Arial;"></span><br />
<span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: 0;"><span style="font-family: Arial;"></span><span style="font-size: 0;"></span><span style="font-family: Arial;"></span><span style="font-size: 0;"></span></span></span><span style="font-family: Arial; font-size: 85%;"><span style="font-size: 0;"><br /></span></span>
<br />
<div align="center">
<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/camas.0.jpg"><img alt="" border="0" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/320/camas.jpg" style="cursor: hand;" /></a></div>
<div align="justify">
<br /></div>
<div align="justify">
<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/camas%201.jpg"></a></div>
<span style="font-family: arial;"></span><br />
<div align="justify">
<span style="font-family: arial;"><br /></span></div>
<span style="font-family: arial;"><br /></span>Subo, recorro los dormitorios con 6 camas, en 3 cuchetas, muy amplios y me instalo en un primer piso con vista al frente.<br />
El ventanal del dormitorio que ocupa casi toda la pared del dormitorio engaña al controvertido límite del afuera y del adentro. Perfecto. De ahí a sentirme en el medio del predio, entre las bandurrias, teros y los dos caballos del fantástico lugar, nada.<br />
Aunque, hay que decirlo, de noche el mismo vidrio de 10 pulgadas me dejará a solas conmigo misma. Y eso no es, nada.<br />
<br />
<span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 85%;"><span style="font-size: 100%;"><br /></span><br /><br /></span></span><br />
<div align="left">
</div>
<div align="left">
<span style="font-family: arial; font-size: 85%;"></span></div>
<div align="left">
<span style="font-family: arial; font-size: 85%;"></span></div>
<div align="left">
<span style="font-family: arial; font-size: 85%;"><em></em></span></div>
<em></em><br />
<div align="left">
<em><br /></em></div>
<span style="font-size: 0;"></span><br />
<div align="left">
<span style="font-family: arial;"><em><span style="font-size: 85%;"><span style="font-size: 0;"></span></span></em></span></div>
<span style="font-family: arial;"><em><span style="font-size: 85%;">Próximo capítulo:<span style="color: #666600; font-family: courier new;"><strong> </strong></span></span></em><span style="font-size: 85%;"><span style="color: #666600; font-family: courier new;"><strong>HI GRINGOS</strong></span></span></span>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1163529807123364252006-12-24T10:42:00.000-08:002013-09-06T12:28:25.727-07:00<div align="center">
<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/hombre.jpg"></a></div>
<div align="center">
<br /></div>
<div align="center">
</div>
<div align="center">
</div>
<div align="center">
<span style="font-family: arial; font-size: 85%;"><strong><span style="color: #666600; font-family: courier new;"><span style="font-family: courier new; font-size: 130%;">HI GRINGOS</span> </span></strong></span></div>
<span style="font-family: arial; font-size: 85%;"><strong><span style="color: #666600; font-family: courier new;"></span></strong></span><br />
<div align="left">
<span style="font-family: arial; font-size: 85%;"><strong><span style="color: #666600; font-family: courier new;"></span></strong></span></div>
<div align="left">
<br /></div>
<br />
<br /><br />Las noches en un Hostel, al menos en éste, sí que son especiales. Alguien enciende el fuego y comienzan a aparecer los que están alojados, los que llegan de alguna aventura, o los que recién ingresan al refugio con sus mochilas a cuestas. <br /><br />Gringos. Por llamar de algún modo a tantos extranjeros seducidos por Patagounia, como la llaman. Arriban a Lima, Perú buscando Machu Pichu, siguen hacia Bolivia, cruzan a Chile y desde la Puna de Atacama bajan al sur del Sur. Punta Arenas y Ushuaia. Suben, ahora por Calafate, El Chaltén y aún fascinados por los glaciares llegan hasta Bariloche, base de despegue a los maravillosos lagos aledaños. Finalmente los espera un vuelo en Buenos Aires que los lleva de regreso al país de origen. Me refiero a los mochileros que tuve oportunidad de cruzarme en un corto tiempo y en un sector de la Patagonia. <br /><br />El Sur propone también otras exquisitas alternativas para otros exquisitos visitantes. Tantas como se les ocurran a las agencias de viajes y turismo de todo el mundo. El asunto es no permitir que se seque el rico caudal de dólares aventureros que riega estas extensas tierras. Y las vuelve apetecibles. <br /><br />Bella, salvaje, seductora como pocas, por siglos insinuó sus formas tras un velo de misterio. Volvió loco a más de uno. Un brutal miembro de acero la hizo suya y sangró entonces su sangre india. Ahora, la cortejan poderosos empresarios. No se detienen hasta poseer sus más íntimos rincones, cueste lo que cueste, a cualquier precio. Patagounia, temo, se volverá presumida, inaccesible. Como una cara y custodiada mujer privada.<br /><br />Extranjeros. Saludan con un Hi! Respondo con otro Hi! ¿Me parece o se ha vuelto el saludo patagónico?<br /><br />Hi: Exclamación.Familiarmente Hola en inglés. / HAI / (La H se pronuncia como una jota suave) <br /><br />Where’re you from? -¿De dónde sos?- es todo lo que me permiten en inglés. Nou, nou, en español por favor, se quejan. Ellos están absolutamente empeñados en aprender nuestro idioma y no dejarán de practicarlo. Que yo viaje a donde tenga que ir y mezclarme con quien sea si quiero hablar su lengua. Of course. Sin embargo, dos jovencísimas alemanas que no hablaban una sola palabra de español, ni siquiera de inglés, con un diccionario de bolsillo iban hacia el fin del mundo de lo más bien. <br /><br />Comparto mi estadía con una parejita de Londres y dos amigos que se conocieron en Chile y vienen del Chaltén. Uno es de Porto Alegre y el otro de Caracas. Y, además, con un ser de extraño aspecto. Ni siquiera pude sospechar el origen de sus rastas. Pasó a mi lado y se preparó 12 sandwiches de gruesas rodajas de cebollas, (seguro para mitigar el mal recuerdo de algún sorocho de la Puna) Los embolsó, los guardó en una de las heladeras y sin emitir vocablo alguno se fue a dormir. A la mañana siguiente muy temprano partía a la montaña, comentó Anny, la de Londres.<br />Durante la mañana se había marchado una japonesa que, dicen, cantó la noche anterior de maravillas. Días después llegaron 3 chicas canadienses, estuvieron una noche y luego se trasladaron a una chacra vecina. Pagarían su alojamiento en un granero con trabajos en la chacra. Ninguno de ellos superaba los 30 años.<div>
<br /><div align="justify">
<span style="font-family: arial; font-size: 100%;"></span></div>
<div align="justify">
<span style="font-size: 100%;">.</span></div>
<div align="justify">
<span style="font-size: 0;"><span style="font-size: 0;"></span></span></div>
<div align="justify">
<span style="font-size: 0;"><span style="font-size: 0;"><span style="font-size: 0;"></span></span></span></div>
<div align="center">
<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/tabas.0.jpg"><img alt="" border="0" height="320" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/tabas.0.jpg" style="height: 379px; width: 300px;" width="253" /></a></div>
<br /><span style="font-family: arial; font-size: 85%;"><span style="font-size: 0;"></span></span><span style="font-family: arial; font-size: 85%;"></span>
<br /><br />Generalmente son jóvenes sin apuro que, luego de recibirse, se toman un año de gracia para conocer Latinoamérica. Salen de viaje con mucho tiempo por delante, entonces se permiten largas estadías en cada uno de los lugares que eligen. <br /><br />Se instalan por horas frente al fuego a leer ediciones de bolsillo. Otros tocan la guitarra, la armónica, cantan o actualizan entre conversaciones su bitácora de viaje. Utilizan las horas que sean necesarias para programar las subidas a los cerros cercanos: Cerro Lindo (2.135 mts), Piltriquitrón (2.260 mts) Hielo Azul (2.270 mts) o Perito Moreno (2.216 mts,), Roca del Tiempo (1.960 mts), Morrudo (2.277 mts) etc. Algunos de estos cerros tienen refugios para los visitantes y otros hay que ir preparados para acampar. <br /><br />En verdad, me siento una avispa chaqueta amarilla metida entre ellos. Entro y salgo a las corridas porque tengo mucho por vivir en apenas ¡3 días! Llama la atención que una mujer grande como yo -¡si son todas unas criaturas!- despliegue semejante vitalidad sin caer reventada al abrir la puerta. Se podría pensar que es por una cuestión de tiempos. O porque soy así, loca.<br /><br />Me comunico con Anny, la de Londres en mi inglés que no es de Londres, precisamente. Dice que me entiende bien, no habla español. Espero los 15 minutos de mi arroz mientras ella prepara sus lasañas rellenas.Muero por preguntarle, si en verdad es necesario que dedique dos horas y medias en cortar berenjenas, pimientos, zapallitos, cebolla, zanahorias, ajos, repollo, tomates, batatas, en iguales, exactos, cuadraditos.Salí a comparar el arroz a un almacén natural cuando ella comenzaba a pelar las berenjenas, pasé por el supermercado La Anónima, luego fui a la Dirección de Turismo por información, recorrí todas las casas de equipamiento buscando una mochila que no esté rota como la mía, leí.<br /><br /><br />Converso con Carlitos, me sirvo una copa de vino, sigo leyendo, respondo mails y la miro. Ella sigue picando y apartando. Es cuestión de vida o muerte. Tengo que saber porqué lo hace. Mejor, cuelo mi arroz, le agrego jengibre rallado, unas pasas, nueces que saco de un cajón a la vista de todos (de los nogales del hostel) y me siento a comer mientras disfruto las canciones de Marcelo (Porto Alegre) y Humberto (Caracas) que ensayan junto al fuego. Me despido de Anny y su compañero de vida, que ahora le ayuda a rallar un pedazo enorme de queso y subo a acostarme.<br /><br /><br />El cielo oscuro, estrellado en que se convirtió mi dormitorio, me colma. Extiendo mi bolsa de dormir y miro las sombras del Piltri, parecieran al alcance de mi mano. Arriba hay un refugio. Wuau... Qué magia. Aún quedan muchos cuartos vacíos. Por ahora, mejor así, pegadita a XR. Me duermo feliz, pedaleando en cámara lenta por un cielo profundo de estrellas. Si la felicidad es pedalear en cámara lenta por un cielo profundo de estrellas. ¿Se entiende no? De todos modos como resuelve cada uno su goce no es asunto para entender, menos para discutir.<br /><br />Pregunto y sin ánimo de discutir... ¿Una noche pegada a XR es lo mejor que me vas a ofrecer en este libro? Admito que pedalear en... ¿cámara lenta? mi dios..., por un cielo profundo, oscuro, anque estrellado, es un lindo bocho onírico. Pero de ninguna manera a mí me colma. Necesito piel. Simple piel.<br /><br /><br />Cómo lo siento Annette, pero yo tengo la pluma. Mi vieja pluma de escribir lo que vivo. <br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div align="justify">
<span style="font-size: 100%;">.</span></div>
<span style="font-size: 0;"></span><span style="font-size: 0;"><span style="font-size: 0;"></span></span><br />
<div align="justify">
<span style="font-size: 0;"><span style="font-size: 0;"><br /></span></span></div>
<div align="justify">
</div>
<div align="justify">
<span style="font-size: 0;"><span style="font-size: 0;"><br /></span></span></div>
<em><span style="font-family: arial; font-size: 85%;">Foto</span></em>: Nelson<br />
<div align="justify">
<span style="font-family: arial; font-size: 85%;"><a href="mailto:Nelson@mochileros.org">Nelson@mochileros.org</a> </span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: Arial; font-size: 85%;"></span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: Arial; font-size: 85%;"><span style="font-size: 0;"></span></span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: Arial; font-size: 85%;"><span style="font-size: 0;"><span style="font-size: 0;"><span style="font-family: Arial; font-size: 85%;"></span><span style="font-size: 0;"></span></span></span></span><span style="font-family: Arial; font-size: 85%;"><span style="font-size: 0;"><span style="font-size: 0;"></span></span></span><span style="font-family: Arial; font-size: 85%;"><span style="font-size: 0;"></span></span><span style="font-family: arial; font-size: 85%;"></span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: arial; font-size: 85%;"></span></div>
<div align="justify">
<span style="font-family: arial; font-size: 85%;"><span style="font-size: 0;"><span style="font-size: 0;"><br /></span></span></span><span style="font-family: arial; font-size: 85%;"><span style="font-size: 0;"></span></span><span style="font-family: arial; font-size: 85%;">Próximo capítulo: <span style="color: #666600; font-family: courier new; font-size: 100%;"><strong>FLORES BLANCAS</strong></span></span></div>
<div align="justify">
<br /></div>
</div>
Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1163620368021722842006-12-23T11:32:00.000-08:002007-01-23T06:27:13.066-08:00<p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/PIERNAS.jpg"></a></p><br /><br /><p align="center"></p><p align="left"></p><p align="left"></p><p align="left"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span></p><p align="left"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span></span></span></p><p align="center"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#666600;"><strong>FLORES BLANCAS</strong></span> <span style="font-size:0;"></span></p><p align="left"><span style="font-size:0;color:#ffffff;">.</span></p><p align="left"><span style="font-family:arial;font-size:85%;"></span></p><p align="left"><span style="font-family:arial;font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;font-size:85%;"></span></p><p align="left"><span style="font-family:arial;font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Sábado de baja temporada en El Bolsón. </span></p><p align="justify"><span style="font-family:arial;"></span><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Los días comienzan con fuertes heladas y luego, entre las 10 y las 11 de la mañana el sol comienza a disipar la niebla y se siente el calor. Pero todavía no son las 10, ergo hace frío. Las estructuras de hierro donde se instalarán los artesanos de la Feria comienzan a crecer alrededor de la plaza. Los arman y desarman cada vez ya que sólo trabajan 3 días a la semana. </span></p><p align="justify"><span style="font-size:0;"></span><span style="font-size:0;"></span></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/El_Bolson8.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/El_Bolson8.jpg" border="0" /></a></p><br /><br /><br /><p align="center"></p><p align="justify"><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Me acerco a un grupo de personas que congrega uno de los puestos. Una pareja baja de una camioneta cajones con verduras frescas: remolachas, lechugas, chauchas. piñones, coliflores y más. </span></p><p align="justify"><span style="font-family:arial;"></span><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Hay códigos. Sí señor. Se respeta el turno sin necesidad de hacer cola. Sólo se pregunta al llegar “Quién es el último”, lo registrás y ya sabés que, luego de él, seguís vos. Así de simple. Y eso me permite charlar con todos, tocar la verdura, sentir su aroma, recorrer los puestos de al lado o mirar el cerro a cuyo pie se levantó el pueblo de El Bolsón, el Piltriquitrón (2.260 mts), (en Mapuche, Colgado de las Nubes). El Piltri, para quien ya lo ha subido. En fin... cosas más interesantes que tener que mirar, en el tiempo de una fila, el trasero chato del tipo de adelante. </span></p><p align="justify"><span style="font-family:Arial;font-size:85%;"></span></p><p align="justify"><span style="font-family:Arial;font-size:85%;"></span></p><p align="justify"><span style="font-family:arial;font-size:85%;"></span></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/El_Bolson11.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/El_Bolson11.jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><br /><em><span style="font-size:85%;">Al fondo Cerro Piltriquitrón</span></em><br /><br /><br /></p><p align="justify"><span style="font-size:100%;"><span style="font-family:arial;">Ha no olvidar la bolsa de compras, mochila o lo que sea porque nadie te entrega bolsitas de nylon. Nadie. Ni siquiera La Anónima, el mayor supermercado de El Bolsón.Vi, en La Anónima precisamente, como un muchacho fue a un locker del supermercado y volvió con tres mochilas mientras su compañera lo esperaba en la caja. Terminaron cada uno con una mochila en la espalda y el hijito, en su carro de bebé se hizo cargo de la restante. No se los veía molestos. </span><span style="font-family:arial;"></span><span style="font-family:arial;">No es asunto de los negocios el de acarrear las compras de sus clientes. Es del cliente. A ver si está claro. Por esto no ves nylon tirado en toda la región.</span></span></p><p align="justify"><span style="font-family:arial;"></span><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Entonces... ahora en la Feria de Artesanos de la Plaza Pagano, abro mi mochila y la lleno con plantas de lechuga, zanahorias y rabanitos para la ensalada del mediodía. Papas batatas y cebollas para asar al rescoldo de unas brasas en el fogón del Hostel, por la noche. Disfruto de la verdura fresca, disfruto de ser yo quien elija qué colas quiero mirar, y comparto la medida implementada para preservar la belleza de aquello que la naturaleza nos regala.</span></p><p align="justify"><span style="font-family:arial;font-size:85%;"></span></p><p align="justify"><span style="font-family:arial;font-size:85%;"></span></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/El_Bolson26.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/El_Bolson26.jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><br /><br /></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:100%;">En mi pueblo, como en tantos otros, por no tener las agallas suficientes y tomar las medidas que hay que tomar, cultivamos horribles flores de nylon a lo largo de toda la costa. Y vamos por más tierras para más almácigos de PVC.<br />Ni hablar de los kilos de pétalos que ofrendamos al mar.<br />Qué capos que somos.<br /></span></div></span><div align="justify"><span style="font-family:arial;"></span><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Me viene la fantasía recurrente de una sociedad distinta.<br />¿Por qué nos repelen los basurales? Recorrerlos, puede llegar a ser una experiencia determinante. Miden mejor que costosas estadísticas los niveles de pobreza, la calidad humana de la población que los incrementa, la falta de educación. La negligencia política. </span></div><span style="font-family:arial;"><div align="justify"><br /><span style="font-family:arial;"><br /></span></span><span style="font-size:100%;"><span style="font-family:arial;">En casa tengo un cajón con lombrices californianas para todos mis deshechos orgánicos. Las lombrices lo convierten en simple trámite y sin aroma desagradable, en potente abono para la tierra de las plantas.<br />En algunos países ya vienen las mesadas de las cocinas con un cajón habilitado para tal fin.<br />Y como desafío personal, trato de no consumir alimentos que vengan en envases de plástico. O sea, como más frutas y verduras, uso menos mi heladera y los recolectores de basura tienen poco trabajo conmigo.<br /><br /></span><span style="font-family:arial;">Tal vez el padre de mi hija tenga razón, y no sea por hippie o roñosa que aquí lo pasaré bomba, sino porque comparto con determinadas comunidades un estilo de vida diferente.</span> </span></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><span style="font-size:0;"></span></div><div align="justify"><span style="font-size:0;"></span></div><div align="justify"><span style="font-size:0;"></span></div><div align="justify"><span style="font-size:0;"></span></div><p><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;font-size:85%;"><em></em></span></p><p><span style="font-family:arial;font-size:85%;"><em><span style="font-size:0;"></span></em></span></p><p><span style="font-family:arial;font-size:85%;"><em><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;">.</span></span></em></span></p><p><span style="font-family:arial;font-size:85%;"><em><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></em></span></span></span></span><span style="font-family:arial;font-size:85%;"><em><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></em></span></span></span><span style="font-family:arial;font-size:85%;"><em><span style="font-size:0;"></em></span></span><span style="font-family:arial;font-size:85%;"><em>Próximo capítulo</em>: <span style="font-family:courier new;color:#666600;"><strong>JORGE DE ORO</strong></span></span></p><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1163689921329129012006-12-22T07:06:00.000-08:002007-01-23T06:27:53.176-08:00<p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/TAPAORO.1.jpg"></a></p><div align="center"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="color:#cc9933;"></span></span></span></span></span></div><p><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span></span></span></span><p align="left"><span style="font-size:0;"></span></p><p align="center"><strong><span style="font-family:courier new;color:#666600;"><span style="font-size:130%;"></span></span></strong></p><p align="center"><strong><span style="font-family:courier new;color:#666600;"><span style="font-size:130%;"></span></span></strong></p><p align="center"><strong><span style="font-family:courier new;color:#666600;"><span style="font-size:130%;">JORGE DE ORO</span></strong></span> </p><p></p><p><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:0;"></span></p><p align="center"></p><p align="left"><span style="font-size:0;"><span style="color:#cc9933;">.</span></span></p><p align="left"><span style="font-size:0;"></span></p><p align="left"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="color:#cc9933;">.</span></span></span></p><p align="left"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span></p><p align="left"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span></span></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/lago%20jose%20f%20h.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/lago%20jose%20f%20h.jpg" border="0" /></a></p><p align="justify"><br /><br /><br /></p><p align="justify"></p><p align="justify"><span style="font-size:100%;"><span style="font-family:arial;color:#ffcc99;">.</span><span style="font-family:arial;">En la feria me reencuentro Jorge de Oro, </span><span style="font-family:arial;">un músico aquerenciado en El Bolsón que le pide prestados acordes a la memoria de un lago y te los entrega en suaves melodías. </span></span></p><p align="justify"><span style="font-family:arial;"></span><span style="font-family:arial;"></span><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Me acerco a su pequeño puesto como tantas turistas, y ante su actitud serena, ajena, como si en ese preciso momento estuviera escuchando el arrullo mismo del agua, me vienen de nuevo las tremendas ganas. De descubrir en este rincón de la Patagonia el frágil puente que une su talento con el arte, la clave secreta que le permite ser parte.</span></p><p align="left"><span style="font-size:+0;"></span></p><p align="left"><span style="font-family:Arial;font-size:85%;"></span></p><p align="left"></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/lago%20atardecer.jpg"><span style="font-family:arial;font-size:85%;"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/lago%20atardecer.jpg" border="0" /></span></a></p><span style="font-family:arial;font-size:85%;"></span><p align="left"><br /></p><span style="font-family:arial;font-size:85%;"></span><p align="left"><span style="font-family:arial;font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;font-size:100%;"></span></p><p align="justify"><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Recuerdo mi primera conversación con este tímido hombre de perfil bajo, hace 10 años frente a su pequeño puesto (no se necesitaba demasiado espacio para colocar unos cassettes y unos novedosos discos compactos)<br />Gracias Jorge–le dije emocionada por estar ante un grande. -Es un placer escuchar tus temas. Yo no compongo ni entiendo demasiado, pero me gusta tu música, la siento, me hace bien.<br />Yo tengo que agradecerte a vos –me contesto. Y agregó: Necesito tu sensibilidad para que mi música adquiera un sentido, seres como vos que escuchen mis temas y los disfruten. Y saber que les sirve, porque me lo dicen personalmente, es algo muy importante, muy lindo para mí. Gracias otra vez.<br />Será así –le contesté. Pensaré que no existen las melodías si no hay quien la sienta. Que no existen las palabras si nadie las dibuja. Ni los libros si no hay quienes los lean. O el amor, si no hay quien lo practique. </span></p><p align="justify"><span style="font-family:arial;"><span style="font-family:arial;"></span></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Pasaron los años y ahora frente a él -más años él, más años yo- repienso esas frases. El puesto es aún menor. A la vista sólo un disc-man y su último CD. </span></span></p><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:arial;"><p align="justify"><br /></span><br /></p></span></span><span style="font-family:arial;font-size:85%;"></span><p align="center"></p><p align="center"></p><p align="center"></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/lago%201.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/lago%201.jpg" border="0" /></a></p><br /><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/feria%20bolson.jpg"></a></p><p align="justify"><span style="font-size:100%;"><span style="font-family:arial;">Me coloco los auriculares y me sucede otra vez: quedo a solas con una melodía primordial que se mete por la piel, juega entre mis huesos camino al alma y me acaricia lo profundo.<br /><br /></span><span style="font-family:arial;"></span><span style="font-family:arial;">Fantástico –digo luego de sobrevolar sus temas y posarme suave frente a él.</span></span></p><p align="justify"><span style="font-family:arial;"></span><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Gracias a vos –murmura. </span></p><span style="font-family:arial;"><p align="justify"></span><span style="font-family:arial;"></span><span style="font-size:100%;"><span style="font-family:arial;">Jorge de Oro, mis respetos.</span> </span></p><p align="left"></p><p align="left"><span style="font-family:arial;font-size:85%;"><em></em></span></p><p align="left"><span style="font-family:arial;font-size:85%;"><em></em></span></p><p align="left"><span style="font-family:arial;font-size:85%;color:#ffcc66;"><em><span style="font-size:0;">.</span></em></span></p><p align="left"><span style="font-family:arial;font-size:85%;color:#000000;"><em><span style="font-size:0;"></span></em></span></p><p align="left"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span></p><p align="right"><span style="font-family:arial;font-size:85%;color:#000000;"><em>Fotografías: Patagonia.com.ar</em></span></p><p align="left"><span style="font-family:arial;font-size:85%;"><em><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></em></span></span></span><span style="font-family:arial;font-size:85%;"><em><span style="font-size:0;"></em></span></span><span style="font-family:arial;font-size:85%;"><em>Próximo Capítulo:</em><span style="font-family:courier new;font-size:100%;color:#666600;"><strong><em> </em>JODIDOS</strong></span></span></p>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1163705289319739122006-12-21T10:57:00.000-08:002007-01-23T06:28:49.310-08:00<div align="center"><strong><span style="font-family:courier new;color:#666600;"><span style="font-size:0;"><br /></span></strong></span><strong><span style="font-family:Courier New;color:#666600;"><span style="font-size:0;"></span></strong></span><strong><span style="font-family:Courier New;color:#666600;"><span style="font-size:0;"></span></strong></span><strong><span style="font-family:courier new;color:#666600;"><span style="font-size:130%;">JODIDOS</span></strong></span><span style="font-size:130%;"><br /></span><br /></div><p align="center"></p><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/el-bolson-personaje01.jpg"></a><p align="left"><br /><br /><span style="font-size:100%;"><span style="font-family:arial;">Recorro los puestos de artesanías. Uno muy cerca de otro. </span><span style="font-family:arial;">Hay puestos y puestos. Desde una mesa con quesos, o panes, o bolsitas de harina integral, hasta un degradé de niveles cubiertos con un paño donde colocan frascos con los diversos dulces de frutos rojos de la zona, jabones aromáticos, velas, piedras, platería, flores secas, etc. </span></span></p><p align="left"><span style="font-family:arial;"></span><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Colgados de las estructuras de hierro, atrapa sueños y llamadores de ángeles convocan con sus tintineos. O percheros con prendas de lanas tejidas a mano o telar acaso refieren cómo pasan las horas de invierno quienes viven en El Bolsón. Canastos con madejas y ovillos para quienes saben de qué se trata. </span></p><p align="left"><span style="font-family:arial;font-size:100%;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:arial;font-size:100%;">También están los puestos donde una tela cubre en su totalidad la estructura, para aprovechar mejor el espacio interior. Sobre las veredas de la plaza, a la vista de todos, palpita la trastienda de la feria. No muy diferente a la feria. </span></p><p align="justify"><span style="font-family:Arial;font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-family:Arial;font-size:85%;"></span></p><p align="justify"><span style="font-family:Arial;font-size:85%;"></span></p><p align="justify"></p><p align="justify"><span style="font-family:Arial;font-size:85%;"></span></p><p align="justify"><span style="font-family:Arial;font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/feria%20bolson.0.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/feria%20bolson.0.jpg" border="0" /></a></p><br /><div align="left"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/el-bolson-personaje01.jpg"></a><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Algunos aprovechan las horas para continuar con el armado de sus trabajos. Otros comparten un mate, un termo con café, comen, conversan, tejen, amamantan, se miman, fuman -se fuman, agregarían los malos. O juntan firmas para oponerse a los trabajos de una empresa minera en El Hoyo. Hacen saber los daños nefastos, irreversibles que causará el emprendimiento. </span></div><div align="left"><span style="font-family:arial;font-size:100%;"></span></div><span style="font-family:arial;"><div align="left"><br /></span><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Y hay quienes prefieren estar solos. </span></div><div align="left"><span style="font-family:arial;font-size:100%;"></span></div><div align="left"><span style="font-family:arial;"></span><span style="font-family:arial;font-size:100%;">Como yo.</span></div><div align="left"><span style="font-size:100%;"><span style="font-family:arial;"><em>Fuera, Anushka</em>.</span> </span></div><br /><br /><br /><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/viejo%20bolson.jpg"><img style="WIDTH: 301px; CURSOR: hand; HEIGHT: 378px" height="370" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/viejo%20bolson.jpg" width="389" border="0" /></a></p><div align="center"><br /><em><span style="font-family:arial;font-size:85%;">No le veo los ojos, pero sin son azules, podría ser alguien parecido a él.</span></em> </div><div align="center"></div><div align="left"><br /><br /><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:arial;"><span style="font-size:0;"><br /></span></span></span></div><div align="left"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:0;"></span><span style="font-family:arial;">Y sola camino cuando lo veo.<br /></span><span style="font-family:arial;"><span style="font-family:arial;"></span><br /></div></span><span style="font-family:arial;"></span><div align="left"><span style="font-family:arial;"></span><span style="font-family:arial;">Y...<em> nuestros ojos se encontraron, porque una formidable ley de la vida hace que los jodidos se encuentren</em>, escribió Luis Sepúlveda.<br /><br /><br /></span><span style="font-family:arial;">El hombre esta sentado delante de su puesto. Detrás, piezas de maderas se apilan sobre mesadas: fuentes de todos los tamaños, cucharas, cucharitas, cucharones, utensilios de las más variadas formas, percheros, platos, relojes, morteros, etc.<br />Él, sentado en su banquito, mira la galería de personas que van y vienen por el corredor de asfalto que separa una y otra hilera de puestos.<br />Un sombrero de tela gruesa sólo deja ver su tupida barba blanca. Viste una parca oscura que roza el piso - porque insisto, el banco es muy bajo. Unos viejos aunque enteros zapatones de cuero, acordonados, de puntas redondeadas asoman por debajo.<br />Descansa encorvado, como si necesitara apoyar sobre sus piernas alguna pesada historia que sostienen sus brazos.<br /><br /><br /></span><span style="font-family:arial;">Azules. Azules eran sus ojos cuando nuestras miradas se encontraron.<br /><br /></span><span style="font-family:arial;"></span><span style="font-family:arial;">Saludo y paso al interior del puesto a mirar su arte. Y por cierto me lleva tiempo, hay mucho para revolver.<br /><br /><br /></span><span style="font-family:arial;">–¿Qué es esto? –le pregunto intrigada.<br />Gira despacio y mira lo que yo tengo en la mano: una pequeña pieza con finísimas ranuras muy parejas a su alrededor. Me mira. Mira la pieza, me mira otra vez. Lento se levanta, ¿con desgana? Y arroja con firmeza la pieza a la calle. Comienza a girar sobre sí misma de manera vertiginosa.<br />–Ah... Un trompo –digo.<br />–Un trompo –repite.<br />–Gracias. Qué bonito... –digo para no darle lugar al Qué pedazo de idiota que pide pista entre los dos.<br />Recoge el trompo, me lo devuelve y regresa a su banco.<br />Por supuesto no pregunto más.<br /><br /><br /></span><span style="font-family:arial;">Me quedo a su lado en silencio. A jugar con él. A escuchar lo que dicen los otros cuando pasan delante de uno. Conozco las reglas del juego, viejo zorro. Suelo practicarlo sentada sobre la arena de la playa en plena temporada veraniega. Sí que es un pasatiempo entretenido. Patético.<br /><br /></span><span style="font-family:arial;">Al cabo de un tiempo dice, o me dice, cómo saberlo:<br /><br /></span></div><div align="left"><span style="font-family:arial;"></span><span style="font-family:arial;">–<em>Hace unos años pasaron</em> <em>los hijo de puta</em>. <em>Qué, hijo de puta, pará hijo de puta, si será hijo de puta.<br />Y nos llenamos de hijos de putas. El país entero se llenó de hijos de putas.<br /></em><br /><br /></span><span style="font-family:arial;">Hizo una pausa. Luego continuó:<br /><br /><br /></span><span style="font-family:arial;">–<em>Luego pasaron los boludo. Qué hacés boludo. Si serás boludo. Pará boludo. Todos eran boludos.<br />Y se llenó de boludos nomás.<br /><br /></em><br /></span><span style="font-family:arial;">Otra pausa.<br /><br /></span></div><div align="left"><span style="font-family:arial;"></span><span style="font-family:arial;">–<em>Ahora son los locos. Pará loco, cortála loco. Aguantáme loco. Qué hacés loco.<br /></em><br />Nueva pausa. Larga pausa.<br /><br /></span><span style="font-family:arial;">–<em>Yo no quiero perderme esto cuando se llene de locos. Locos por todos lados. De veras no me lo quiero perder, quiero vivir sólo para ver eso.<br />Porque será fabuloso</em>.<br /><br /></span><span style="font-family:arial;"></span><span style="font-family:arial;">A modo de despedida me vienen unas tremendas ganas de besar en la boca a este genuino metafísico. (Seguro ya hizo los deberes) Pero no lo hago. No quiero ser la primera en llegar al festín apocalíptico de su visión.<br /></span></div><div align="left"><span style="font-family:arial;"></span><span style="font-family:arial;">Quizá, sin decirlo, juntos añoramos a otros apasionados, volados jóvenes que anidaron en este rincón de la Patagonia. Lindos, diferentes locos.<br /><br /></span><br /></div><div align="left"></div><div align="left"></div><div align="left"><span style="font-size:0;"></span></div><div align="left"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:0;"></span><span style="font-family:arial;font-size:85%;"></span></div><div align="left"><span style="font-family:arial;font-size:85%;"><em><span style="font-size:0;"></em></span></span><span style="font-family:arial;font-size:85%;"><em></em></span></div><div align="left"><span style="font-family:arial;font-size:85%;"><em><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><br /></em></span></span></span></div><div align="left"><span style="font-family:Arial;font-size:85%;"></span></div><div align="left"><span style="font-family:Arial;font-size:85%;"><span style="font-size:0;"><br /></span></span><span style="font-family:arial;font-size:85%;">Próximo Capítulo</span>: <span style="color:#666600;"><strong><span style="font-family:Courier New;">HANTA FRIO</span><br /><br /><br /><span style="font-size:0;"><br /></strong></span></span></div>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1164043634656222762006-12-20T09:09:00.000-08:002007-07-16T08:17:08.886-07:00<div align="center"><br /><strong><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#666600;">HANTA FRÍO<br /></span></strong><br /><br /><br /></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;">Me despiertan unos ruidos. Ruidos entre el techo y la ventana.<br /><br />¿Qué es eso?<br /><br />Hay detalles en la construcción del Hostel que, evidentemente porque se les vino la temporada encima, quedaron sin terminar. Los ruidos vienen de arriba, justo por donde pasa una viga de lado a lado con caños de luz y otros conductos intestinales del edificio.<br /><br />¡Ratas!<br />Enormes ratas. Van y vienen a 40 cm sobre mi cabeza. Están ahí en el alero sobre la ventana. Las presiento, por el ruido, gordas, pesadas, con uñas largas. Qué asco.<br /><br />¡Hanta Virus! El Bolsón. Pánico.<br /><br />Salgo de mi saco de dormir, lo más rápido que permite salir de un saco de dormir, y bajo de la cucheta, lo más rápido que alguien con un brote se puede descolgar de una cama cucheta. Trato de verlas. Apoyo mi cara sobre el vidrio y miro el alero de afuera de la ventana.<br />¡Ahijunas salgan! ¡Necesito saber donde están para tener la certeza que no van a esconderse en mi nido!<br />Todavía el cielo está oscuro, solo brilla el lucero.<br />Entonces, las veo, gordas, rápidas. Golpean fuerte cuando caen sobre el alero y luego se descuelgan lentas, aferrándose al borde de la chapa en frustrado intento y caen sobre la alfombra de gramilla de la entrada del hostel. Una detrás de la otra. Como gotas de agua. Gordas y pesadas gotas de agua. Porque son gotas. Gotas de agua. Pesadas gotas de agua. Pero no llueve. Sé que no llueve. ¿Qué cuernos es esto?<br /><br />Por las dudas aplasto toda, mi bolsa de dormir. Ni en pedo me meto ahí dentro otra vez. Y lo escribo fiel a la forma oral de mi discurso. </span></div><div align="justify"><span style="font-family:Arial;"></span> </div><div align="justify"><span style="font-family:Arial;"><span> </span></span> <div align="justify"><span style="font-family:arial;"></span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;"></span></div><div align="justify"><span style="font-family:arial;"></span></div><span style="font-size:0;"><br /><br /></span></div><div align="center"></div><div align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/contraluz.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/contraluz.jpg" border="0" /></a><br /></div><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="justify"><br /><span><br /> </span>Ya que estoy levantada aprovecharé el día desde temprano.<br />Me doy una ducha de agua bien caliente para sacarme las ratas de encima, me visto, cuelgo la toalla sobre los radiadores de la calefacción y bajo. A ver qué onda sintonizo por ahí.<br />Ninguna. Todos duermen. Las montañas asoman entre la bruma. Me explota la cabeza de programas. Tomo unos mates y subo a buscar a XR. Qué bonita. Chequeo, todo bien.<br /><br />Me pongo mis guantes de lana (dejan la mitad de los dedos afuera, maravillosos porque me permiten hacer todo sin sacármelos, así no los pierdo) buzo de manta polar y salgo pelitos mojados al viento (muy corto porque me vino una ola de pintura encima cuando pintaba el techo de mi casa y corté lo que el aguarrás no sacó, o sea, todo)<br /><br />Hilos de agua chorrean por mi cara. Sacudo la cabeza, no como lo hacen las chicas de Giordano, sino como mi perro Mallín cuando lo sorprendían las olas del mar: con ganas. Y cargo un potecito de crema para ponerme como protección en la cara cuando el sol pegue.<br />Saludo al pichicho del Hostel, cierro la tranquera y parto rauda por un camino de chacras rumbo al pueblo. (Unas 6 cuadras a la plaza central)<br />Al cruzar el puentecito, ahí nomás, los dedos me empiezan a doler. Tecleo sobre la palanca de cambio y no le doy importancia.<br />Al toque, nomás, son alfilerazos en la cara, tijeretazos en la cabeza. Frío, debe ser el frío, pienso, Y sigo a puro pedal. Qué me importa el frío. Ya va a pasar, si ayer hizo un calor bárbaro, estaba con remera manga corta.</div><div align="justify"><br />La idea es ir hasta Las Golondrinas, a 4 kilómetros del El Bolsón, donde hay una serie de establecimientos agroturísticos dignos de visitar.<br /></div><div align="justify"></div><div align="justify"><span style="color:#ffffff;">.</span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;"></span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:0;"></span></div><p><span style="font-size:0;"></p><div align="justify"><br /></div></span><span style="font-size:0;"></span><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/bancaleslechuga.3.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/bancaleslechuga.2.jpg" border="0" /></a></p><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="left"></div><div align="left"></div><div align="left"><a href="http://www.proyectociesa.com.ar/ciesa.html">http://www.proyectociesa.com.ar/ciesa.html</a> </div><div align="left"></div><div align="left"></div><div align="left"><span style="color:#ffffff;"><span style="font-size:0;"></span>.</span></div><div align="left"></div><div align="left"></div><div align="left"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><br /></span></span></span></span></div><div align="left"></div><div align="right"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/ventana.3.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/ventana.3.jpg" border="0" /></a></div><div align="justify"><br /><br /><br /><span style="font-size:85%;"><br /><br /></span><span style="font-size:100%;">Dejo de sentir los dedos, sólo lacerantes puntadas cuando intento mover alguno de ellos. La piel de la cara me empieza a tirar, con dolor. Y me duele tanto o más que la parte superior de mi cabeza. Me toco la cara. No siento la cara porque no siento el dedo con que toco la cara. Se ha vuelto de plomo hueco.<br />¡Mierda! Me estoy congelando.<br />Esto es groso.<br /><br />Doy la vuelta y vuelvo al hostel absolutamente congelada con un gorro de púas puesto en la mollera.<br />Imposible abrir el pasador de la tranquera por la inmovilidad de los dedos. Paso por la tranquerita angosta de un costado que se abre sólo empujando. Lo hago apoyándole el hombro aún sin congelar.<br />Dejo a XR bajo una ventana, ella es de fiero y se la aguanta, y apurada entro al Hostel.<br />Miro el reloj que esta sobre la estufa hogar. Son las 8.30<br />En la escalera me cruzo con Carlitos, con cara de dormido. No sé que aspecto tengo pero se ríe y me dice: Te agarró la helada. Hace frío. Sí. Sólo vine a buscar más abrigo. Noto que me cuesta hablar.<br />Preparo unos mates. ¿Si?<br />Enísimo, le digo. Supongo quise decir buenísimo.<br /><br />Subo la escalera con los alfilerazos clavados en la piel y me meto al dormitorio. En el baño abro la canilla del lavamanos y meto los dedos bajo el agua caliente.<br />Quien ha pasado por esto puede saber qué cosa intento explicar. Qué padecimientos hay que soportar. Acaso una tortura china, si los chinos torturan con las mismas agujas con que curan.<br />Me miro en el espejo y... ¡AY... qué horror!<br />Espanto agravado porque ahora entiendo la risa de Carlitos. Mis pelos cortitos, mojaditos, bien paraditos, re fashion la loca, se ven firmes como estalactitas. La cara es una máscara dura, tensa. Por eso no pude pronunciar buenísimo porque decirlo, cualquiera puede probar, se necesita desplazar la maza de mejillas, heladas en mi caso, hacia delante. Cosa imposible en este estado.<br />Mis labios están azules como alguna vez vi los labios de la muerte.<br />De veras me asusto.<br /><br />Descongelarse duele más que congelarse. Lo sé.<br />Lo que no sé cuantas veces salté dentro del dormitorio, puse las manos debajo del agua caliente, volví a saltar, corrí a poner la cabeza debajo del chorro caliente, me froté la cara, gemí de dolor.<br />Bajo como si nada, con el orgullo amordazado. Carlitos organiza el tema de los cestos de basura. Así que preparo unos mates y no me alejo dos trancos de los mecheros de las cocinas, esperando que calme el enrojecimiento que dejó la revolución de grados extremistas en mi piel.<br /><br />Esa fría mañana aprendí:<br /><br />· Que, las gotas que caen de los distintos niveles del techo a medida que se descongela la humedad, en una cama del Hostel Refugio Patagónico se vuelven ratas gordas a la salida de los sueños.<br />· Que, no tengo que cometer el error de salir mojada, chorreando agua, antes de las 10 de la mañana porque es una tremenda pelotudez. Uno se congela.<br />· Que, si lo hago, mejor que vaya abrigada de arriba abajo incluyendo la última falange de los dedos, por las fuertes heladas. Aunque después con el calor, tenga que esconder la ropa en el bosque, como lo hago en la playa.<br /><br />Y, por último y lo más importante,<br /><br />· Que, tengo que “abolsonarme” como los gringos, y bajar dos cambios. Dejarme de jorobar. Vamos..., las Golondrinas en la Comarca Andina del Paralelo 42 no se van a volar si caigo tipo mediodía y sin el look refashion pelitos mojados. </span></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><span style="color:#ffffff;">.</span></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><span style="font-size:0;"><div align="justify"><br /></span>Próximo: <strong><span style="font-family:courier new;color:#666600;">NOCHE HOT </span></strong></div><p><strong><span style="font-family:courier new;color:#666600;"></span></strong></p><p><strong><span style="font-family:courier new;color:#666600;"></p><div align="justify"></div><div align="justify"></div></span></strong>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1164132675957748122006-12-19T09:44:00.000-08:002007-01-23T06:53:27.230-08:00<p align="center"></p><p align="center"><strong><span style="font-family:courier new;color:#666600;">ESPEJOS</span></strong></p><p align="left"><span style="color:#ffffff;">.</span></p><p align="left"></p><p align="left"><span style="color:#ffffff;">.</span></p><p align="left"></p><p align="left"><span style="font-size:0;"></span></p><p align="left"><span style="font-size:0;"></span></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/Espejo%20roto.0.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/Espejo%20roto.jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><span style="font-size:85%;"><em>Espejo roto - Sandra Pérez </em></span></div><div align="center"><span style="font-size:85%;"><em>Cultura Cubana</em></span></div><p align="center"></p><p align="left"><span style="font-size:85%;color:#ffffff;"><em>.</em></span></p><p align="justify"><em></em><span style="font-size:85%;"><em><strong>Cremas Naturales</strong>.</em> Invita un cartel de un puesto en la Feria. </span></p><span style="font-size:85%;"><p align="justify"><br />Veamos: Rosa Mosqueta, Caléndula, Romero. Lavanda. Aceites esenciales. Delicadas etiquetas identifican los frasquitos petisos, hexagonales que una mujer saca de una caja y acomoda en su puesto, sobre una tabla-mostrador.<br />Me sonríe. Tiene ojos tristes. Y arruguitas tristes. Me pasaría la mañana intentando develar su historia.<br /><br />Las mías todavía duelen –me escucho decirle.<br /></p></span><span style="font-size:0;"></span><p align="justify"><span style="font-size:0;"></span><span style="font-size:85%;">¿Cómo decís? Que me duelen las arrugas. ¿Qué tenés para el dolor de cara? Y ahí nomás no sé de dónde ni porqué me viene una risa que degenera en sucesivas carcajadas y la certeza de no poder parar jamás, si la mujer no se decide a rescatarme y deja de mirarme como lo hace. </span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;">Ni sé si me escuchó. Las lágrimas se me hacen cristales por el frío.Ya no sé si río o lloro, porque el acto de hacerlo, el espasmo físico mismo, me es parecido. Me pasa, en determinadas ocasiones que no viene al caso analizar, empiezo de una manera y acabo en la otra. Sin recordar si las humedades en los ojos me vienen por alguna risa o devienen por un llanto. Qué más da. </span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:85%;">Finalmente, sofoco mi brote histriónico bajo en cuello de paño polar que llevo como abrigo. Ay, qué risa. Cómo duelen los espejos –le digo a modo de excusa. <em>No aclares que oscurece,</em> me sugiere alguna de mis Anas. Son con base de cera de abejas –explica cuando me supone nivelada. Y me da un frasquito destapado. Podés probarla, si querés, agrega. </span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;">Claro que quiero. </span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:85%;">La textura y el color me remiten a unas abejas y a mi amigo Alberto, único habitante de la playa de Piedras Coloradas, quien me saca divinas ventajas en esto de estar locos. </span></p><p align="left"><span style="font-size:85%;"></span></p><p align="left"><span style="font-size:85%;color:#ffffff;">.</span></p><p align="left"><span style="font-size:85%;"></span></p><p align="left"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span></span></p><p align="center"></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/FOTO.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/FOTO.jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><em><span style="font-size:85%;">Con mi amigo Alberto </span></em></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;">Amante del nudismo, se desnudó delante de una colmena y sacó la tapa superior de la misma, para demostrarse a si mismo que si estaba en cueros no lo picarían las abejas. Bruce, un yankee avenido a patagónico, sorprendido, <em>Ou, Ou, Ou</em>, afortunadamente registró el momento con su cámara. Si no muestra la foto, ¿quién se lo cree? Pues, hay que decir que mi amigo estaba en lo cierto. Y también, que aquella imagen con las abejas revoloteándole encima, es por demás interesante.</span> </p><div align="justify"></div><p><span style="font-size:0;"></span></p><p><span style="font-size:0;color:#ffffff;">.</span></p><p><span style="font-size:0;"></span></p><p><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><br /></span></span></span></p><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/Dibujo.8.jpg"><img style="CURSOR: hand" height="386" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/Dibujo.5.jpg" width="317" border="0" /></a></p><p align="left"></p><div align="center"><em><span style="font-size:85%;">Daniel. Apicultor, poeta, soñador.</span></em></div><div align="left"><em><span style="font-size:85%;"></span></em></div><div align="left"><em><span style="font-size:85%;"></span></em></div><div align="left"></div><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/DSC01228a[1].jpg"><img style="CURSOR: hand" height="285" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/DSC01228a%5B1%5D.jpg" width="358" border="0" /></a></p><div align="center"><em><span style="font-size:85%;">Colmenas en Piedras Coloradas - Las Grutas - Patagonia</span></em></div><p><em><span style="font-size:85%;"></span></em></p><p><br /></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/alberto%20y%20colmena.3.jpg"><img style="CURSOR: hand" height="290" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/alberto%20y%20colmena.jpg" width="364" border="0" /></a></p><p align="center"><em><span style="font-size:85%;">Alberto, un hombre especial</span></em></p><p align="center"><br /><br /></p><p align="center"></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;">Del mismo modo, el aroma de la crema me trae una larga noche en un refugio sobre una duna del mismo lugar, junto a una cocina atiborrada de leña. Necesitábamos calor para facilitar la extracción de la miel de los panales. Esa noche fui parte del sueño de dos amigos que apostaron a colmenas entre hermosos chañares frente al mar y a la variedad de flores del monte patagónico. </span><span style="font-size:85%;">Éramos tres extraños felices alquimistas develando, esa noche, los secretos de la miel. Sabrosa miel. </span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;color:#ffffff;">.</span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;"></span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;"><span style="color:#ffffff;">.<span style="font-size:0;"></span></span></span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;"></span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span></p><p align="center"></p><p align="center"></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/oishi_honeyspoon.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/320/oishi_honeyspoon.jpg" border="0" /></a></p><div align="justify"><br /><br /><br /><span style="font-size:85%;">Le devuelvo el frasquito a la mujer.<br />Lo llevo. –le digo. Unas finitas canas se mezclan entre el pelo oscuro que le llega a los hombros.<br />¿Cómo decís? Y yo no sé qué dije. Pero me quedé colgada de sus canas.<br /></span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:85%;"></span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:85%;">Que somos espejos le digo a una turista que llegó al puesto.<br />¿Sabés? Hace poco decidí no teñirme más el pelo. Harta de estar harta de hacer con mi pelo cosas que me hartan. Se entiende ¿no? <em>Decíme que sí así sigo, total tu amiga está entretenida con la dueña del puesto</em>.<br />En verdad, entre nosotras tengo el pelo blanco como mi vieja, le digo bajando la vos. Reímos las dos.<br />Bien, decido no mirarme en los espejos para poder soportar el período de transición desde un color a otro. Perfecto, me dije, una idea genial. La aprendí de un amigo, otro amigo, que no los pone en su casa porque, afirma, a esta altura de su vida, con más años y menos pelo, se resiste a darles la razón.<br /><br /><span style="font-size:0;"><br /></span></span></div><div align="justify"><span style="font-size:0;"></span><span style="font-size:85%;">Me escucha con interés. Sonríe.<br />Arranqué de maravillas con este honesto proyecto para conmigo misma, continúo. Frente a un espejo no te ves, porque decidiste no verte.<br />Asiente.<br />Todo bien. Hasta que los demás, esos otros espejos que uno tiene enfrente, comienzan a no bancarse el verme con 4 dedeos de raíces blancas. Vaya uno a saber que ven cuando me ven. Y viene: -de onda ¿no?- ¿Estás loca? ¡Parecés una vieja! Dejáte de joder... Veníte esta tarde y yo te tiño. En verdad te avejenta. Bla, bla. Bla.<br />Bien, entonces recurro al plan B: me pongo un gorrito o me enrosco pañuelos en la cabeza. Pero, indudablemente, los gorros en mi cabeza encuban años.<br />En definitiva, termino cansada, agotada, sintiéndome fea y vieja. Me trizo cada vez que me miro en los demás.<br />¿Cómo descomprimo el asunto? Compro una cajita de tintura y listo.<br />Qué pena, murmura la mujer. Sí, una pena. ¿Querés saber qué decía mi madre cada vez que salía el tema de las canas? <em>Decíme que sí otra vez. O no me digas nada. Es lo mismo.<br /></em><br /><em><span style="font-size:0;"><br /></em></span></span><span style="font-size:85%;"><em>“Cada cana es una flor que nace sobre la tumba de una ilusión”</em><br /><br /><span style="font-size:0;"><br /></span></span><span style="font-size:85%;">Oh, no! La escuchábamos y con mi hermana poníamos los ojos en blanco. Un verso demasiado trágico para nuestros proyectos de vida. Y encima no lo decía. No, no. Lo de-cla-ma-ba con voz quebrada y ademanes y todo. Divina.<br />Ahora la mujer ríe. Nos reímos juntas, como nos reímos con mi hermana cuando recordamos el verso. </span></div><p align="justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:85%;">Como verás, le digo mostrándole mis pelitos cortos llenos de canas subversivas, o le pego una trompada a algún espejo, que sería muy triste porque no haría sino lastimarme, o... definitivamente tendré que aceptar lo que veo y, luego de muchas afirmaciones, litros de agua y un par de buenas cirugías, llenarlo de besos al mejor estilo Nacha Guevara. Más risas. </span></p><p align="justify"><span style="font-size:0;"></span><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:85%;">Me alejo del puesto con la cara brillante, iluminada por la Crema Natural Rosa Mosqueta y con mi fe renovada en la terapia callejera. Después de todo el milagro de estar vivo es sentirse vivo. De la manera que uno elija, qué joder... </span></p><div align="justify"><span style="font-size:85%;"></span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;"></span></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><span style="color:#ffffff;">.</span></div><p></p><p><span style="font-size:85%;"><em></em></span></p><p><p><span style="font-family:courier new;color:#666600;"><strong></strong></span></p><p align="center"></p><p></p><p align="left"><br /><span style="font-size:85%;"><em>Próximo</em></span>: <span style="font-family:courier new;color:#666600;"><strong>PANES Y VERSOS</strong></span></p>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1164050291655036952006-12-18T10:57:00.000-08:002007-01-23T06:52:42.090-08:00<p align="center"></p><p align="center"><strong><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#666600;">NOCHE HOT</span></strong></p><p align="left"></p><p align="left"><span style="color:#ffffff;"></span><span style="font-size:0;"><span style="color:#ffffff;">.</span><br /></span></p><p align="justify"><span style="font-size:0;"></span><span style="font-size:85%;">Las noches de El Bolsón en baja temporada, podría decir que son... noches. Para qué explayarme en una cuestión donde ya me cayó la ficha. Las cosas son. Y punto. El resto depende de uno.<br />Entonces, recorro la noche de El Bolsón en la grupa de XR cuando veo un grupo de... ¿cómo denomino a chicos más o menos entre 8 y 11 años? A ver. Muchachos: les queda grande. Niños: les queda chico. ¿Jóvenes? demasiado amplio, hasta yo puedo entrar si empujo. Adolescentes: todavía no se padecen. Pre-adolescentes: horrible. ¿Pendejos? uy qué feíto.<br />Divinos.<br />¡Eso! Gracias Annette. Divinos. </span></p><p align="left"></p><p align="left"><span style="color:#ffffff;">.</span></p><p align="left"></p><p align="left"><span style="font-size:0;"></span><span style="font-size:0;"></span></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/517940/fdgf.gif"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/200/19708/fdgf.png" border="0" /></a></p><br /><br /><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/678226/fdgf.gif"></a></p><br /><span style="font-size:85%;">No muy tarde, pero si muy oscuro, ya los he visto jugando en una de las placitas del lugar. Una plaza bonita. Y bonita no por mérito de algún<span style="font-family:trebuchet ms;color:#ff0000;"><strong> No pisar el césped</strong></span>, sino porque pueden andar en bicicletas, patinar, correr, pisarla. Usarla. </span><br /><p><span style="font-size:85%;">En un intento de espiar sus códigos, sus piruetas, sus carcajadas, paso por delante de ellos y para mi sorpresa se quedan mudos. Me doy vuelta y advierto que yo, mamá, los he dejado mudos. </span></p><p><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:85%;">Mirá vos...<br /></p></span><p align="justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:85%;">Tengo un sofisticado aparatito con dos pilas que bien podrían llamarse las luces traseras de mi bici. Aunque lo uso en un bolsillo red de una pequeña mochila en mi espalda porque nomás al sacarlo del estuche se rompió el soporte (Por $ 4 no se puede exigir demasiado) </span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;">Imposible que alguien me pase por encima, salvo que haya una justa mala intención. </span><span style="font-size:85%;">Tiene cuatro posiciones de luz roja: luz fija, luz que titila lenta, luz que titila rápido y una alucinante posición que desplaza una lucecita a lo largo del aparatito. Advierto que la luz roja fija en mi espalda los sorprendió. ¿Ah si? </span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;">Divinos de mi corazón, prepárense porque se viene la fiesta. Qué fantástica esta fiesta. </span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:85%;">Doy la vuelta a la manzana y bajo para cambiar la luz de posición. Ahora titila suave. Paso despacio, chiflando bajito, como si en verdad dar la vuelta a una plaza en penumbras, por calles en penumbras, fuera todo lo que me queda por disfrutar de la vida -que por cierto lo es- sobre todo si el silencio lo sostiene el asombro de unos seres divinos. </span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;">Las placitas del El Bolsón, benditas sean ya lo dije, tienen muy pocas luces. Así, mi luz roja brilla que da gusto. Y la intermitencia, los subyugó. Sorpresa general. Están absolutamente intrigados con la luz de mi espalda. </span></p><p align="left"><span style="font-size:0;"></span><span style="font-size:0;color:#ffffff;">.</span></p><p align="left"><span style="font-size:0;"></span></p><p align="left"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:0;"></span></p><p align="center"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/igtodos.0.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/igtodos.0.jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><em><span style="font-size:85%;"><a href="http://www.franiweb.com">www.franiweb.com</a></span></em><br /></div><div align="left"></div><span style="font-size:0;"><div align="justify"><br /><br /></span><br /><span style="font-size:85%;">Pues otra vuelta más larga (dejo que reorganicen su desconcierto) y paso, esta vez pedaleando rápido, muy rápido, con el titileo rápido.<br />Pero qué maravilla.<br />Ya el juego, cualquiera fuera antes que yo llegara a sus vidas, quedó a un lado. Ahora todo es esperarme. No podría asegurar que me distinguen porque llevo gorro y está oscuro.<br />Cielos..., de haber sabido. Me disfrazaba en cada una de las pasadas. Y la diversión sería romana. De todos modos las exclamaciones, los gritos de sorpresa, los wuauuuu que me brindan, son para celebrar.<br /></div></span><div align="justify"><span style="font-size:85%;">No imaginan la gran pasada final, ¡cuando active la posición 4! Los mataré. Sé que los mataré.<br /><br />A propósito me demoro más. Tengo que pensar en la puesta en escena, en el suspenso, el tema luces lo tengo resuelto. Bien. Prepárense porque ahí voy con mi exitoso e improvisado unipersonal. Hago mi entrada a toda velocidad y 2 vueltas a la placita son suficientes para la ovación final.<br /><br />En verdad fue una noche diferente. La recordarán hasta que encuentren el pequeño accesorio en cualquier ferretería del pueblo. </span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;">Nunca paré a mostrárselos. </span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"><br /></span></span><span style="font-size:85%;">Qué va.<br /><br /><span style="font-size:0;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;">Vamos... hay secretos, artilugios que una mujer nunca debe revelar, sobre todo frente a un grupo de entusiasmados en la noche hot de El Bolsón.<br /><br /><span style="font-size:0;"></span></span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;">Yo también la recordaré.</span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;">Precisamente como el día en qué perdí el inflador de la bici. ¿Cómo?<br /></div></span><div align="justify"><span style="font-size:85%;"></span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;"></span></div><div align="justify"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:85%;">Ni idea. </span></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify"><span style="font-size:0;"><br /><br /><span style="color:#ffffff;">.<br /></span><br /><span style="color:#ffffff;">.</span></span> <div align="justify"><em><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span></span></em></div><em><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></em></span></span><em><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></em></span><em><span style="font-size:85%;">Próximo:</span></em> <span style="font-family:courier new;color:#666600;"><strong>ESPEJOS</strong></span></div>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1164224240761655082006-12-17T11:10:00.000-08:002007-01-23T06:32:12.180-08:00<p align="center"><strong><span style="font-family:courier new;color:#666600;">PANES Y VERSOS</span></strong> </p><p align="center"></p><p align="left"><span style="color:#ffffff;">.</span></p><span style="color:#000000;"><span style="font-size:85%;"><p align="justify"><br />Chechu vuelve por el Valle del Rio Negro en ómnibus. Tiene que reincorporarse a su trabajo. Ella se desocupa a las 19. Toma un ómnibus a Bariloche y de ahí otro que la llevará al Valle Medio. Yo vuelvo en el tren. Bariloche - San Antonio. Sale 17 hs. O sea, tengo que dejar El Bolsón a más tardar a 14 hs. </p><p align="justify">Snif. </p><p align="justify"><span style="font-size:0;"></span></span></span><span style="color:#000000;"><span style="font-size:85%;">Todo absolutamente sincronizado. Pasajes confirmados. Despedida anticipada. Cuatro maravillosos días de no estar juntas, porque cada uno andaba en lo suyo, pero de sentirnos juntas. Que tengas lindo viaje. Que nos vemos. Que te quiero mucho. Que yo también. Que cuidáte. Que de quién. Que de mí. Que ja, ja.<br /></span></span></p><p align="justify"><span style="color:#000000;"><span style="font-size:85%;">Que bay, bay. </span></span></p><p align="left"><span style="color:#000000;"><span style="font-size:85%;"></span></span></p><p align="left"><span style="font-size:85%;"></span></p><p align="left"><span style="font-size:85%;"></span></p><p align="left"><span style="font-size:85%;"></span></p><p align="left"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span></p><p align="left"><span style="color:#000000;"></span></p><p align="left"><span style="font-size:0;color:#000000;"></span></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/ceci_playa[1].3.jpg"><span style="color:#000000;"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/ceci_playa%5B1%5D.3.jpg" border="0" /></span></a></p><div align="center"><em><span style="font-size:85%;">Cecilia</span></em><br /></div><p align="center"></p><strong><span style="font-family:courier new;color:#666600;"><p align="justify"><br /></span></strong><span style="font-size:85%;"><br /></p></span><p align="justify"><span style="font-size:85%;">Y vuelvo al Hostel a preparar la mochila. </span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;">Y no.<br />¿Y no qué? Que no puedo irme. ¿Qué cuernos me pasa? El Piltriquitrón. Quiero subirlo y pasar una noche en el refugio. Quiero llegar ahí arriba, a los 2.260 mts. No me puedo ir. No puedo estar en la base de este cerro y no llegar a la cumbre.<br />¿Por qué?<br />Porque está ahí.</span> </p><p align="justify"><span style="font-size:85%;color:#000000;">Me quedo y lo hago. Subiré.</span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;">Con las voces de mis Anas retumbando en mi cabeza, acabo de entrar en asamblea permanente. Porque significa cambiar los pasajes y resolver el tema de la guita entre otras cosas. No es lo mismo viajar por 3 días que sacar un boleto abierto a la eternidad. Ceci me lo había anticipado una noche mientras comíamos una sabrosa parrillada en el restaurante de un griego: ‘Vos de aquí no te vas más” Posiblemente mi cara fuera una alegre fiesta popular con fuegos artificiales y todo. Por el momento necesitaba quedarme el tiempo necesario, no más, que me permitiera llegar a la cumbre del Piltri. </span></p><p><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:85%;">Así que dejo pasajes abiertos, voy a Turismo a averiguar como es el tema de la subida, resuelvo tema dinero -me llevaría 3 capítulos más explicar los cómo- y despido a Cecilia. Más que te quiero mucho besos y abrazos. Que cuidáte mucho, que de quién ja ja. Que de vos. Toing. </span></p><p><span style="font-size:85%;">Snif. Bien. ¿Ahora? Nada. Subiré. </span></p><p align="justify"></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;"></span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:85%;"></span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;color:#ffffff;"><span style="font-size:0;">.</span></span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span></span><p align="justify"><span style="font-size:85%;"></span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;"></span></p><p align="left"><span style="color:#ffffff;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="color:#ffffff;"></span></p><p align="left"><span style="color:#ffffff;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="color:#ffffff;"></span></p><p align="justify"><span style="font-size:0;"></span></p><p align="center"></p><span style="color:#ffffff;">.</span> <p></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/foto_diaria3.1.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/foto_diaria3.1.jpg" border="0" /></a></p><div align="justify"><br /><br /><span style="font-size:85%;"><br /></span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;">En turismo me dijeron que en 4 horas y media estabas en la plataforma de parapentes y luego de 45 minutos el Bosque Tallado y de ahí al refugio un poco más. No sonaba terrible. Arriba había agua y podías comer por una módica suma, si estaban arriba los chicos a cargo del refugio. ¿Y?... ¿Están arriba los chicos del refugio? Obvio. Suponemos que sí. Ellos avisan cuando bajan. Obvio.<br />Bien. O sea, sin impedimentos.<br />El tiempo no podía ser mejor. Días con mucho sol y ni miras a las benditas e interminables lluvias de la zona. Entonces... ¿por qué no?<br /><br />Llego al Hostel y Anny y cia. (Lndn) habían partido por 3 días al Hielo Azul (2.270 mts)<br />Marcelo (Brsl) y Humberto (Vnzl), preparaban su ascenso al Lindo (2.135 mts) Me invitaron a acompañarlos. Les contesté que había decidido subir al Piltriquitrón. Como ellos ya habían estado allí, me proponían el Cerro Lindo.<br />No deja de sorprenderme que me inviten con tanto entusiasmo. Insisto: hace mucho que no subo cerros y tal vez no podría seguirles el ritmo. Me preguntan si camino fuerte. Supongo que significa mucho. Les digo que sí. (Lástima que no está la comunidad toda de Las Grutas presente para atestiguar) Pero prefiero, por ahora, el Piltri.<br /><br />Me dieron algunas recomendaciones para el ascenso. Podía tomar algunos senderos dentro del bosque si quería acortar los vericuetos de las curvas del camino.<br />Todo esto charlado mientras ellos hacían su pan. Les comento que yo también hago mi pan para amigos y vecinos. Deviene el asunto de la escritura y resulta que estoy entre poetas.<br /><br />Llega Carlitos y se suma a la ronda. Unos pancitos que vemos dentro de una canasta los había hecho él. O sea, somos una convención de aventureros que además de versos y sueños, amasamos nuestro pan. Compartimos secretos, coincidimos en las ventajas de utilizar harina integral, las buenas traducciones, semillas de sésamo, versos libres, amaranto, quinoa, con los agregados de salvado y avena. Y la pasión, como fermento.<br /><br />Probamos el pan de Marcelo. Suave, deliciosamente suave. Supone que se debe a las semillas de lino que le agrega, las que deja toda la noche en remojo. ¿Será? ¿O será la buena energía puesta en las manos de este precioso Paulista de 28 años que con la mejor onda le enseñó a su amigo de Venezuela los secretos de la magia del pan? Qué pena no encuentro en mi teclado su tono: </span><br /></div><p align="justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:85%;"><em>Mezclo los secos, mezclo los líquidos, junto todo despacito y hago una pasta un tanto cremosa. Con una cuchara de palo o con la mano movimiento bien la pasta cremosa para que se mezclen más los ingredientes.<br />Agrego la cantidad de harina que falta para tornarse una pasta más consistente. Pongo en la mesa y empieso a amasar, estirando y rasgando bien la pasta, con movimientos disciplinados y suaves.<br />Cuando esta bien homogénea, la pongo a descansar por 30 minutos, en un lugar calientito. Cubrir con una frazada ayuda mucho.<br />La pongo en la mesa y amaso otra vez, pero ahora con más cuidado, sin rasgar ni estirar, respetando la estructura ya establecida de la pasta. Un par de movimientos y sigue descansando por más 30 min. Corto en porciones de 500g, amaso más un poquitito y pongo en los moldes.<br />Dejo descansar en los moldes.<br />Unos 20 o 30 min. Más. Cuando están bien levados, los pongo en el horno caliente y suave</em> (sic)<br /><br />Una canto para traducirlo a todos los idiomas. </span><span style="font-size:85%;">Una oración para que no falte el pan. </span><span style="font-size:85%;">Un conjuro casero de amor.<br /><br /></p></span><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="left"><br /></div><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/foto_1[1].jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/foto_1%5B1%5D.jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><br /><span style="font-size:85%;"><em>Marcelo (Brzl)</em><br /></span></div><div align="center"></div><div align="justify"><br /><br /><span style="font-size:85%;">Acaso la decisión de quedarse a vivir en El Bolsón la amalgamó en el bollo que trabajaron sus manos y la compartimos nomás lo sacó del horno. Estudiante de letras, surfista en las playas, aventurero, músico, poeta, artesano del pan y tanto más. Un caminante del cielo en un cruce del universo donde una señal, apenas una íntima convicción le indica Patagonia. Lo mejor, amigo. Fue un placer hacernos amigos. </span></div><div align="justify"></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;"></span></div><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span></span><div align="justify"></div><div align="justify"><span style="font-size:0;"></span><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:+0;"></span></span><span style="font-size:85%;">Preparo la mochila para mi ascenso al Cerro Piltriquitrón: bolsa de dormir, linterna, cepillo de dientes, frutas, infaltable bolsita con arroz yamaní y una bolsita de pasas. Botellita de agua.<br />Le aviso a Carlitos que si en cinco días no bajo que nadie suba a buscarme. Que me dejen ahí.<br />Risas.<br />Mucha risa pero esto es serio. Siempre hay que avisar cuando uno sale a la montaña. Le encargo mi Morocha. Hará unos buenos pesos con ella no te preocupes, bromea. ¿Bromea? Espero que sí. Ya que el Hostel tiene sus propias bicicletas para alquilar a quien las necesite.<br /><br /><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:85%;"></span></div><div align="justify"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:+0;"></span></span><span style="font-size:85%;">Carlitos está probando el tema de la calefacción. Significa que me toca dormir cada noche en un dormitorio diferente. Porque algunos sectores, a medida que sube o baja palancas, suelen quedar fuera del circuito, no sabe por qué. Yo tampoco.<br />Mañana llega Ernesto, el dueño, otro instructor de esquí de Bariloche. Es el que sabe.<br /><br /><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:+0;"><span style="font-size:+0;"></span></span></span><span style="font-size:85%;">Cuando uno va de aventuras a las montañas puede dejar su equipaje en los lockers de los dormitorios bajo candado. De todos modos nadie toca nada. Y lo que yo dejo, juro no tentará a nadie.<br /><br /><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:+0;"></span></span><span style="font-size:85%;">Un baño y me acuesto con la mente puesta en el Bosque Tallado. No imaginé que sería un lugar que alguna vez me quedara de paso.<br />Otra noche más en El Bolsón donde, un cielo oscuro y profundo se me viene encima, me noquea y me deja mirando las estrellas. Como suena.<br /><br /></div><span style="font-size:0;"></span></span><div align="justify"><span style="font-size:85%;">Y<em> dale con los cielos negros y profundos... Si me disculpan, mientras vos te recuperás de tu noqueo cósmico, bajo a ver qué onda con los chicos junto al fuego.<br /></em><br /></div><span style="font-size:0;"></span></span><div align="left"><span style="font-size:85%;">¡¡¡Annette!!! ...<br /><br /><br /><br />Próximo:</span><strong><span style="font-family:courier new;color:#666600;"> SENDEROS</span></strong> </div>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1164398577052757702006-12-16T11:06:00.000-08:002007-01-23T06:33:18.166-08:00<a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/CAE74TY7.0.jpg"></a><br /><br /><p align="center"></p><p align="center"><p align="justify"><span style="font-size:85%;"></span></p><p align="center"></p><p align="center"><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#666600;"><strong>SENDEROS </strong></span><br /></p><p align="left"><span style="color:#ffffff;">.</span></p><p align="left"></p><p align="left"><span style="color:#ffffff;">.</span></p><p align="left"></p><p align="left"><span style="font-size:0;"></span></p><p align="center"></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/1600/fotosoterab.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/blogger/5332/4166/400/fotosoterab.jpg" border="0" /></a></p><br /><p></p><div align="center"><em><span style="font-size:85%;">Foto: Rubén Sotera<br /></div></span></em><p align="center"></p><p align="justify"><br />Dispuesta a trepar hasta el cielo y asomarme al otro lado del mundo, salgo y tomo el camino cubierto de hojas húmedas que bordea las chacras linderas al Hostel.<br />Llego a la ruta 40 (ex 258) y sigo hacia el sur. Camino por la banquina unos 4 kilómetros y antes de llegar al Paralelo 42, tomo el acceso al Cerro Piltriquitrón, sobre la izquierda de la ruta. Ingreso a Villa Turismo.<br />Salí del Hostel a las 10.30. La cumbre del Piltriquitrón está a 2.260 metros sobre el nivel del mar.<br /></p><p align="justify">¡Ea, Cumbre... no te muevas de ahí que ya voy!<br /><br />Comienzo el ascenso entre las cabañas semiocultas por los árboles y cercos de los jardines de la Villa. En auto sólo llegás hasta la Plataforma de Parapentes, 14 Km más arriba. Luego, dicen, allí se termina el camino y uno sigue por un sendero.<br />Y basta que alguien mencione la palabra sendero para que inmediatamente por mi médula, venas y piel de serpiente comience a fluir una poderosa energía que me pone en movimiento. No sé si se trata de locura innata o adquirida. No viene al caso analizarlo porque, como sea, me gustan los senderos y recorrerlos me llena de satisfacción.<br /><br />Una camioneta se acerca por detrás. Por el ruido, viene subiendo a mil Es de color claro, trompa ancha y cuadrada, doble cabina. Supongo tiene sus años. Patente blanca. Extranjeros. Gringos.<br /><br /><em>Cualquiera de mis hijos diría en el acto, marca, modelo, año y cualquier reforma o agregado que le hubieren hecho a su diseño original. No es mi caso. Aunque mencionar los datos referidos denota una esmerada observación de mi parte.<br /></em><br />Pasan a mi lado y el bochinche lo produce la caja cuando salta sobre las irregularidades del terreno. Alguien me saluda desde adentro. Saludo.<br />Fantaseo con hacer dedo: acorto tiempos y alivio esfuerzo. Pero desisto porque el objetivo es otro.<br />Bay, bay camioneta.<br /><br />Cruzo la villa y luego comienza el camino que serpentea por la parte inferior del cerro. Más adelante me encuentro con la entrada de un atajo indicado por Marcelo (Brzl) en el Hostel, apenas referida por un pequeño poste clavado entre la abundante vegetación. Sigo por un sendero mágico, silencioso. Oscuro y fresco. Increíble.<br />No tengo el talento de Neruda para describir este universo vegetal con un puñado de palabras, hacerlo transferible. Lo atesoro para mí en experiencia íntima, personal. Prefiero que me quieras a que me digas que me quieras.<br /><br />Doy con una vertiente de agua clara. Mojo mi cabeza y bebo un trago.<br />Retomo luego el camino. Creo que acorté dos grandes curvas. No traigo mapa conmigo y no hay demasiados carteles. Mejor, así no me engancho calculando mentalmente distancias y tiempos.<br />Las señales, discretos referentes, aparecen exactamente en el momento que me quedo sin aire. De algún modo me dicen: Ey, no subís sola. Acá estoy yo diciéndote que más adelante viene algo digno de tu esfuerzo. Mové el culo.<br /><br /><em>(Si uno afirma las piernas abiertas desde la cadera, apoya bien los pies y usa el culo como timón, tranco a tranco,</em> <em>asciende)</em><br /><br />Apenas un rústico cartelito pintado a mano me indica 2 Km a la base de los parapentes. Me parte de gusto el cartel. Un sincero aliento a mis ganas de acostarme panza arriba, brazos en cruz, aquí, en el medio del camino.<br />El ascenso no se me hace fácil por mis años y, aunque mi estado no es malo, el esfuerzo es permanente, hay que sostenerlo y a medida que subo, la presión baja, o sea, mi ritmo cardíaco se hace sentir en las paredes de mi pecho. Encima, tengo el corazón grande. Así dicen los electros, y mis queridas tías viejitas cuando me exageran.<br />Un porfiado esguince de tobillo comienza a molestar.<br /><br />Wuaw! Qué vista. Qué silencio. Qué paisaje. Ni un alma a la vista.<br />El sol está justo arriba de mi cabeza. Hace calor. Estoy empapada, sobre todo donde apoyan las cinchas acolchadas de la mochila. Ya me saqué un buzo, ahora solo me queda una remera de manga cortas. En los sectores del camino donde no da el sol mi sudor se vuelve frío, agradablemente placentero.<br /><br /><br />Llevo 3 horas de ascenso. Escucho el motor de un vehículo cuando sube. Y lo hace lentamente porque el camino está cubierto por piedras que asoman de la montaña. Otra camioneta doble cabina. Esta vez, amarilla. Por las inscripciones en las puertas es la gente que está con los vuelos de los parapentes. Hermosa sonrisa de una mujer que saluda, Y puede volar, pienso. Y volar sobre los faldeos de estas montañas ha de ser una experiencia alucinante.<br />Justo enfrente al Hostel, dentro del predio hay un poste con una manga blanca. Me dijeron que los parapentistas terminan su viaje ahí. No puedo dejar de comparar mi esfuerzo con la aventura de bajar por el aire y posarme a metros de la entrada al Hostel. Otra idea que me tienta.<br /><br />Sigo y sigo y llego a la plataforma. Una arcada realizada en troncos da ingreso a la misma a mi derecha. Un tronco a mi izquierda tiene clavados unos carteles: al Bosque Tallado, al Refugio del Piltri. Enfrente, otro indica, en líneas generales, que hay que subir siempre acompañada, mejor si es personal especializado. Por cuestión lógica, por si reventás como un sapo, como sería mi caso. Ni pensar en ayuda inmediata porque, convengamos, no es una ruta harto transitada.<br />O sea, si sobrevivís a tu propia estupidez y lográs bajar, no vayas a echarle las quejas a nadie.<br /></p><p align="justify">OK. Bien copiado. </p><p align="center"></p><p align="center"><br /></p><p align="center"></p><p align="center"></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/115878/ElBolson020.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/400/8061/ElBolson020.jpg" border="0" /></a></p><p></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;"></span></p><p align="justify">Aquí comienza el sendero que lleva al Bosque Tallado. Pues bajo estos carteles me siento, ¡por primera vez! Me hidrato con mandarinas y agua. ¡Delicioso manjar! Cáscaras a una bolsa, aunque es orgánico, y bolsa a la mochila. No vi basura en todo el trayecto. Nada. Ni un papel.<br />Me saco la remera empapada y la sujeto, como la capa de Superman, sobre la mochila para que se seque. No creo que a los duendes del bosque los asombre una mochilera en tetas.<br />De ahí en más el sendero se hace más empinado aún. A lo lejos veo un sector de la montaña, con menos vegetación, con árboles grises, secos. </p><p align="justify">Mientras subo miro sobre la tierra suelta del sendero diferentes rastros de zapatillas. Deduzco, y no de una canchera ojeada como lo haría mi amigo Alberto, sino a través de meticuloso estudio a lo largo del trayecto que, uno del grupo de 4, de huellas pequeñas y contextura liviana, por momentos levita. </p><p><br /></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/397943/1111.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/400/598353/1111.jpg" border="0" /></a></p><p align="justify"><br /><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/12600/1111.jpg"></a><br /><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/44963/01.jpg"></a><br /><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/889038/ElBolson020.jpg"></a><br />El Bosque Tallado responde a una convocatoria para escultores a fin de convertir un sector del faldeo de la montaña, seco, quemado por un incendio, en un paseo artístico. Allí se exhiben esculturas talladas sobre troncos secos y fueron creadas por artistas locales y de distintos puntos del país, en encuentros realizados en los años 1998, 1999 y 2003.<br />Un paseo, doy fe, que resulta digno de visitar aunque haya que trepar lo que hay que trepar. Impresionante. 31 tallas, obras monumentales erigidas en la penumbra vegetal de una montaña a 1.400 metros de altura. Es algo groso.<br /><br />Me detengo bastante tiempo, entretenida, camino por el paseo de esculturas, escucho los sonidos del bosque, huelo pequeños detalles que se volverán fuertes improntas en mi memoria. Es una sensación mágica estar aquí arriba, sola, rodeada por formas que renacieron en este rincón del universo. Vaya uno a saber para qué misión cósmica se sacudieron de encima astillas secas y desnudas muestran lo que son.<br />Para mí.<br />Para mi exclusivo gozo.<br />Me gusta pensarlo así. Porque hoy estoy frente a ellas casi desnuda también, en extraña misión. Sin poder visualizar aún en el tapiz de mi vida, el dibujo del que soy parte.<br />Como sea, disfruto del momento.<br /><br />La vieja Ané me dice que me ponga de una vez la remera, que me va a agarrar un pasmo y que, además, para qué andar calentando maderas que ya tuvieron sus fuegos.<br />Bien. No quiero enfriarme, porque me falta todavía un trecho.<br />Dejo las esculturas atrás.<br /><br />El atrás en la ladera de una montaña es un paisaje cada vez más ínfimo. Me despojo de la placenta vegetal en la búsqueda esquiva de una apertura que me sucede más arriba. Y transcurre en el momento lento de un paso detrás de otro, una profunda inspiración tras otra mientras mi corazón aguanta.<br /><br />Las tallas, anuncian en Turismo están a sólo 45 minutos de la base de parapentes. Ahí nomás. Y claro... 45 minutos en las casi 4 horas que llevo, no es nada. Y es un montón. Porque es el tramo final del ascenso.<br />Algunos carteles del refugio bajan a darme la bienvenida.<br /><br />No sé quién esta ahí arriba pero comienzo a sentirlo un amigo, un viejo amigo que sabe de qué se trata mi esfuerzo, porque conoce y cuida como a sí mismo este lugar, porque lo ha elegido para vivirlo, porque de alguna manera espera a alguien que sabe que se irá. Y quedará a solas otra vez con la montaña. La sola idea me anima en los últimos metros.<br /><br />Necesito un abrazo. Que alguien me diga: Bravo, Ana, por tener las ganas de no quedarte con las ganas.<br />Y por haber llegado hasta aquí. De veras lo necesito.<br />Cuernos... No sé si me lo dije o lo grité. Me parece oír mi voz rebotando entre las paredes de los cerros.<br /></p><p align="justify">Un ladrido me recibe. Sigo subiendo y luego asoma el pelaje amarillo dorado de un perro, acaso un Collie. Y detrás, a medida que subo por un terreno de gramilla comienza a aparecer poco a poco, un techo oscuro de madera a dos aguas, luego unas rústicas ventanitas en la parte superior del frente. </p><p align="justify">Y en el frente, sentados sobre los escalones de la puerta abierta de un refugio, el Refugio del Piltri, un grupo de locos aventureros como yo.<br /><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/196409/03.jpg"></a><br /><br /></p><p align="justify"></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/775441/refugio.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/400/492963/refugio.jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><em><span style="font-size:85%;">El refugio con nieve<br /></span></em><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/278462/Tallado1.jpg"></a></p><p align="center"></p><p align="left"><br /><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/569183/PUBLICACI??N2.jpg"></a><br /><span style="font-size:0;"></span><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:0;"></span><span style="font-size:85%;"></span></span><span style="font-size:100%;">De la misma manera, en espejo, también les aparezco al perro y al grupo que me mira. Asoman mis pelos empapados de sudor, luego mi cara quemada por sol, mis trapos enroscados en el cuello, mis sueños en la espalda. Sin aliento, vestida con mis viejos pantalones de campo, mis zapatillas de trekking, rengueando por mi tobillo hinchado y una legítima felicidad que flameo como emblema.<br /><br />El terreno de gramilla se nivela y se convierte en una hermosa explanada bajo una pared de montañas. Más arriba aún, veo la cima.<br />Me saco la mochila y la apoyo en el piso. Suspiro.<br />Entonces alguien se desprende del grupo y diciéndoles no sé qué cosa a los otros, viene corriendo a mi encuentro y me abraza.<br />Me siento de maravillas dentro de su abrazo.<br /><br />Ojos ligeramente inclinados hacia arriba, alto, morocho, pelo largo. Fuerte. Fuertísimo.<br /><br />Yo lo pedí. Pero es demasiado para mi gusto. </span></p><p align="left"><br /><em>–Justo para el mío. –acota Annette. </em></p><em></em><br /><p><span style="font-size:85%;"><em></em></span></p><p><span style="font-size:85%;"><em></em></span></p><p align="right"><span style="font-size:85%;"><em>Agradezco a Carlos Rey la foto del Refugio. </em></span></p><p align="right"></p><p><span style="font-size:85%;"><em>Próximo: </em><span style="font-family:courier new;font-size:100%;color:#666600;"><strong>PUERTO MADRÝN</strong></span></p></span><p align="left"><em><br /></em></p>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1165098434016863422006-12-15T13:55:00.000-08:002007-07-15T13:37:14.145-07:00<p align="center"><span style="color: rgb(102, 102, 0);font-family:courier new;font-size:130%;" ><strong>PUERTO MADRÝN</strong></span> </p><p align="center"></p><p align="left"><span style="color: rgb(255, 255, 255);">.</span></p><p align="left"></p><p align="left"><span style="color: rgb(255, 255, 255);">.</span></p><p align="left"></p><p align="justify"><span style="font-size:0;"></span><span style="font-size:0;"></span><br />Me acerco al grupo congregado en la puerta del Refugio, acompañada por el ángel del abrazo. </p><p align="justify">Nos saludamos. Hi! beso, Hi! beso. Me dan una cordial bienvenida en 4 idiomas, porque yo no reacciono a ninguno. En realidad no tengo aire adentro para poder hablar, por la altura o por la apretada del abrazo. </p><p align="justify">Hi, digo. Y agrego: español. </p><p align="justify">¿Eres de España? Pues, Mujer, ¡Yo soy Catalán, de Barcelona!..., exclama uno de ellos. </p><p align="justify">Soy Argentina. ¿Y de qué lugar de Argentina eres? –el ángel lidera. Vivo aquí en la Patagonia, en Las Grutas. Dónde queda Las Grutas, pregunta ansioso. Del otro lado de esta misma provincia. Provincia de Río Negro. Ah... pero eres de aquí nomás, acota el catalán. ¿Y ustedes?. Where’re you from, les pregunto. Holanda. Japón, Barcelona. Y yo soy del sur del Sur de Chile. Estos son mis amigos. Soy Guía de Montaña de Torres del Paine y venimos del Chaltén. </p><p align="justify"></p><p align="left"><span style="color: rgb(255, 255, 255);">.</span></p><p align="left"><span style="font-size:0;"></span></p><p align="left"></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/11544/Chalten_FR.jpg"><img style="" alt="" src="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/320/221054/Chalten_FR.jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><em>El Chaltén</em></div><p><em></em></p><p><em></em></p><div align="center"><em><br /></em></div><div align="justify"><br /><div style="text-align: justify;"><span style="color: rgb(0, 0, 0);">Oh no... El ángel es un chileno del sur de Chile. ¿Acaso esto es otra maldición o un resarcimiento divino?</span><br /><br /><em style="color: rgb(0, 0, 0);">Nota de editora: léanse cualquiera de los Yalour de Colección anteriores.</em><br /><em style="color: rgb(0, 0, 0);"></em><br /><em style="color: rgb(0, 0, 0);"></em><span style="color: rgb(0, 0, 0);">Vamos... muéstrame dónde vives. Dibújalo aquí sobre la tierra, Chile me entrega un palito.</span><br /><br /><span style="color: rgb(0, 0, 0);">Entonces, apunada, bosquejo sobre la tierra un mapa, una mala síntesis de las costas de Río Negro y Chubut.</span><br /><span style="color: rgb(0, 0, 0);">Dibujo un golfo y un punto, digo: Puerto Madryn. Hacia arriba, dibujo una península y un gran golfo con otro punto en la orilla superior: Las Grutas, señalo. Todos muy atentos.</span><br /><span style="color: rgb(0, 0, 0);">Aquí. Aquí vivo yo, y dejo el dedo en Las Grutas. Here, I live here, para el resto.</span><br /><br /><span style="color: rgb(0, 0, 0);">Pero estás muy cerca de Madrýn –lo pronuncia con acento en la y. ¡Y nosotros vamos a ir a Madrýn a ver las ballenas! –dice el líder entusiasmado.</span><br /><span style="color: rgb(0, 0, 0);">Muy cerca de Puerto Madryn, en verdad, termino. ¿A ver las ballenas?..., reacciono. No tengo nada en contra de las ballenas, aunque no estoy de acuerdo con los avistajes embarcados.</span><br /><span style="color: rgb(0, 0, 0);">¿Y por qué?..., quiere saber el Catalán.</span><br /><span style="color: rgb(0, 0, 0);">Porque a mi no me gusta que me molesten cuando me apareo. Menos que me saquen fotos cuando copulo. </span><br /><span style="color: rgb(0, 0, 0);"></span><br /><span style="color: rgb(0, 0, 0);">Así de simple.</span><br /><span style="color: rgb(0, 0, 0);">Y ante el silencio, (voy a aceptar definitivamente que suena espantoso), agrego y porque entiendo corresponde: Quizás a las ballenas lo les moleste, siregresan todos los años al mismo lugar a hacerlo, más allá de cualquier abuso turístico. </span><br /><span><span><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="color: rgb(0, 0, 0);font-size:100%;" ></span></span></span></span></span> Posiblemente es así, corta el Catalán que tiene prisa. Supongo que se refiere a las ballenas y no al abuso o que habría que cortarme la lengua por blasfemar contra el Dios Turismo.<br /><br /><span style="color: rgb(0, 0, 0);"></span><span style="color: rgb(0, 0, 0);">S</span>i ustedes bajan, quién queda por aquí?–pregunto cambiando de tema.<br />Y ánda, vamos, dinos a cuántas millas, kilómetros tu vives de Madrýn, a qué distancia, me apura el ángel.<span style="font-size:0;"><div style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style="color: rgb(0, 0, 0);font-size:100%;" ></span></div></span><br /><span style="font-size:0;"><div style="color: rgb(0, 0, 0);" align="justify"><span style="color: rgb(0, 0, 0);font-size:100%;" > ¿</span><span style="font-size:100%;">Y de dónde le viene tanto interés? </span></div></span><br />267 Km.–preciso. ¿Y los encargados del refugio dónde están?–insisto.<br />¿267? Pues son muchos kilómetros. Mujer, que esa distancia no es poca. Lejos de Madrýn queda La Gruta donde tu vives.<br />La Gruta, no. Que de virgencita milagrosa no tengo nada. Las Grutas, corrijo.<br />Bueno, sonríe. A muchos kilómetros de Madrýn.<br /><br /></div></div><div style="text-align: justify;"> Harta cansada me tienes. Y dále con Madrýn. Anushka escupe y toma la posta. Buscas gresca chileno, pues que la tendrás.<br />Tu, le digo mirándolo a los ojos, no sabes nada de Patagonia. 267 Km no son muchos. En Patagonia no son nada, confirmo. No es nada. Nada de nada. Nunca, sigo, 267 Km es lejos en Patagonia...<br /><br /><br /><br /></div><div style="text-align: justify;"><div style="text-align: justify;"> Mujer... pero...<br /><br />Por lo que tú vives a lo largo, en las distancias, Tesoro –interviene Annette.<br /><br />Retomo el control y Annette se aleja mutis por el foro con un voleo en el traste.<br /><br />Las Grutas está muy cerca de Madrýn, Aunque a ti te parezca que no. Y lo digo usando sus acentos, sus Tú y sus Ti. Para que entienda.<br /><br />El Holandés, captó sólo los referentes indicados en mi burdo mapa de campaña. Y sonríe porque yo sonrío.<br />El Catalán apura: Tenemos que bajar ya, ándale, que seguimos a Bariloche. Y lo dice cada vez que pasa por sobre el mapa y van 4. Saca del Refugio las pertenencias de todos, gana tiempo. Kioto está fuera del asunto. Nadie traduce porque se volvió asunto entre dos. Se balancea sentada sobre la baranda de la plataforma.<br /><br />Hasta aquí sin problemas, pero decirle a un culto y por cierto soberbio hermano del país vecino, Guía de Montaña de las famosas Torres, que no sabe nada fue acertarle a los huevos, dicho con todo respeto.<br />Lo dejé sin aire, sin palabras. Y eso, y no siempre, significa ganar una batalla.<br />No tenemos tiempo para seguirla. Diplomáticamente hay que cortarla, porque a él, el grupo se le va.<br /><br />Admite, mirándome pensativo por un momento, que en verdad 267 Km no es nada en la Patagonia, por lo que uno vive en las distancias, Tesoro, remarca. Y sonríe. Y me pide mi correo que anota en un papel diminuto. ¿Querrá seguirla vía electrónica? Por las dudas me equivoco en una letra.<br />Enseguida, me zampa un beso en la boca y sale al trote largo detrás de los otros.<br /><br />Ejem...<br />Bay, bay chileno.<br /><br /></div><br /></div><br /><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><div align="left"><span style="color: rgb(102, 102, 0);font-family:courier new;" ><strong><br /></strong></span> </div></span></span></span>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1165167466454766062006-12-14T09:11:00.000-08:002007-07-15T13:42:15.418-07:00<p align="center"></p><p align="center"><span style="color: rgb(102, 102, 0);font-family:courier new;font-size:130%;" ><strong>NIRVANA </strong></span></p><p align="center"><strong><span style="color: rgb(102, 102, 0);font-family:Courier New;font-size:130%;" ></span></strong></p><p align="left"><strong><span style="color: rgb(102, 102, 0);font-family:Courier New;font-size:130%;" ></span></strong></p><p align="left"><strong><span style="color: rgb(255, 255, 255);font-family:Courier New;font-size:130%;" >.</span></strong></p><p align="left"><strong><span style="color: rgb(102, 102, 0);font-family:Courier New;font-size:130%;" ></span></strong></p><p align="left"><strong><span style="color: rgb(255, 255, 255);font-family:Courier New;font-size:130%;" >.</span></strong></p><p align="left"><strong><span style="color: rgb(102, 102, 0);font-family:Courier New;font-size:130%;" ></span></strong></p><p align="left"><strong><span style="color: rgb(102, 102, 0);font-family:Courier New;font-size:130%;" ></span></strong></p><p align="center"><strong><span style="color: rgb(102, 102, 0);font-family:Courier New;font-size:130%;" ></span></strong></p><p align="center"><strong><span style="color: rgb(102, 102, 0);font-family:Courier New;font-size:130%;" ></span></strong></p><p align="left"><strong><span style="color: rgb(102, 102, 0);font-family:Courier New;font-size:130%;" ></span></strong></p><p align="left"></p><p align="center"></p><p align="center"></p><p align="center"></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/575895/Tallado1.jpg"><img style="" alt="" src="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/400/500416/Tallado1.jpg" border="0" /></a></p><br /><br /><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/762780/ana3.jpg"></a></p><p align="left"></p><p align="left"><span style="font-size:0;"><br /></span></p><div style="text-align: justify;">Nacho, un jovencísimo muchacho con rastas en la cabeza, de turno en el Piltri, me enseña algunas pautas para manejarme dentro del Refugio y regresa a cortar leña.<br />Luego de estirar mis piernas me acuesto sobre la cubierta de tablas de madera que rodea al refugio. No necesito hacer otra cosa. Solo deseo quedarme aquí, así, por el resto de mi vida. Bajo el sol de la tarde y sentir la paz que siento, si la paz es estar acostada sobre la cubierta de tablas de madera que rodea... etc. etc. </div><p align="left"></p><br /><br /><div style="text-align: justify;">A mis pies hay un abismo donde casi 1.700 más abajo, en el fondo, está el pueblo de El Bolsón. Del otro lado de El Bolsón, enfrente, otra cadena montañosa. Sobre el filo del abismo, una enorme piedra con una superficie plana justa para un trasero, oficia de perfecto mirador.<br />Detrás de mí, la pared del Piltri, la cumbre de piedra gris oscura sin vegetación, con sectores de arenilla.<br />Evidentemente, hay en la montaña un visible desdén hacia todo lo que respecta a la vida, de la cual se despoja poco a poco, a medida que se eleva. Linda frase, me encantaría saber de quién. ..</div><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="color: rgb(255, 255, 255);font-size:100%;" ></span><div align="justify"><div style="text-align: justify;"><br /></div><span style="font-size:0;"><br /><span style="color: rgb(255, 255, 255);">.</span></span></div><div align="justify"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><br /><span style="font-size:0;"><br /><br /></span></span></span></div><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/771344/gPiltriRefugio2A.jpg"><img style="" alt="" src="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/400/427065/gPiltriRefugio2A.jpg" border="0" /></a></p><br /><br /><br /><div align="justify"><span style="font-size:100%;"></span></div></span></span></span></span></span><div style="text-align: justify;"><br />Muy cerca de donde estoy está la cabaña de Martín Rey y Leonora, concesionarios del Refugio, donde Nacho acopia leña. Más allá en el bosque, una pequeña construcción en madera: el baño: un cuartito con inodoro y ¡con agua que sale si uno aprieta un botón! Un exquisito servicio. De todos modos prefiero el bosque, con palita.<br /><br />Sat, la vieja perra amarilla está en trance, mas o menos como yo, muy cerca del sendero sobre la explanada, Casi encima, tengo un porfiado gato o gata, da lo mismo, que insiste en recostarse sobre mis costillas.<br /><br />El golpe del hacha es el sonido de la tarde. Cafú, el otro perro del Refugio suspira bajo la plataforma donde estoy derrumbada.<br />Sigo en estado vegetativo. Ya llevo 2 horas. Supongo que me ha bajado la presión en extremo. O disfruto del Nirvana en experiencia mística sin chamanes ni peyotes. </div><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><div align="justify"><div style="text-align: justify;"><span style="font-size:100%;"></span><br /></div><span style="font-size:0;"><br /><span style="color: rgb(255, 255, 255);">..</span></span></div><div align="justify"><span style="color: rgb(255, 255, 255);">-</span></div><div align="justify"><br /></div><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/379492/P1040054.jpg"><em><span style="font-size:85%;"><img style="" alt="" src="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/400/872137/P1040054.jpg" border="0" /></span></em></a></p><div align="center"><em><span style="font-size:85%;">Vista desde el Cerro Piltriquitrón<br /></span></em></div><div align="justify"><br /><br /><span style="font-size:100%;"></span></div></span></span></span></span></span><div style="text-align: justify;"><br />El sol seca mi ropa toda, colgada sobre la baranda de la plataforma y también el sudor de mi piel toda. Qué experiencia absolutamente extraña y placentera. Nacho viene a decirme que si quiero té, adentro hay.<br />Imagino que debe estar preocupado: Si esta mina fundió biela, primero tengo que vestirla y luego cargarla por horas hasta abajo. Nada sencillo lo uno ni lo otro.<br /><br />Pienso en el grupo que se fue a hace unas horas. ¿Bajará levitando la diminuta japonesa o irá haciendo giros de Ninja de rama en rama?<br />Son todos muy jóvenes. Digamos ninguno bajaba de los 30 ni subía de los 40. Venían del Sur y por lo visto les urge Bariloche.<br />La camioneta de trompa cuadrada que crucé abajo pertenece al líder chileno.<br /><br />Mi abuela era de la Isla de Pascua, contestó cuando, así nomás, le dije que tenía cara de indio. Descendiente de indio, entonces, con cara de indio, chivita y pelo largo, negro, brillante de indio. ¿Tendrían los antiguos habitantes de las tribus de la isla de Pascua, de origen polinesio, el cuero cabelludo cayéndole a lo largo de la espalda en cascada de rulos?... ¿Eh?<br /><br />Vestía, eso sí, prendas que en nada se parecen a las vestimentas étnicas de un indio, pero sí tienen que ver con la buena ropa de montaña que consigue un Guide Mountain en las capitales del mundo. A un muy buen carísimo precio, a cambio de que lleves pegadito a tu corazón las pequeñas lagartijas o bichos sean que identifican a los que eligen buena ropa de montaña. ¿Se entiende no? Publicidad. Sobre todo si las lucís, obvio, en uno de los centros mundiales de mayor afluencia turística. Por ejemplo: Torres del Paine, Chile. Todo realizado en material súper liviano, súper práctico, súper resistente. Desde el calzado, los chalecos, la bolsa de dormir, la diminuta mochila.<br /><br />En perfecto inglés se comunicaba con Holanda y Kioto, que muy poco sabían del idioma de Cervantes. Un tipo con mucha energía. Energía que le salía por los poros de su piel de indio.<br />Se emocionó al verme llegar, confesó. Cuando nos cruzamos en la base, preguntó a sus compañeros si se detenían y me llevaban, porque suponía yo subía al Piltri. Pero nadie le contestó ya que venían charlando entre ellos. Y porque yo no le hice señas. Cuando me vio llegar, les gritó: “¡No puede ser, es la mujer que crucé abajo!” Que era increíble el trayecto que yo había hecho caminando, me supone un dinosaurio, un tremendo esfuerzo, agregó. Un dinosaurio vivo, deduzco.<br />Él trabaja con grupos, siguió en tono confidencial, y de veras lo mío es para destacar. Sola, trepando todas esas horas... ¡Mujer!...por un bosque donde en esta época del año no encuentras a nadie.<br /><br />(No fueron tantas, qué te pasa, Chico, sólo 4 horas y media. Mantuve buen ritmo. Y conste que paré 15 minutos para hidratarme y no sé cuánto, para disfrutar el Bosque Tallado. No ilustré diciendo en tetas, porque no venía al caso y que te encontré a TI tampoco, para qué)<br /><br />Y por eso sintió que tenía que abrazarme. Concluyó.<br />Sí que seduces lindo, Chilenito.<br />Pero no. No, Lindo. No es por eso. No trates de confundirme. Es porque yo pedí un abrazo.<br />Hice unos deberes mientras trepaba la montaña.<br /><br />Y no fue tan terrible hacerme cargo. ¡Qué ba!<br />Apenas una discusión, sólo algunas diferencias de opinión respecto al más y menos entre unos puntos geográficos de la Patagonia. Digamos, una conocida discusión. Histórica si viene al caso.<br /><br /></div><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"><div align="justify"><br /></div><div align="justify"><span style="color: rgb(255, 255, 255);">.</span></div><div align="justify"></div><div align="justify"></div><div align="justify">Próximo: <strong><span style="color: rgb(153, 153, 0);font-family:courier new;" >MORENA<br /><br /></span></strong></div></span></span></span></span></span>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1165528312848493512006-12-13T13:46:00.000-08:002007-01-23T06:35:12.550-08:00<p align="center"></p><p align="center"><strong><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#666600;">MORENA</span></strong></p><p align="center"><strong><span style="font-family:Courier New;font-size:130%;color:#666600;"></span></strong></p><p align="center"><strong><span style="font-family:Courier New;font-size:130%;color:#666600;"></span></strong></p><p align="left"><strong><span style="font-family:Courier New;font-size:130%;color:#ffffff;">.</span></strong></p><p align="left"><strong><span style="font-family:Courier New;font-size:130%;color:#666600;"></span></strong></p><p align="left"><strong><span style="font-family:Courier New;font-size:130%;color:#ffffff;">,</span></strong></p><p align="left"><strong><span style="font-family:Courier New;font-size:130%;color:#666600;"></span></strong></p><p align="left"><strong><span style="font-family:Courier New;font-size:130%;color:#666600;"></span></strong></p><p align="left"><strong><span style="font-family:Courier New;font-size:130%;color:#666600;"></span></strong></p><p align="center"><span style="font-size:0;"></span><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/290255/viewphoto.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/400/590845/viewphoto.jpg" border="0" /></a></p><div align="center"><span style="font-size:85%;"><strong>Conversaciones</strong></span></div><div align="center"><em><span style="font-size:85%;"></span></em></div><div align="center"><em><span style="font-size:85%;">Morena y la perrra Sat</span></em><br /></div><p align="center"></p><p align="center"></p><p align="justify"><br /><br /><br />Regreso luego de horas del vuelo místico que emprendí tirada panza arriba sobre un piso de tablas, en el exterior de un Refugio de montaña a casi 2000 metros de altura, y con un gato recostado en mis costillas.<br /><br />Tomo tres tazas de té. Tal vez haya sido sólo una alucinante deshidratación. El tobillo, frío otra vez, comienza a dolerme, de todos modos salgo a recorrer los alrededores.<br />El bosque cercano al refugio tiene unos rincones increíbles. Subo un poco la montaña y encuentro la vertiente que provee de agua, manguera de por medio, a dos tanques ubicados cerca del refugio.<br />En realidad el terreno es muy empinado y me duele mucho el pie. Bajo y me quedo con Nacho. Puedo ayudarle con el tema de la leña.<br /><br />La perra comienza a ladrar. Si ladra, me dice Nacho, es porque sube alguien.<br />Fuimos con Sat, entonces, a recibir a quien sea.<br /></p><p align="justify">Y en verdad al poco tiempo aparece un Jesucristo Super Star. Saluda a la perra como a una vieja conocida. El Jesús de la Montaña es un californiano muy alto, de ojos claros, con barbas y pelito largo rubio oscuro, sujeto en una cola. Vestido con jeans, pulóver de lana azul oscuro cuello alto. Trae una pequeña mochila. Es amigo de Nacho y vive desde hace años en El Bolsón. La chica, amiga, compañera de subida, viene más atrás, dice.<br /><br /><em>Porque se encontraron con una vaca y ella le tiene terror a las vacas y la vaca llevaba un cencerro y como Raquel corría, así se llama Raquel, la vaca fue tras Raquel. Y él, por querer alcanzar a Raquel, corría a la vaca y la vaca corría y hacía sonar su cencerro que asustaba más a Raquel. Venían por un sendero pero Raquel corría tan ligero que no se dio cuenta que ya no corría por el sendero. Saltaba entre las matas del faldeo y él no la podía alcanzar porque Raquel, estaba asustada y corría sin detenerse y cuando él al fin la alcanzó estaba perdido y Raquel muy cansada. Se cansó porque corría ligero. Y se pinchó con las ramas, por el susto a la vaca. </em></p><p align="justify"><em>Raquel le tiene miedo a las vacas</em>, redondeó.<br /><br />Lo escucho atentamente. Le cuesta hablar por la risa que le viene por este asunto de Raquel y la vaca. Parece ya se ha repetido en otras oportunidades. Y siempre, Raquel se asusta con la vaca<br /></p><p align="justify">Pregunto... ¿Y dónde está Raquel?<br />Viene por ahí abajo. Y me señala abajo.<br />Esto ha de ser así de simple, pienso.<br /><br />Al cabo de media hora, llega Raquel, baja, redondita, morocha, de piel hermosa y grandes ojos negros, nariz ancha y plana, con aros en las orejas que le cuelgan en racimos de plata labrada. Tal vez, descendiente de Mapuches. Artesana. Realiza trabajos en macramé y construye atrapa sueños.<br />No se habla de la vaca. Le molesta una espina que tiene clavada en la cintura. No se queja de la espina. Cada tanto, en silencio, intenta quitársela. Un piercing junto al ombligo le asoma por sobre su pantalón.<br />Extraña pareja de amigos, él tan alto y ella tan baja. Tienen idea de pasar la noche aquí y a la mañana temprano salir para la cima del Piltri que está en 50 minutos de ascenso.<br />Perfecto. Ya somos 4, pienso. Y mañana puedo subir con ellos.<br /><br />El Refugio es una construcción realizada con maderas, piedras, arenilla, del lugar. Uno aprecia el esfuerzo e ingenio cuando se tiene en cuenta que todo lo que se piense para el refugio tendrá que ser acarreado a pulmón, ya que los vehículos llegan sólo hasta la plataforma, una hora más abajo. No puedo dejar de pensar como llegó la pesada cocina a leña.<br />Es una cabaña rústica y firme. Maravillosa, con la belleza que tienen los lugares que los hombres respetan.<br /><br /><br />Tiene cuatro pequeñas mesas con bancos de madera, como una acogedora fonda que invita a la charla y a escuchar historias. Historias que, indefectiblemente, terminan enredadas con la historia de uno.<br />Un tambor de 200 litros funciona como salamandra en el medio del recinto. La cocina a leña está en un rincón y una barra de piedra y madera separa el ambiente.<br /><br />Encuentro una pequeña repisa con folletos, libros de autores locales y una pila de cuadernos con alambres. Los cuadernos del Piltri. Arañazos en el papel de quienes suben al Cerro y se resisten a dejar el lugar.<br />En una mesa, un pequeño álbum de fotos. El Refugio rodeado de nieve, el Refugio rodeado de flores. El viejo refugio, antes del fuego que lo destruyera en el año 1998. El actual Refugio. La perra. Fotos. Hombres peludos. Paisajes. Fotos. Robos de instantes para demostrarle al tiempo que determinados momentos a ellos les pertenecen; que los ganaron porfiándole a las desganas. Aquí están, fijáte. Soñadores que apostaron al esfuerzo una y otra vez.<br />El premio es hacer posible un Refugio en la montaña, camino al cielo para quienes eligen llegar por un camino de montaña. Sin desmerecer a quienes lo alcanzan por otras vías.<br /><br />Sobre el piso de madera de la planta superior se acomodan los que vienen. Como quieren, me dice Nacho. Hay colchones y mantas, ofrece. Una escalera, de simples palos te lleva al piso superior.<br /><br />Afuera, las sombras ya rodean el refugio. El cielo, increíble, se cubrió de estrellas. La luna tiene un especial halo de luz blanca. No tengo sueño y no hace frío. Según escucho, estamos en mayo y es un clima excepcional. Parece que es el tiempo de las interminables lluvias.<br /><br />Raquel me habla de la vaca. Muy bajito. En serio, la asustan las vacas. Parece que puede cruzarse con temibles fieras y no les teme. Pero sí le tiene miedo a las vacas.<br />Es una mujer suave, lenta. No se hace notar mientras prepara el mate o coloca tortas fritas a calentar sobre la cocina. Se sienta sobre una silla, increíblemente cómoda que hay casi al ras del piso con una matra como almohadón. Desde allí nos ceba mate, mimetizada con el entorno.<br />Ha traído arroz integral y atún para la cena, una comida típica de la gente del lugar. Y pan amasado por su amigo, agrega. Hablamos sobre el hanta virus, el fantasma que sobrevoló bastante tiempo por El Bolsón. Amigos que la padecen. Amigos que se curan. Cuestión política. Verdades y mentiras. Causas y efectos.<br /><br />Nacho comenta que esa noche tiene que transvasar cerveza. ¿Y qué significa eso? –pregunto. </p><p align="justify">En la cabaña de al lado están haciendo cerveza artesanal. Nos cuenta que cada tantos días hay que sacar el líquido del tambor, pasarlo a unos baldes y retirar el sedimento del fondo y volverlo a llenar. En realidad la elaboración la hace quien esta a cargo del Refugio pero como no está, él le ayuda.<br />Le proponemos ayudarle nosotros a él y allí vamos todos.<br /></p><p align="justify">Wuau... qué lugar.<br /><br />Otro refugio que utilizan, por ahora, para trabajos porque la familia que lo habita bajó.<br />En un rincón en penumbras una sillita hamaca, pequeña, tallada a mano me conmueve. Es de Morena, la nena que vive aquí, me dice Nacho. </p><p align="justify"></p><p align="justify"><span style="color:#ffffff;">.</span></p><p align="left"></p><p align="left"></p><p align="center"></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/488035/viewphoto%201.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/320/657545/viewphoto%201.jpg" border="0" /></a></p><br /><div align="center"><em><span style="font-size:85%;">Morena bebita y su sillita<br /></span></em></div><p align="justify"><br />No puedo dejar de imaginar a Morena en este lugar, sentada en esa silla. Sin dudas una infancia muy especial, si por ejemplo, trepada a su hamaquita puede subir y jugar a la escondida entre las nubes.<br /><br />“<em>En el cielo las estrellas...”</em> y yo levantaba bien alto el brazo, </p><p align="justify"><em>“</em><em>... en el campo las espinas...”</em> el brazo extendido hacía un semicírculo a la altura del rostro</p><p align="justify"><em>“... y en el medio de mi pecho...”</em> y venían los puños al pecho,</p><p align="justify">"... <em>la República Argentina" </em>(porque rimaba con espinas)<br /></p><p align="justify">Pues aquí, esta niña tendría que manejarse con otros planos, y otros referentes porque el cielo lo tiene encima y las espinas están tan abajo que para qué ir a buscarlas.<br /><br />¿Qué formas dibujan tus cielos, Morena?<br />¿Qué cucos habitan detrás de tus montañas?<br /><br /><br />Apenas iluminados por la luz de un foquito como el de mi heladera, Nacho y su amigo comienzan a trabajar en el brebaje del tambor de 250 litros.<br />Nos cuenta, a medida que llena los recipientes, que hace poco empezó a conocer los secretos de la cerveza artesanal. Y nos explica la razón de pasar el líquido a los baldes, qué cantidad le ponen de lúpulo, qué cantidad de levadura, qué es la levadura, qué tiempos necesita, que rinde obtienen. ¡Qué clase, Maestro!<br /><br />No quiero saber que bebo cuando bebo cerveza. Qué química proceso seducida por las poderosas marcas. El perfume, en principio es muy diferente.<br />Y por si me quedan dudas respecto al placer de lo genuino, Nacho nos da a probar de una botella que envasaron 15 días atrás.<br /></p><p align="justify">Y pasa lo que sé que me pasa cuando intuyo lo bueno: ya no tengo retorno. De ahí, más. Nunca, menos. </p><p align="justify">Entonces, sin culpas, abandono libros, apago voces, Aparezco y desaparezco sin anuncios. Digo no gracias para disfrutar otras gracias. No digo me gusta si no me gusta. Hago mi pan. Leo Orsai en Internet, <a href="http://orsai.es/">http://orsai.es/</a>, me empecino, quien no lo sabe, con Claudio Andrade, a pesar de Claudio Andrade. <a href="http://www.rionegro.com.ar">www.rionegro.com.ar</a>. Subrayo frases de viejos libros ya subrayados. Me nutro en definitiva y en la medida de mis posibilidades, de aquello que sudaré con placer.<br /><br />En la penumbra de un refugio de montaña huelo el aroma de una familia de montaña, lo hago mío por una noche, fantaseo sus sueños, juego sus rutinas, me escondo entre sus fantasmas.<br /><br />Y sé que de aquí en más, en ronda de amigos, a falta de cerveza artesanal, un vino oscuro, decente, será una buena elección.<br /><br />Sat ladra. </p><p align="justify">Alguien viene, afirma nuevamente Nacho, mientras lava con sumo cuidado el tambor de plástico azul a fin de llenarlo nuevamente con el líquido trasvasado.<br />Salgo a mirar y acompaño a los perros bajo la luz de la luna hasta el lugar donde comienza el sendero.<br />Sospecho que Sat les hace creer a todos que está sorda. (Como seguro terminaré haciéndolo yo para poder dormitar tranquila en un sillón junto al fuego mientras otros se calientan frente al entusiasmo de sus sueños)<br />La perra ladra asomada por sobre las sombras de la ladera y uno advierte que espera a alguien, aunque ese alguien no llegue.<br /><br />Al cabo de cinco minutos veo un hombre, vestido de oscuro, que sube deprisa, con pasos firmes, con el pelo sujeto por una colita y que nomás a dos trancos de mi asombro, se detiene. Y sin decir agua va, me abraza.<br /></p><p align="justify">Demonios... a este abrazo, ahora húmedo, yo lo conozco.<br /><br />Annette, házte cargo. </p><p align="justify"></p><p align="justify"></p><p align="right"><em><span style="font-size:85%;"></span></em></p><p align="right"><em><span style="font-size:85%;"></span></em></p><p align="right"><em><span style="font-size:85%;color:#ffffff;">.</span></em></p><p align="right"><em><span style="font-size:85%;"></span></em></p><p align="right"><em><span style="font-size:85%;color:#ffffff;">.</span></em></p><p align="right"><em><span style="font-size:85%;"></span></em></p><p align="right"><em><span style="font-size:85%;"></span></em></p><p align="right"><em><span style="font-size:85%;">Agradezco fotografías Carlos Rey</span></em></p><p align="justify"></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;"><em></em></span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;"><em></em></span></p><p align="justify"><span style="font-size:85%;color:#ffffff;"><em>.</em></span></p><p align="justify"><em><span style="font-size:85%;"></span></em></p><p align="justify"><em><span style="font-size:85%;"></span></em></p><p align="justify"><em>Nota:</em> </p><p align="justify"><em><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:100%;">Cuando escribía este capítulo donde menciono a Morena poco sabía de ella. Recibo un correo electrónico de un señor respondiendo a mis preguntas por Internert: ¿Qué significa ser escritor? ¿Cuándo uno es escritor? (para el día del escritor, obvio) y me dijo, entre otras cosas, que era uno de los pocos abuelos en el mundo que para ver a sus nietos tiene que escalar una montaña. ¡Pues que era el abuelo de Morena! Luego, las fotos. </span></span></em></p><p align="justify"><em><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:100%;">Si determinados sucesos no son señales que te facilitan un camino... pues coño, ¿¡qué cosa son!?</span> </span></em></p><p align="justify">Próximo:<strong> <span style="font-family:courier new;color:#666600;">ANA'S</span></strong></p>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1165690668339658932006-12-13T10:48:00.000-08:002007-07-18T10:49:30.250-07:00<p align="center"></p><p align="center"></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/7461/1678/1600/255541/CARA%20PUAS%20GRISES.jpg"><img style="" alt="" src="http://photos1.blogger.com/x/blogger/7461/1678/320/370775/CARA%2520PUAS%2520GRISES.jpg" border="0" /></a></p><br /><br /><p align="center"></p><p align="center"></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/7461/1678/1600/261444/CARA%20PUAS%20GRISES.jpg"></a></p><div align="center"><br /><strong><span style="color: rgb(102, 102, 0);font-family:courier new;font-size:130%;" >ANA'S<br /></span></strong><br /></div><div align="center"></div><div align="center"></div><div align="left"><span style="color: rgb(255, 255, 255);">.</span></div><div align="left"></div><div align="left"><span style="color: rgb(255, 255, 255);">.</span></div><div align="left"><br /><br />Soy la vieja y sabia Ané.<br />Soy la maldita y corajuda Anushka.<br />Soy la turra y tierna Annette.<br /><br />Cada una se mueve desde su base. Ané digita en la hipófisis, Anushka combate desde el timo y Annette se ha ganado el punto G, por las múltiples satisfacciones que genera sin pensarlo. Precisamente.<br /><br />Annette atrapa, Anushka aleja, Ané restaura. Entonces, yo, Ana, intento mi mejor posibilidad humana con todas adentro.<br />Nunca sé como toman las postas. Qué códigos emplea cada una para hacer callar a las otras. Cómo sostienen el delicado equilibrio de fondo ya ninguna puede quedar afuera, porque sería la perdición de todas. O sea, la mía,<br />Lo dice mucho mejor Estévez, el poeta cubano.<br /><br />Pero en algo estamos de acuerdo todas mis Anas (seguro muchas más de las que puedo referir) es que Annette tiene que hacerse cargo de un hombre que sube el Piltri en 2 horas 40 y que, húmedo y agitado me dice<em> Volví</em>, cuando hace apenas unas horas, tras interesante beso, había bajado al trote tras sus amigos. Mal que nos pese a todas. </div><p><span style="font-size:0;"></span>Porque es Chileno. Por mi escandalosa y manifiesta debilidad por algún que otro chileno. Y porque para ella, hablo de Annette, es un asunto simple, de rutina.<br />Convengamos que si la realidad le viene con basuritas, pues con una salida a fondo por la ficción despeja el asunto. Y listo. Imposible dilucidar entonces qué cosas son lo uno o lo otro.<br /></p><p>Realidad, fantasías. ¿Acaso hay diferencias?</p><p><br />Admito que su descarada libertad me anima a vivir lo que resulte. Y mucho más a la vieja Ané le divierte escribirlo.<br /><br /><br /><br /><br />Próximo: <span style="color: rgb(102, 102, 0);font-family:courier new;" ><strong>ANGEL NEGRO</strong><br /></span></p>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1165961946508853912006-12-12T14:13:00.000-08:002006-12-21T12:38:41.166-08:00<p align="center"></p><p align="center"><strong><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#666600;">ANGEL NEGRO</span></strong></p><p align="left"><strong><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#666600;"></span></strong></p><p align="left"><strong><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#ffffff;">.</span></strong></p><p align="left"><strong><span style="font-family:Courier New;font-size:130%;color:#666600;"></span></strong></p><p align="left"><strong><span style="font-family:Courier New;font-size:130%;color:#ffffff;">.</span></strong></p><p align="left"><strong><span style="font-family:Courier New;font-size:130%;color:#666600;"></span></strong></p><p align="left"><strong><span style="font-family:Courier New;font-size:130%;color:#666600;"></span></strong></p><p align="center"></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/618759/hombre.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/400/233074/hombre.jpg" border="0" /></a></p><br /><br /><div align="center"><strong><span style="color:#666600;"></span></strong></div><p align="justify"><br /><br /><br /><br />El ángel vestido todo de negro llega en busca de no se sabe qué. Aventura. Qué otra cosa. Anushka afirma que ella conoce a este tipo de pajarracos y hay que bajarlo a patadas.<br />Veremos, escribe la vieja Ané.<br /><br />Raquel y Jesús de la Montaña lo saludan. Chile por respeto a California, cambia el idioma y sigue en inglés. Cuando California le dice, al cabo de unos minutos que hace 19 años que vive en El Bolsón, Chile se sorprende y exclama: ¿19 años en El Bolsón?... rebaja y mete otra vez el español. Sin dejar de sonar maravilloso.<br /><br /><em><span style="font-size:85%;">Adviértase en el modo de expresión, la influencia de la trayectoria de Annette por las distintas rutas, descarbonizando ganas.<br /></span></em><br />Nos dirigimos al Refugio. A encender la cocina, a convocar la magia, a intentar abordarnos para luego dividir entre todos el botín de sueños que destella sobre una mesa.<br />Raquel vigila el borboteo del arroz sobre la cocina a leña. Nacho y su amigo fueron por leña. Chile, no sé.<br />La noche es fantástica por las estrellas, por la aureola blanca que como un enorme hula hula rodea la luna, por la temperatura, por el aire que se respira en el lugar.<br />Me siento sobre un tronco a mirar el manto de luces que cubre a El Bolsón y las diminutas lucecitas de algunos refugios en las montañas de enfrente. En estos lejanos puntos mi visión sorprende. No en otros.<br /><br />–Tú sabes tan bien como yo que es una cuestión de piel –dice el aparecido de repente luego de reaparecer de repente. Se sienta muy cerca de mío y enciende un cigarrillo.<br /><br />Guía de las Torres..., acabás de retroceder 15 casilleros en el tablero que te lleva a mi guarida. No me gusta la saliva que sabe a tabaco. Tendrás que... cómo explicarte...<br /><br />–Cómo explicarte... esta diciendo él. Hay una conexión entre los dos y tu no la puedes negar.<br /><br />Juro que no negaré nada. Pero de ninguna manera voy a permitir que, sea lo que sea que él tenga en su cabeza, me condicione. No me voy a enganchar con el sudor de su trepada. Nada estropeará mis ganas de una fantástica noche en el Piltri.<br />Annette debe haber ido a retocar el brillo de sus labios. Ella no jura. Siempre deja las puertas abiertas para que, lo que tenga que ser, sea; entre y salga sin absurdos compromisos.<br /><br />–Tú no entiendes. Insiste. Estamos conectados. ¿Acaso no lo sientes?<br /><br />Lo único que sentía yo era que tenía que cerrar la boca que se me había abierto de pura sorpresa al escuchar hablar así a este pimpollo.<br /><br />A ver... cómo demostrártelo.<br />Ni idea, escribo.<br /><br />Probemos. Dime el mes en que nací.<br />–Hummm... Abril.<br />–Perfecto. Ahora dime el día.<br /><br />Me está haciendo la gran Tony Camo. Seguro.<br />¡Annette! ¿Dónde cuernos estás?<br /><br />–Déjame ver, Chilenito. Una profunda mirada a los ojos. Hummm... ¿21?<br />La turrita le regala, ahora, estrellitas luminosas que salen de sus labios pegaditas al 21.<br /><br />–Tan cerca como tu y yo en este momento.<br />–Sin dudas, entonces 23, <em>Tesoro.</em><br />–Exacto. 23 de abril.<br />Todo tan perfecto, tan exacto que da para tomar algún atajo a alguna parte y dejarnos de rodeos, a fin de sumarle horas a ese exacto, perfecto tiempo de sentirnos aún más juntos.<br /><br />Anushka no puede soportarlo. Es demasiado. Se va maldiciendo rumbo al mirador, no sin antes murmurar furiosa: ¿Acaso te volviste loca?<br />Loca como una mujer grande e inmadura como yo, completa la vieja Ané entre risas.<br />Alabado sea porque sospecho, es justito lo que este ángel negro está buscando, suspira Annette.<br /><br />Chico, que si crees que me voy a tragar eso de la fecha, pues te equivocas. Un burdo intento de aproximación. Ba. Me aburres. A ver con qué la sigues.<br />Entro al Refugio y en una de las mesas se comparte la comida de una ollita. En verdad no tengo ganas de comer, pero sí acepto un vino de la ronda. Un diminuto foco alumbra lo necesario. Refiere algunos contornos del lugar.<br /></p><p align="justify">De aquí en adelante Chile copa la charla. Y encopa la noche. Es su oficio, Está entrenado para entretener a la gente. Y lo hace bien. Cuenta anécdotas de viajes, despliega su conocimiento, sobre la Patagonia Argentina en su perfil izquierdo, del extremo norte del Norte al extremo sur del Sur. Del Pacífico hasta la línea imaginaria, exacta, en donde estamos esta noche.<br />Sé que me dedicas tu geografía con todo tu amor porque sabes que me dan vuelta los hombres que saben TODO sobre la Patagonia y disfrutan lo que la Patagonia les ofrece, a lo largo en las distancias. Gracias, <em>Tesoro.<br /></em><br />Nos enseñó como prepara los ostiones, cangrejos, langostas, locos, centellas, congrios. Nos llevó un año a China. Entre tanto más, anduvimos por los fabulosos muelles de HongKong, aprendimos a hacer los verdaderos chapatis en la India, anduvimos por las Nepal, las montañas del Himalaya, Australia, España. Budapest. En fin... Qué placer.<br />Descontado lo que hay que descontar cuando un chileno se luce, me tiene a sus pies. Por ahora una pierna suya, está casi toda sobre una mía. Creo que fue entre la India y Nepal que la dejó ahí. La rescato y me niego a su vino caliente para dormir elefantes.<br /></p><p align="justify">A veces necesita que los gringos dejen de tomar whisky y se entreguen, porque a la mañana siguiente los tiene que sacar temprano, nos ilustra. Pues entonces pone a calentar una botella de vino, chileno por supuesto, sobre la cocina a leña, agrega jugo de naranja, un poco de azúcar y en típico y folklórico trago se los da a beber. Al tiro po’ los tiene durmiendo como bebés. Pero que bien...<br /><br />Si algo tiene en mente este ángel negro del sur del Sur, y ese algo tiene que ver conmigo... pues, cómo decirlo, no quiero perderme nada. Quiero registrar absolutamente todo.<br />Me parece más honesto que lidiar contra las telarañas de la inconsciencia el resto de mi vida para tratar de recordar qué fue lo que hice. O con la estúpida duda si lo hice.<br /><br />–No gracias.<br />–¿No quieres un trago?<br />No, niego con la cabeza porque tengo la boca llena de chocolate. Ni en pedo.<br /><br />California nos hace reír, porque en verdad es muy gracioso. Su risa nos tienta, sus historias nos divierten porque a él le divierten más que a nadie.<br /><br />Llega el momento de ir a dormir y Chile revolea una pierna por sobre el banco para quedar a horcajadas, frente a mí. Pues, sólo para no ser menos, realizo idéntico movimiento y quedamos tan cerca que da cosa. A esta altura, (nunca mejor empleado) para qué vamos a andar con histeriqueos. Apoya cada una de sus manos en cada una de mis piernas y me dice: ¿Cómo sigue esto?<br />Pues, que yo no digo nada. Porque, cómo puedo saber cómo sigue esto si Anushka se quedó bebiendo con el chileno en el Himalaya, la vieja Ané, no se repone de las emociones de España. Y yo me encuentro a solas con la turra de Annette que no da garantías de nada que esto realmente este sucediendo.<br /></p><p align="justify">Lo miro en silencio. Hombre, convengamos que tu experiencia con alemanas, inglesas, chilenas, suecas, mejicanas, argentinas, holandesas, niponas, sudraficanas, francesas y tahitianas, por nombrar sólo algunas, debe haberte aportado alguna pista, una vaga idea. No jodas.<br /><br />–Lo que a ti te pasa es que tú tienes miedo.<br /><br />¡¡¡Annette!!! Deja de chequear que estás sudada, cansada, que te sientes sucia (darías el Oro y gustosa el Moro por tu baño de espumas), que no trajiste tu perfume, tus cremas, tus velas, tu música. Tu dorada protección. Que a este chileno que te le fijaste vaya uno a saber en qué retorcida cuestión (seguro tiene que ver con su vieja) sólo puedes ofrecerle tu piel sudada, tu sangre y tu saliva con sabor a chocolate.<br /><br />–Tienes miedo. Tú estás llena de miedo. Mira... tengo algo para ti. Y sonríe.<br /><br />Cuando dice Ti, me vienen las ganas de aullarle a la luna y a todo el valle de El Bolsón anque la Comarca Andina del Paralelo 42.<br />Supongo que tienes mucho para mí, Lindo, pero arranquemos con algo. Veamos.<br /></p><p align="justify">–Qué tienes para mí.<br /></p><p align="justify">Esto, me dice y saca de un bolsillo un pasaporte y lo deja entre mis manos.<br />Wuaw, parece el álbum de mis figuritas de hace 400 años. Re llenito. Bien gordito. Bonito.<br /><br />–Fíjate que hay para ti.<br /></p><p align="justify">Como sigas con los tú y los ti me pondré a gemir sin disimulos.<br />Busco los anteojos, me los pongo y, ya tienes un anticipo de mi estilo, una franca manera de desnudarme ante un tipo bastante más joven, con vista de lince.<br />A ver, qué hay aquí para mí. Descarto la grosería de encontrar un billete de 100 dólares doblado entre dos páginas. Porque los chilenos, hartos tacaños, siempre regatean un precio.<br />De entradita nomás, cerquita de la foto encuentro un preciso 23 de abril de un año que no registro para no echar a perder la noche.<br />23 de abril. El poema que derriba todas mis barreras.<br />No creo que sea un estúpido recurso para atrapar mujeres.<br /><br />Cada uno, en el dormitorio, se acomoda como quiere, había dicho Nacho. ¿No dijo con quien quiere? ¿No?<br />No, Annette. </p><p align="justify"></p><p align="right"><span style="color:#ffffff;">.</span></p><p align="right"></p><p align="right"><span style="color:#ffffff;">.</span></p><p align="right"><em><span style="font-size:85%;"></span></em></p><p align="right"><em><span style="font-size:85%;"></span></em></p><p align="right"><em><span style="font-size:85%;">Imagen sobre diseño original de <strong>Lorena Bustos</strong></span></em></p><p align="right"><strong><em><span style="font-size:85%;"></span></em></strong></p><p align="right"><strong><em><span style="font-size:85%;"></span></em></strong></p><p align="left"><span style="font-size:85%;">Próximo: </span><strong><span style="font-family:courier new;font-size:100%;color:#666600;">EXTRAÑA NOCHE</span></strong></p><p align="justify"></p>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1166038271021395272006-12-11T11:05:00.000-08:002007-01-23T06:38:26.106-08:00<p align="center"></p><p align="center"><strong><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#666600;">EXTRAÑA NOCHE</span></strong></p><p align="center"><strong><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#666600;"><span style="font-size:0;"></span></span></strong></p><p align="left"><span style="color:#ffffff;">.</span></p><p align="left"></p><p align="left"><br />Como es de madrugada y las copas vuelven a llenarse con vino tibio subo al piso superior a armar mi nido. Me gustaría llegar mañana a la cumbre del Piltri y quiero descansar.<br /><br />El dormitorio en el piso superior, ocupa toda la superficie del Refugio y está desprovisto de mobiliario. Sólo un despejado piso de madera. Una de las pequeñas ventanitas está cubierta de estrellas, otra, la del frente, deja entrar la luz de la luna toda. </p><p align="left"></p><p align="left"><span style="color:#ffffff;">.</span></p><p align="left"></p><p align="left"></p><p align="left"></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/402377/noche.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/400/763503/noche.jpg" border="0" /></a></p><p align="center"><em><span style="font-size:85%;">Foto <strong>Johannes F. Reichert</strong><br /></span></em><br /><br /></p><p align="left"><br />Fantástica noche.<br /><br />En las paredes, sobre un desnivel están apoyados los colchones y las mantas dobladas.<br />En un sector del ambiente pasa el caño de la salamandra que viene del piso de abajo y sale por el techo. Pues en ese sector, entre la pared y el caño ubico un colchón, extiendo una manta y sobre la manta coloco mi saco de dormir. O sea, libero todo el resto del espacio para los demás.<br /><br />Acomodo mi mochila, me desvisto y me duermo plena y agotada por el esfuerzo del ascenso. Y las emociones de estar en el increíble Refugio, aquí en el cielo, que soñaba desde una cama en el Hostel, allá en la tierra.<br /><br />Alucinante.<br /><br />Me despierta el ruido de alguien que enciende la cocina a leña. Escucho un despertador. Jesús y su amiga tenían previsto levantarse a las 9 horas para salir hacia la cumbre.<br />La hinchazón y una puntada en mi tobillo me advierten que no podré acompañarlos. Bajo, aún adormecida y encuentro saliendo de sus sacos a California y Raquel. Nacho sentado junto a la cocina prepara el mate.<br /><br />O sea, veamos...<br /><br />Nacho ha dormido en la cabaña de al lado, se sabía. Raquel y California aquí abajo. ¿Por qué? ¿Y el chileno? ¿¡Dónde está el chileno!?<br /><br />Ahijuna.<br /><br />Trepo rápido por la escalera de palos y asomo la cabeza en el piso superior. Ahí está, pegado a MI colchón. Tan pegado a mi colchón, tan dormido y desparramado bajo su oscura, alucinante bolsa de dormir de media montaña que no lo vi al bajar. Oh no...<br /></p><p align="left">¿Por qué me viene la estúpida duda si no tomé ni una gota del vino caliente? ¿Eh?<br />Ané, vieja amiga, tiráme una punta. ¿Qué tenés para contar?<br />Lo siento, pero en esta especial ocasión, debo excusarme. Soy parte. Tendrás que arreglártela sin mí.<br /><br />Oh no... Vieja ladina.<br /><br /><br /></p><p align="right"><br /><br /></p><p align="right"><a href="http://www.mygomera.de/fotos"><span style="font-size:85%;"></span></a></p><p align="right"></p><p align="right"></p><p align="left">Próximo: <span style="font-family:courier new;color:#666600;"><strong>ANÉ</strong></span></p>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1166224399068221872006-12-10T15:06:00.000-08:002007-01-23T06:40:01.533-08:00<p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/376310/ana1.jpg"><img style="CURSOR: hand" alt="" src="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/400/310249/ana1.jpg" border="0" /></a></p><br /><br /><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/924440/beach620.jpg"></a></p><p align="center"></p><p align="center"><br /><span style="font-family:courier new;color:#666600;"><strong>ANÉ<br /></strong></span><br /></p><p align="justify"><br /><br /><br />Me ubico entre la pared y el caño de la salamandra de abajo. Así garantizo que no tendré a nadie resoplándome encima, ni viceversa.<br />Agotada por el cansancio y las emociones, sobre todo por el abrazo que pedí y bien que llegó, me meto desnuda en mi bolsa a dormir el sueño de los justos.<br />Me despierto, no sé la hora, porque alguien trata de hacer lugar para acostarse a mi lado.<br />¿O me equivoco o está todo el espacio desocupado para que quien sea se acomode por ahí?<br />Lo veo apenas iluminado por la luz de la luna que entra por una de las ventanitas: es el ángel del abrazo. No hay dudas. Y lo estoy viendo sin necesidad de anteojos.<br /><span style="font-size:0;"></span></p><p align="justify"><span style="font-size:0;"><span style="font-size:0;"></span></span><span style="font-size:0;"></span>Me río. Chico, le digo, ¿entiendes porqué siempre surgen problemas de límites con ustedes los chilenos? Porque ustedes no los respetan. Se nos vienen encima. Siempre. Y donde sea.<br />Ríe el también.<br />Pues que soy una mujer grande, ya duermo menos horas y si me despiertan me desvelo. Tendrás que entretenerme ahora, le digo muy seria.<br />Sonríe.<br />–Haré lo que pueda, sobre todo porque se trata de una mujer... grande. ¿Qué cosas entretienen a una mujer como tú a esta hora de la noche a 2000 metros de altura? Díme. Veré si puedo hacer algo por ti, para complacerte.<br />(Uy, que me encantan tus tu y tus ti. Ni te imaginas cómo)<br /><span style="font-size:0;"></span>-Y le pondré tanto empeño que te aseguro no extrañarás ni un poquito a tu sueño.<br />–Mirá, Chilenito, no sé que buscás, pero te advierto que si sos un cochino depravado, gritaré y el bonito Super Star de abajo subirá y me salvará de tus garras.<br /></p><p align="justify">Ríe otra vez, mientras saca de una bolsita grande como mi puño una tela que despliega y cae suave como una enorme nube sobre los dos. Una maravillosa y liviana bolsa de dormir.<br />–Calma Mujer. No te haré daño. Nada que tu no quieras, dice mientras le da la forma exacta de su nuca a una almohadita. Sólo quiero estar contigo. Hasta devolverte todo el sueño que te he robado.<br /></p><p align="justify">Y lo dice mientras prolijamente acomoda sobre su cabecera un neceser. No quiero imaginar, ¡Cielos!... ¡no puedo dejar de hacerlo!...el delicado y suave material con que protege y preserva su trozo cada una de las veces que lo hace, con cada una de las que se le ponen a tiro. Neceser del mismo color oscuro de la bolsa, y del estuche de la bolsa, y de la almohada que sacó también dentro del pequeño estuche de la bolsa. No puede ser de otra manera. Es un tipo organizado. Y, por lo que veo... se cuida. Relájate conmigo, Hermoso. Te avisaré con anticipación si me vienen las ganas y hasta tendremos tiempo de elegir nuestro aliado por el país de origen. Sí que tienes un hermoso surtido.<br /><br />Sin más y parado frente a mí, se quita el negro de encima, el chaleco sin mangas, la remera, el pantalón (no lleva calzoncillo) y así nomás, con su divino sable de Samurai al aire, digita los cierres de su bolsa (y la mía) y en dos toques la convierte en un gran cobertor para los dos. Se ubica dentro y con tres movimientos de su trasero, sobre el espacio que queda libre entre él y yo, se acomoda como el gato del Refugio, sobre mi costado. Y apoya su cabeza, con larga cabellera incluida, sobre mi pecho. O mis pechos. Depende la connotación que se le quiera dar.<br /><br /><em>¿Vieja Ané que cuernos estás escribiendo? ¿No quedamos que seguía yo? No me confundas más.<br /></em>Tranquila. Sólo algunos jugosos detalles.<br /><br />¿Y qué hace una mujer, la vieja Ané en este caso, desnuda, metida dentro de una bolsa, desvelada una madrugada en un refugio de montaña con un hombre recostado sobre sus pechos? ¿Eh?<br />Aprovecharlo todo de entrada no me parece. No es mi estilo. Ni siquiera Annette haría algo así. Menos Anushka, con un hombre, y encima chileno.<br />Calma. Lo que tenga que ser llegará sólo. A lo sumo apuraré un poco. Que lo veo tan bonito, tan firme, tan fuerte, tan...<br /><br /><em>Ané..., ¿te volviste loca?<br /></em>¿Loca? Si me permito vivir lo que quiero vivir es estar loca pues... a qué dudar. Pero no me distraigas, que lo importante es este ángel ahora, con dos dedos roza despacito mi piel, justo al borde de mi columna y va hacia abajo.<br /><em>Pero... ¿No te parece...</em><br />¡Shsssst... que no me dejas escucharlo!<br /><br />–Por qué insistes tú con lo mismo. ¿Cuándo una mujer es grande? Dímelo. Y si lo fueras... ¿qué?<br /><br />Eso. Qué. Cómo te quiero. Por algo estás aquí conmigo hoy, Tesoro, habiendo tanta carne tierna al pie de esta montaña. De veras que no quiero saberlo. Lo tuyo es un supremo acto de amor.<br /><em></em></p><p align="justify"><em>Ané... ¿no estarás?...<br /></em>¡Cuernos! Evidentemente tendré que saltearme párrafos enteros. Porque no tengo intimidad. Todo el tiempo me interrumpen, intervienen y me quitan concentración. De todos modos con este Samurai a mi lado, anticipo, no dudaré en disfrutar cada uno de los inéditos detalles.<br /><br />No olvido que él venía del Chaltén, subió dos veces el Piltri, animó toda la noche, se tomó todo el vino (con un déficit de 48 horas de sueño en su cuerpo) y aun así, sin demasiadas palabras celebramos la pasión como sentido de vida. Brindamos con caña de una vieja petaca por las coincidencias y por las maravillosas diferencias.<br />Y nos hacemos amigos, con la yema de los dedos, recorriendo la piel del otro, de a pedacitos, en circulitos que se expanden y nos entibian el alma, intentando llegar al rincón oscuro y frío donde un niño de ojos tristes nos mira asustado.<br /><br />Una cuestión de piel, totalmente de acuerdo y que en amoroso acto me la celebren..., pues es más de lo que me atrevo a pedir.<br />Colmados de muda poesía, nos rendimos al sueño. Enseguida, abajo, suena un despertador. Me acerco a su cara. Mi cara muy cerca de su cara. Su respiración es relajada, un ronquido suave apenas le mueve las aletas de la nariz.<br />Huelo su cabellera. Lo huelo. Recorro con mis labios su hombro. Tiene la piel algo fría. Lo cubro y levanto un cierre de su bolsa.<br /><br />Por cierto, no lo olvidaré. Jamás.<br /><br />Me visto, lo beso y bajo a tomar mi té con pan casero tostado y mermelada de frutillas, que ayer me dio a probar Nachito. Seguro anda por ahí abajo. Amo esta escalera. Me recuerda a otra que me llevaba al racimo más dulce de un parral. </p><p align="justify"></p><p></p><p></p><p><span style="color:#ffffff;">.</span></p><p></p><p>Próximo: <span style="font-family:courier new;color:#666600;"><strong>ANNETTE</strong></span></p>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1167169962117253202006-12-09T13:33:00.000-08:002007-01-23T06:40:47.983-08:00<p align="center"></p><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/475265/diosas.jpg"></a></p><br /><br /><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/722605/ANAS.jpg"></a><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/200850/mujer%20pecho%201.jpg"><img style="WIDTH: 275px; CURSOR: hand; HEIGHT: 414px" height="418" alt="" src="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/400/270832/mujer%20pecho%201.jpg" width="313" border="0" /></a></p><div align="center"><br /><br /><br /></div><p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/705975/mujjer%20espalda.jpg"></a></p><div align="center"><span style="font-family:courier new;font-size:130%;color:#666600;"><strong>ANNETTE<br /><br /></div></strong></span><div align="justify"><br /><br />Me ubico entre la pared y el caño que sube de la salamandra. De este modo garantizo que, si el ángel negro quiere estar conmigo, tendrá que acomodarse encima mío. El resto... en otros rincones. Bien lejos.<br />Excitada por el cansancio, las emociones y el 23 de abril que me entregó como anticipo, me desnudo y me meto en mi saco a esperarlo. No tengo dudas, sé que vendrá. Ya no me importan las capas de sudor seco, ni la falta del baño de espuma. Ni nada de nada. Porque será un fantástico encuentro de montaña. Fuerte. Salvaje.<br /><br />Me despierto, no sé la hora, porque lo siento a mi lado.<br />La luz de la luna entra por una de las ventanitas. El ángel negro, en todo su esplendor, trata de desplazarme delicadamente contra la pared para ubicar su colchoneta.<br />Una ojeada es suficiente para darme cuenta que organizó al grupo de manera perfecta. Nadie más subirá a molestarnos. Ya te quiero, Bombón. Ronroneo como una gata cada vez que él me corre un poquito, hasta que finalmente se ubica, coloca su colchoneta pegadita a mi lado.<br /><br />Le digo cuánta razón tenemos cuando nos quejamos por los problemas con los chilenos. Siempre, siempre, se nos vienen encima. No entienden de fronteras, sobre todo si están con un pié del otro lado, y le señalo su pié. Que él tiene TODO el resto del lugar vacío, y tiene que venir justo a ponerse en el único lugar ocupado. Que lo odio, por despertarme. <em>Ané, con ese tono... ni yo le creo a Annette. </em><br /><br />Sonríe.<br />–Tú dices que odias a los chilenos, habla por fin. Y no tienes motivos. Yo te los daré para que me odies el resto de tu vida.<br /><br />Que me parte hablando con los tu y los ti este tipo de espaldas anchas y pelo de amazona.<br /><br />–Mirá, Chileno, no sé que buscás, pero te advierto que si sos un depravado sexual, gritaré y el bonito Jesucristo Súper Star que, tan bien te aseguraste que se quede abajo, subirá a rescatarme.<br />Ahora ríe el muy maldito mientras saca de una bolsita grande como mi puño una tela que despliega y cae suave en extensa nube oscura sobre su colchoneta y la mayor parte de la mía, porque es enorme su maravillosa y liviana bolsa de dormir de Guia de Montaña de los Torres del Paine.<br /><br />–Calma Mujer. No te haré daño. Nada que tu no quieras, dice mientras le da la forma exacta de su nuca a una almohadita. Te acordarás de mí, de este maldito Chileno, el resto de tu vida. Y me odiarás, es verdad, porque no te dejaré dormir en toda la noche. Porque tu no querrás dormir, a pesar de tu cansancio.<br />Y lo dice mientras prolijamente acomoda sobre su cabecera un neceser. No quiero imaginar, Cielos, ya lo vi... el delicado y suave material con que protegerá y preservará su trozo cada una de las veces. Neceser del mismo color oscuro de la bolsa, y del estuche de la bolsa, y de la almohada que sacó también dentro del pequeño estuche de la bolsa. No puede ser de otra manera. Por lo que veo... se cuida, me cuida. Es perfecto.<br /><br />Sin más y parado frente a mí, el ángel vestido de negro se quita el negro de encima, chaleco sin mangas, la remera, el pantalón (no lleva calzoncillo, obvio) y así nomás divino, con dos toques a los cierres de su bolsa la convierte en nido para dos. Se ubica dentro y con unos golpecitos de sus dedos sobre el espacio que queda libre a su lado, me invita: Ven. Ven aquí. Pónte aquí.<br /><br />Annette repta desde donde está y se anilla ahí dentro, entre sus piernas. No entendería jamás las estúpidas razones de cualquier porque no.<br /><br />A no sé que hora de la mañana, pobre, el ángel negro se desmaya. No olvido que venía del Chaltén, subió dos veces en el Piltri, animó toda la noche, se tomó todo el vino (con un déficit de 48 horas de sueño en su cuerpo) y aun así, me hizo batir alas en incontables vuelos sobre su pasión y la mía, durante horas y horas.<br /></div><div align="justify">– Qué rica eres...<br /><br /><em>Ejem... Ané... </em></div><div align="justify">¿Acaso hay palabras más certeras para amar a una mujer, repetidas una y otra vez? Vamos... seamos francas.<br /></div><div align="justify">Vieja Ané, hoy hasta yo te amo.<br />Mejor así Turrita, porque sino puedo convertir ésta tu noche en una porquería.<br /><br />Luego de su lógico y natural desmayo, comienza a roncar a una palma de mi cara, como un buey. Un hermoso buey reventado.<br />Suena un despertador abajo. ¿¡Las 9 ya!?<br />Me acerco a su cara. Mi cara muy cerca de su cara. Su respiración es relajada, un ronquido, ahora suave, apenas le mueve las aletas de la nariz. Casi rozo su boca. Sigo por su nariz, sus ojos, su frente, recorro cada una de sus mejillas, me detengo en la chiva de indio con chiva. Recorro el negro brillante de su cabellera. Huelo. Lo huelo. Wuaw... Su aroma y el mío. Lo beso.<br /><br />Por cierto que no te olvidaré jamás, Bombón.<br /><br />Me visto sobre el hermoso caos que dejan los entreveros del placer cuando se trata, como él lo dijo tan bonito, de una simple cuestión de piel.<br /><br />Bajo a saludar a Nachito. Lo escucho por ahí abajo. Disfrutaremos, mate de por medio, unas cintas de Bob Marley en el viejo grabador a pilas del Refugio. Sé que lo dan vuelta.<br />Le contaré que aquí arriba, recordé un viejo rezo de mi infancia: </div><div align="justify"></div><div align="justify"><span style="font-size:0;"><br /></span></div><div align="center"><em><span style="font-size:100%;">Ángel de la guarda, </span></em></div><div align="center"><em><span style="font-size:100%;">dulce compañía, </span></em></div><div align="center"><em><span style="font-size:100%;">no me dejes nunca, </span></em></div><div align="center"><em><span style="font-size:100%;">ni de noche ni de día. </span></em></div><div align="justify"></div><div align="justify"><br /><span style="font-size:0;"><em><br /><span style="font-size:0;"><br /><br /><br /><br /><span style="color:#ffffff;">.</span></span></em></span></div><p><span style="font-size:0;color:#ffffff;"><em><span style="font-size:0;"></span></em></span></p><p><span style="font-size:0;color:#ffffff;"><em><span style="font-size:0;">.</span></em></span><em>Próximo: </em><strong><span style="font-family:courier new;color:#333300;">ANUSHKA</span></strong></p>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-37145721.post-1167170900205467492006-12-08T13:53:00.000-08:002007-07-17T07:25:13.192-07:00<p align="center"><a href="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/1600/385548/ANA22.jpg"><img alt="" src="http://photos1.blogger.com/x/blogger/5332/4166/400/447027/ANA22.jpg" border="0" /></a></p><br /><br /><div align="center"><br /></div><div align="center"><br /><span style="color: rgb(102, 102, 0); font-weight: bold;">ANUSHKA</span><span style="color: rgb(102, 102, 0);font-family:courier new;" ><strong><span style="font-size:0;"><span style="font-size:130%;"><br /></span></span></strong></span></div><strong><strong></strong></strong><p align="center"><strong><em><span style="font-size:130%;"></span></em></strong></p><p align="justify"><span style="font-size:130%;"><strong><br /><br /></strong></span></p><div style="text-align: justify;">Me ubico entre la pared y el caño de la salamandra. Me aseguro que no tendré a nadie molestándome a menos de dos metros. Además, no somos tantos, apenas cuatro. Hay más que suficiente lugar para todos.<br /><br />Desmayada por el cansancio y el vino caliente que le robé al chileno en las montañas ¿de Nepal?... me meto desnuda en mi bolsa y me duermo.<br />Me despierta, no sé la hora, alguien que me sacude. Y me sacude mal. ¿Y qué veo en la penumbra iluminado apenas por la luz de la luna que entra por la ventana? ¿Qué veo?... al demonio negro (de ángel no tiene nada) en todo su maldito esplendor, tratando de encajar SU colchoneta en MI espacio. Intentando desplazarme contra la pared para poder meterse pegado a mí. Qué asco.<br /><br />Sólo ojeada por el resto del lugar y advierto que tiene TODO el piso libre. Pues, ¿qué mierda (sic) hace encima mío? ¿Eh?<br />Me incorporo como una leona, furiosa, mal despertada y le pregunto qué diablos intenta hacer. Él, vestido de negro como mi alma, ni contesta, solo se empeña en tratar de bajar una loma en la mitad de su colchoneta que se dobla, precisamente por falta de lugar, porque insiste en extenderla junto a la mía.<br />Como estoy desnuda me contengo de no salir de la bolsa y molerlo a patadas. No por pudor, qué va. Para no darle el gusto de nada.<br />Entonces lo ataco con mi lengua venenosa de serpiente que le están usurpando el nido. Mal. Le digo que se dé cuenta, carajo, que siempre tenemos problemas con los chilenos porque siempre se nos vienen encima, no entienden de límites, no respetan nada. Hartos guevones son. (sic) Que, además, son unos jodidos, (sic) que el resto del lugar está TODO vacío y tiene que venir a ponerse justo encima mío.<br /><br />Lo peor es que no reacciona. A nada. Con precisos movimientos empuja y empuja, sin contestar. Ignorándome. Qué odio. Pero qué odio, murmuro, mientras me va corriendo despacito. Hasta que lo logra. Claro que sí. Me deja encima de la pared. Suspira satisfecho y sonríe el muy ladino.<br /><br />–Tú dices que odias a los chilenos...<br />Por fin habla. ¡Vamos! ¡Vamos! Quiero escucharte... A ver qué pretendés, cretino.<br />–Y lo dices sin motivo. Linda, te daré motivos para que me odies el resto de tu vida.<br /><br />Que ya me tiene harta hablando con los tu y los ti y yo sólo quiero dormir porque estoy agotada y este pajarraco con espalda ancha de alacalufe se me instala al lado, me quita el aire y, además, me amenaza.<br />Ni te molestes en buscar otros motivos porque con los que tengo hasta aquí, me alcanzan y sobran, bastardo.<br />–Mirá, Chileno, no sé que buscás, pero te advierto que si andás con tu asqueroso brote encendido y se te ocurre ponerme una mano encima, degenerado... tendrás que vértelas conmigo. Te reviento a patadas. Elegí antes de seguir con toda esta estupidez, le escupo en rioplatense básico.<br /><br />Oh no… se ríe el muy maldito mientras saca de una bolsita grande como mi puño una tela que despliega y cae suave como una enorme nube oscura: SU maravillosa y liviana bolsa de dormir de perfecto Guia en los Cuernos del Paine, sobre MI cara.<br /><br />–Calma Mujer. No te haré daño. Nada que tu no quieras, dice mientras le da forma a una almohadita. Te acordarás de mí, de este Maldito Chileno, el resto de tu vida. Y me odiarás, es verdad, porque no te dejaré dormir en toda la noche. Porque tu no querrás dormir, a pesar de tu cansancio. Y lo dice mientras prolijamente acomoda sobre su cabecera la almohadita con la forma justa de su nuca junto a un neceser.<br />No quiero imaginar, ¡maldición!... ¡los estoy viendo!...el delicado y suave material con que protege y preserva su jodido trozo. Neceser del mismo color oscuro de la bolsa y de la almohada que sacó también del estuche de la bolsa. Accesorios de chileno puto (sic)<br /><br />Sin más y parado frente a mí, se quita el chaleco sin mangas, la remera, el pantalón (no lleva calzoncillo) y así nomás, se pone a trabajar con los cierres de su bolsa y la convierte en algo para dos. Se mete y con tres golpecitos sobre el espacio que queda libre a su lado, me dice: Ven. Ven aquí. Pónte aquí.<br /><br />Ay, ni te imaginas tú con quien te has topado. Ni tienes tú la menor idea. ¿Que te pasa a ti, infeliz?<br />Te repito... si me tocás te mato. Y Anushka, quién otra, le muestra su navaja Arbolito, color gris acero con cachas de grafito, apertura automática, hoja de filo pulido a puro granulado de porcelana, con la cual le detiene el estúpido movimiento de la mano con el que la convoca a su lado.<br /><br />Te fuiste al carajo, Ané.<br /><br />Creo que no le dan ganas ni de moverse. Ni de sacar la colchoneta de allí. Ni de nada. Se queda inmóvil, como un Tótem de la Isla de su Nana. Duro, con la vista fija en el techo. Al cabo de 5 minutos, por puro cansancio, tampoco olvido que venía del Chaltén, subió dos veces el Piltri, animó toda la noche, se tomó todo el vino (con un déficit de 48 horas de sueño en su cuerpo) o porqué no, aplastado por el arrepentimiento de haber hecho todo en vano, se desmayó. Y comenzó a roncar a una palma de mi cara. Todo el resto de la noche. Como un buey.<br /><br />Me despierto y porque desconfío de mi sueño cuando estoy apunada, y del vino caliente de anoche en Nepal, me acerco a su cara, muy cerca. Con cuidado, sin tocar un solo pelo de sus largas crenchas desparramadas sobre sus hombros. Sigue como Tótem. Su respiración es relajada, su ronquido, no de buey ahora, le mueve las aletas de la nariz. Casi rozo su boca. Sigo por su nariz, sus ojos, su frente, recorro cada una de sus mejillas, me detengo en la chiva de indio con chiva, subo a su pelo. Huelo. Lo huelo. No hueles a sexo, Tesoro. Zafaste.<br />Teníamos la noche sellada con una de vino caliente y una de caña. Abrazados, nos mentimos un par de historias. Si hasta nos juramos morir pronunciándonos en el fuego de alguna revolución. Y mierda.. Me vienes con eso de calma, Mujer, no te haré daño...<br /><br />Guardo mi navaja y me visto.<br /><br />Bajo a tomar mate con quién sea esté ahí abajo cargando de leña la cocina.<br /><br />Por cierto, Chileno, ya te olvidé.<br /></div><strong><span style="color: rgb(102, 102, 0);font-family:courier new;font-size:130%;" ><span style="font-size:0;"><p align="justify"><br /></p><p align="left"></p><p align="left"><span style="font-size:0;"></span></p><p align="left"><span style="font-size:0;"><span style="color: rgb(255, 255, 255);">.</span></span></p><p align="left"><span style="font-size:0;"><span style="color: rgb(255, 255, 255);"></span></span></p><p align="left"><span style="font-size:0;"><span style="color: rgb(255, 255, 255);">.</span></span></p></span></span></strong><p align="left"></p><p align="right"><span><span><em><span style="font-size:85%;"></span></em></span></span> </p><p align="right"><span><span><em><span style="font-size:85%;"><br /></span></em></span></span></p><p align="right"><span><span><em><span style="font-size:85%;"><br /></span></em></span></span></p><p align="right"><span><span><em><span style="font-size:85%;">Imágenes en Ané, Annette y Anushka sobre dibujos de Lorena Bustos<br /></span></em><br /></span></span><br /><strong><span style="color: rgb(102, 102, 0);font-family:courier new;font-size:130%;" ><br /></span></strong></p>Anahttp://www.blogger.com/profile/00114735244181882247noreply@blogger.com